Legado pt4

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La fiesta había terminado, todos habían comenzado a irse a sus casas, Angel y Luke se habían escapado a la orilla del lago con lo que quedaba de pastel azul y un par de tenedores, comían mientras platicaban de trivialidades, pero Angel notaba al chico ansioso, esperaba a que él se desahogara, pero llegó un momento que su ansiedad se le pasó y tuvo que decirle

— Para ya Luke ¿qué está pasando por esa cabeza? —el de ojos grises lo miro mordiéndose el labio sin saber cómo decir aquello

— Bien... Este... Falto mi... M-mi regalo—dijo sacando la pequeña cajita de su sudadera

— Oh es verdad—dijo el rubio limpiándose un poco de betún del rostro— pues vamos a ver que me preparaste—se limpió las manos con una servilleta y tomo la cajita con cuidado, miro el rostro estresado del chico de sus sueños y quiso jugar un poco con él, agitó la caja pegándola a su oreja

— N-no... ¡No hagas eso! —dijo entrando en pánico, tomo la mano del rubio para detenerlo, pero de inmediato ambos se sonrojaron bastante apartando sus manos y miradas— N-no lo hagas... Podrías lastimarte—explicó aún bastante sonrojado

— Bien... Me está matando la curiosidad—abrió la caja encontrándose con un anillo plateado con una luna llena en medio, frunció el ceño sacando el anillo con cuidado

— Yo... Mi tío y yo trabajamos en... En esto un par de meses—dijo el nieto de Poseidon, tomo la mano del menor con cuidado y le puso el anillo con sumo cuidado en el dedo, Angel sintió como el pulso se le aceleraba, miraba la acción del chico sintiendo sus mejillas arder— Bien... Pre-presionas aquí—apretó por él la pequeña luna y de inmediato el anillo comenzó a cambiar convirtiéndose en una espada larga, estaba hecha de dos materiales diferentes, una mitad era de hierro estigio, no fue difícil de reconocer pues su padre llevaba una espada de ese material, el otro lado era dorado y sus muy pobres poderes para detectar metales lograron que supiera que era oro imperial, pero todo tenía un extraño acabado, la espada parecía que tenía una capa de alguna sustancia que reflejaba el arcoíris, él no podía asociar a si mismo el arcoíris

— Está hermosa, pero... —no sabía cómo decir aquello sin ofender al chico, había confeccionado para él una preciosa espada y no deseaba hacerlo sentir mal

— Lo sé no necesitas decirlo, pero...—trago y sacó un pequeño anillo de oro de su bolsillo y se lo puso, en el centro había un sol el cuál apretó, una espada se formó en su mano, era igual a la suya con la diferencia de que en lugar de hierro estigio había bronce celestial, su espada también tenía el mismo acabado— las espadas son hermanas, Tyson y yo usamos el mismo lingote de oro imperial para ambas... Yo... Es ridículo y si quieres que le quite el acabado lo haré, pero...tiene un porqué—dijo mirando las espadas, juntas parecían brillar, se reconocían de alguna manera que a Angel le encantó

— Pues comienza a hablar Jackson—dijo el rubio maravillado

— Bueno... T-tu eres sol... A pesar de que lo quieras ocultar yo... Tu eres mi luz Angel... Y yo soy agua... Bueno no soy agua soy mar que es agua—habló muy rápido tratando de darse a entender— lo que quiero decir es que... Cuando el agua y el sol se juntan... Bueno... Forman un arcoíris—Angel abrió los ojos sorprendido, miro a Luke sin saber que decir, aquel regalo había superado con creces todos los que había recibido aquel día, y eso que su pequeño cachorro aún sin nombre era bastante genial

— Y... Y el sol y la luna... ¿Eso por qué fue? —el pelinegro adquirió tonalidades de rojo que rivalizaron con las de un jitomate

— Bueno... Yo tengo el sol por ti... Y tú tienes la luna porque... Bueno los mortales dicen que la luna influye en las mareas, la gravedad causa las mareas... Cuando la luna está llena hace que la marea sea muy alta o muy baja... Se le llama "mareas de primavera"... Tú causas eso en mí Angel... Haces que mi corazón se agite mucho... Pero a la vez me da paz estar contigo, eres mi luna llena—dijo mirando las espadas, no podía creer que de verdad le hubiera dicho todo eso al chico

— Oh Luke... Eres el mejor—Angel sentía que podía morir en ese instante de lo feliz que aquel regalo lo había hecho, se acercó a Luke y besó su frente, el pelinegro sintió como su corazón se detuvo unos segundos antes de comenzar a latir desenfrenadamente en su pecho.

Si... Definitivamente Angel era su luna llena

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— Vamos Luke más rápido Dante te está ganando—Angel corría alrededor de Central park junto a Luke y el perro del infierno

— Vamos Angel... descansemos un poco... hemos corrido por una hora seguida—dijo sin aliento, el rubio chiflo para atraer la atención de su cachorro, este se volteó a la mitad de su carrera y brinco a los brazos del chico, este lo atrapo en el acto

— Bien descansaremos—se detuvo para esperar al mayor, el pelinegro en cuanto llegó a su lado se tiró al suelo de cara

— ¿De dónde te sale tanta energía? —dijo contra el suelo, Angel se sentó a su lado mientras jugaba con Dante

— Bueno llevo dos semanas saliendo a correr con Dan a diario y solemos correr más de dos horas... suele tener mucha energía y mordía los sillones—alzó los hombros

— Has... ¿Has estado saliendo sin mí? —al instante Angel se dio cuenta de su error, el nieto de Poseidón se hinco para ver al rubio

— Bu-bueno... es que estabas... yo...—no supo que decir— lo lamento—bajo la cabeza— no pensé que quisieras venir a correr con nosotros—Luke pensó unos momentos lo que iba a decir

— Bueno Angel...—tomo la mano del chico que estaba en la cabeza del cachorro— en todo lo que tu me quieras invitar yo estaré encantado de acompañarte—el rubio se sonrojo bastante ante sus palabras y sus manos unidas, miró sus ojos grises

— Bi-bien... si... si tú quieres, ya sabes... ve-venir puedes hacerlo... ¡Pero tendrás que mantener el paso! —desvió la mirada, el pelinegro sonrió y comenzó a retirar su mano de la del contrario hasta que sintió un apretón en esta, al regresar la vista noto que Angel había tomado su mano y estaba entrelazando sus dedos con los de él, su corazón comenzó a latir muy rápido, pero evitó hacer algún comentario y solo afianzó su agarre— Va-vamos... hay que volver a casa a comer... t-te quedarás a comer ¿ve-verdad? —el mayor sonrió más y asintió a pesar de que no lo estaba viendo, sabía que no hacía falta que lo confirmara, Nico cocinaba delicioso y Angel lo estaba invitando a comer ¿qué más podía pedir?

— Vamos—se levantó y ayudo a Angel a hacer lo mismo, regresaron en una caminata tranquila mientras Dante los rodeaba corriendo y buscando mimos que el rubio no dudaba en proporcionarle

¿Lo mejor de todo? En todo el camino Angel no intentó soltar sus manos, Luke se sentía en un sueño

Nico Di Angelo (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora