What If...? (pt 7)

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Nico tropezó cuando logró llegar al suelo, sus piernas se sentían débiles y su mente confusa.

No tenía idea de que había pasado allá arriba, aparte del hecho de que el arco había perdido gran parte de su estructura.

Caminó alrededor de la gente tratando de encontrar a Grover y Annabeth, aunque no sabía que diría. Percy había muerto y él se había cargado un monumento nacional. Annabeth lo iba a matar.

— ¡Nico! ¡¿Estás bien?!

— ¿¡Qué demonios pasó!?

— Oh dioses... Atenea va a estar muy enojada

Una ráfaga de voces lo aturdió por unos segundos. Se dio la vuelta y se congelo, eso no podía ser cierto... había muerto... ¿no?

En medio de Annabeth y de Grover estaba Percy, tan vivo como esa mañana, no tenía ninguna herida a la vista o cualquier cosa que indicara que no estuviera nada más que perfectamente

— ¿Percy? —susurró mirando los ojos verdes del chico, este lo miró y sonrió un poco.

A Nico le gustaría decir que se tomó la noticia de manera tranquila y cool. Nico lo diría a quien preguntara. Él también mentiría.

Corrió a los brazos del pelinegro abrazándolo con tanta fuerza que el contrario se quejó de que le sacaría los pulmones por los ojos. Lo cual, asqueroso... e imposible ¿no?

Lloró un poco, nada demasiado vergonzoso... eso diría, por supuesto que ignoraría a Annabeth cuando se burlara o a Grover lanzándole esas miraditas llenas de lágrimas en los ojos por ser un sátiro emocional

Le dio un par de golpes varoniles... ejem... nada que ver con palmadas en los brazos repetidas veces

Si... Nico definitivamente no le diría a nadie del campamento como se tomó la noticia de que el niño prohibido del mar no estaba tan muerto como creía

Después de que Nico le sacó toda la historia de cómo estaba vivo (— Estoy muy feliz, no me malentiendas, pero una maldita Quimera te escupió fuego a miles de metro del suelo) Nico pudo sentirse más calmado

— ¿Y tú? ¿Qué rayos pasó? —Annabeth no parecía que fuera a aguantar más la curiosidad, la enojada curiosidad

— No tengo idea, todo fue... no sé Annabeth, estaba enojado—la rubia no pareció muy feliz con la respuesta, y si había que creer en que la conocía, haría más preguntas

— Esto no ha acabado, pero debemos irnos... los chismes de lo que pasó no van a tardar en extenderse y seremos señalados, caminen—nadie se negó a salir huyendo del lugar, había cámaras en esa cosa, Nico no sabía que mostrarían, pero estaba seguro de que la niebla no sería de ayuda para que nadie los culpara, la niebla siempre jodía a los semidioses

.

Nico desearía poder replicar el acto de escapismo tan monumental que armaron para llegar a la estación después de que alguien de las noticias diera con el nombre de Percy. Lo habían estado buscando después del accidente de auto con su madre algunas semanas atrás

El viaje de St Louis a Denver pasó con ellos tratando de hacer pasar a Percy desapercibido, algo que debería ser fácil, a Nico siempre le había sido fácil desaparecer entre la gente, o no ser notado. Pero para el hijo de Poseidón parecía ser una tarea imposible, era como si su sola presencia irradiara algún tipo de aviso de que ahí estaba

— Por fin llegamos—exhaló Annabeth una vez que el tren se detuvo en Denver. El aire era caliente y seco, un marcado contraste a St Louis. Nico no había olvidado Las Vegas ni el aire caliente del lugar, lo sediento que habían estado cuando vagaban por la ciudad tratando de encontrar su hotel

Nico Di Angelo (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora