Estúpido Solace (editado)

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Y lo vio, siempre había temido que la cosas terminarán así, los dioses estaban empeñados en hacerlo sufrir, seguramente tenía una maldición encima o algo parecido porque todo aquel al que llegaba a amar moría.

Ahora las cosas no eran diferentes, se hinco frente al cuerpo ensangrentado del capitán de la cabaña siete, aquel rubio que desde la guerra contra Gaia lo había procurado y amado. El chico que algunas veces lo molestaba y otras era su ancla al mundo real. Ese tonto chico que con su estúpida frase de "órdenes del doctor" lograba que hiciera cuanto dijera, desde comerse los malditos vegetales hasta entrenar menos, lo que fuera para tenerlo feliz. Ahora esas bellas sonrisas no lo despertarían, no habría quien lo obligará a comer, que le ayudara con las pesadillas o que simplemente se pasara la tarde con él hablando de cualquier tontería.

— Estúpido Solace—susurró acariciando su fría mejilla, era la primera vez que la piel del ojiazul estaba fría, siempre era cálida debido a su parentesco con el dios del sol— No se suponía que esto pasara—su voz sonaba quebrada y es que se había estado aguantando las lágrimas desde que vio su cuerpo, desde que lo reconoció entre tantos campistas heridos y muertos.

Escuchó los gritos de sus amigos anunciando que la amenaza había quedado neutralizada, una tercera gran guerra se había desatado hace unos días, ya ni siquiera podía recordar quien los había amenazado ahora, sólo recordaba estar feliz de que de nuevo había sido dejado a un lado de la profecía, su primo Percy como siempre fue el protagonista y tanto Will como él se habían pasado horas burlándose a escondidas de su mala suerte.

De nuevo escucho los gritos de sus amigos buscándolo, pero no quería que nadie lo encontrará, no había nada que hacer por Will, él había sentido su muerte media hora antes tal como le había pasado con su madre, hermana y mejor amigo, ahora le sucedía con su novio

— ¿Qué hacías aquí? No debías estar en el campo de batalla—le seguía susurrando, sabía que ya nadie lo escuchaba y que debería estar ayudando a los heridos, pero no podía pensar en nada fuera del inmenso dolor que estaba sintiendo ¿se suponía que también debía reponerse a esto? ¿Cuánto dolor aguantaba un humano promedio? ¿Cuánto dolor soportaba un semidiós?

— Hey Nico ya acabó todo, ayúdanos a llevar a los campistas a la enfermería, Solace se volverá loco si no apareces pronto por ahí—Percy llegó junto con Annabeth

— Will no se volverá loco...—le susurro de espaldas al chico, su cuerpo le bloqueaba la vista del campista muerto en los brazos de su primo por lo que no entendió ni sus palabras ni el estado de ánimo del chico. Annabeth era un caso aparte, ella sí que noto que algo malo, muy malo estaba pasando con el menor, tomó la mano de su novio tratando de hacer que se detuviera, pero como bien decía su apodo, algunas veces el chico en verdad parecía tener algas en lugar de cerebro

— Claro que sí, y seguramente encontrará la manera de culparme a mí—los adolescentes se acercaron a Nico notando ahora si que sostenía un cuerpo en los brazos, no hubo que verlo mucho para reconocer al joven. Su bata de doctor ensangrentada aún tenía a la vista su apellido bordado en azul "Solace" con un pequeño agregado en un mal bordado en negro "De Di Angelo" que el menor le había puesto después del décimo campista despistado que le pedía una cita o le daba alguna muestra de su amor al joven médico

— No sé qué hacía aquí—empezó a hablar el menor— estaba convocando la tercera oleada de zombies cuando lo sentí, este dolor de saber que alguien que amo estaba muriendo... Al principio pensé que eras tú o Hazel, pero los encontré rápido y fue que lo supe—le quito un par de cabellos del rostro al cadáver frente a él, hasta el momento había podido aguantar las lágrimas dentro de sus ojos— lo busqué un par de minutos hasta que lo encontré... Ya no se podía hacer nada—trago saliva intentando deshacer el nudo en su garganta— su alma ya estaba con Caronte...—miró hacia atrás encontrándose con la mirada aún en shock del par de semidioses

— Nico... Todo estará bien—como siempre la hija de Atenea fue la primera en reaccionar, se hinco a un lado del chico y lo jalo por los hombros haciendo que se recargara en el suyo

— Es mentira, ya nada estará bien ¿de qué me sirve amar? Todo lo que amo lo pierdo... Estoy harto—y dejo que una a una las lágrimas descendieran de sus ojos

— Nosotros estamos contigo Nico—Percy se sentó al otro lado saliendo por fin de la sorpresa inicial— Todos te ayudaremos a superar esto—el pelinegro menor negó con la cabeza

— Esta vez no, ya no seguiré superando muertes ¡Ya no! Estoy harto—se levantó del suelo dejando el cuerpo de Will con cuidado en el césped— Te traeré de regreso, a ti no... No puedo—negó con la cabeza, Percy pudo ver la desesperación en las orbes obscuras de su primo.

— Nico sabes que eso no traerá nada bueno—trato de razonar con el chico, aunque claramente una parte de él sabía que era como hablar con la pared— Will debe estar en los campos Elíseos—el joven rubio los tenía más que merecidos

— No puedo vivir sin él, no quiero superar una muerte más, ya no—negó con la cabeza, Annabeth notó cierto brillo de demencia en sus ojos, aunque tal vez demasiado tarde, para cuando se levantó el hijo de Hades ya se había ido, se desvaneció entre las sobras de los árboles

— ¡Nico

Este cap también lo escribí desde mi cel, lamento el formato
Gracias a angel_of_words por comentar y votar nwn

Nico Di Angelo (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora