Hoy me tengo que ir

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El rey de los fantasmas ¿siendo uno?

Nico había sacrificado su vida por salvar la de otros, raro en un hijo de Hades, había vivido rompiendo el estereotipo, se había enamorado y fue un héroe en múltiples ocasiones, había sido aceptado en el olimpo y se le dejo de ver con miedo, el mismo se aceptó, sobrevivió al tártaro y había superado el trauma, fue feliz, infinitamente feliz. Will lo hacía feliz, su hermana Hazel le había dado una nueva familia, sus amigos lo alejaron de la soledad y creyó que nada iba a salir mal, habían superado tantas cosas que tontamente pensó que las adversidades habían acabado, que su cuota de arriesgar la vida había sido cubierta y con creces.

Que equivocado había estado. Las cosas nunca serían tan fáciles y lo que había comenzado como una misión normal, una que el oráculo había complicado, claro ¿por qué no darle una mala profecía?

El sol, las sombras y la belleza irán al norte

A un hijo del tiempo encontraran

Y al bien lo han de jalar

O a la obscuridad absorberá

Bien las cosas habían sido claras Nico, Will y Drew se encaminaron en una misión, ¿por qué Drew y no Piper? Bueno la chica había dejado de ir a misiones después del trágico final de Jason, aquel recuerdo aún era un trago amargo para todos.

Las cosas habían sido en un silencio incomodo ni Nico ni Will se llevaban especialmente bien con Drew, no es que la chica fuera mala, bueno si que lo era, era grosera y sentía que era mucho más que los demás razón por la que Will se había mantenido entre ella y Nico durante todo el viaje, sabía que su novio podía mandar a la asiática directo al inframundo, seguramente a los campos de castigos, donde si la chica le hacía o decía algo especialmente malo al joven el mismo se encargaría de junto con su padre Hades de crearle un castigo adecuado, Will no necesitaba eso en la misión.

Otro inconveniente fue la negativa del rubio a los viajes sombra, poder que a Nico le encantaba usar y que Will odiaba, nunca iba a poder olvidar cuando hace poco más de dos años estuvo a punto de perder a Nico debido a ellos, si bien el rey de los fantasmas se había recuperado al 100% jamás se le irían los miedos de perderlo. 

El camino había sido tranquilo, hubo un par de monstruos que los atacaron, pero Nico se encargó de ellos tan fácil y rápido que Will no tuvo que preocuparse, Drew ni siquiera había movido un dedo por tratar de hacerlo.

Las cosas se volvieron bastante más complicadas cuando conocieron a Quill Enola, un joven de unos doce años de cabello largo café, piel canela y unos ojos dorados ligeramente inquietantes, el joven los miró como si los conociera

— ¿Ustedes son los enviados? —fue lo primero que dijo, los tres mentirían si dijeran que sus alarmas no habían saltado en ese mismo instante, pero las ignoraron, grave error.

— Hola, yo soy Nico Di Angelo, ellos son Will Solace y Drew Tanaka—Nico señalo a cada uno, el niño los miro tranquilamente antes de regresar su mirada a Nico

— Hijo del inframundo—el pelinegro sintió cada uno de sus bellos erizarse, aquel pequeño tenía algo mal, muy mal

— Si, mi padre es Hades—trato de mantener la tranquilidad, el ya había dejado de ser aquel adolescente que apartaba a todos. Al menos eso esperaba

— El verano de tus dieciséis años—Nico de alguna manera no pudo alejar el recuerdo de la profecía

De los dioses más antiguos,

Un mestizo llegará a los dieciséis en contra de todo lo predicho.

En un sueño sin fin, el mundo se verá.

Nico Di Angelo (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora