Lukel pt 8

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Angel se sentía enojado, no tenía planeado ver a las cazadoras en... bueno jamás de hecho. Su deseo era pasar su vida sin conocerlas, evitar recordar los relatos que su padre Nico le había contado sobre su tía Bianca, olvidar el rostro de Nico cada diciembre cuando recordaba a su hermana.

No, definitivamente Angel deseaba no conocer a Artemisa y su sequito, estaba seguro de que le iba a decir un par de cosas a la diosa si la volvía a ver de frente y probablemente terminaría convertido en algún animal. ¿Qué harían sus abuelos si eso pasaba? Una parte de él deseaba que solo lo dejaran pasar, pero sabía que eso no iba a suceder, iba a terminar todo en una guerra de dioses. Todos porque él no podía comerse sus palabras.

— Deberías respirar y tratar de calmarte—la voz de Luke lo trajo de nuevo a la realidad, lo miró— Las plantas se están muriendo—le indico señalando alrededor, Angel miró el bosque dándose cuenta de que lo que decía era verdad, los árboles, pasto y flores de su alrededor estaban marchitándose

— Perdón... es solo que la presencia de las cazadoras me tiene mal—respiró y trato de pensar en cualquier otra cosa

— Bueno y ¿qué haremos? Los de Apolo no necesitan en verdad ningún suministro médico y Quirón nos dejó salir solo para no causar una guerra de dioses—Thomas se acercó a ellos

— Quiero distraerme y con suerte cuando regresemos las cazadoras se habrán ido... o en el captura a la bandera me desahogare—se calmó ante la idea, siempre que las cazadoras se quedaban había un juego en su honor, un juego que los del campamento no habían podido ganar según había escuchado.

— Bien, pues elije hacia donde iremos—dijo Al señalando la ciudad— ya llegamos—Angel asintió y tomo la mano de Luke, lo jaló para ir primero al Starbucks, nadie había desayunado y ya empezaban a tener hambre.

Un par de horas después Angel había recuperado notablemente su humor, hacía bromas con los chicos y jugaban un poco.

Alexander por su parte también se sentía en calma, miraba a su hermana jugar con Luke y Angel

— Sabes que si desea unirse a las cazadoras un par de horas en la ciudad no lo van a cambiar ¿verdad? No puedes evitar que se una—Thomas intentaba no ser muy rudo con el chico, pero necesitaba traerlo de vuelta a la realidad

— No puedo permitirlo, Esperanza no se puede unir, con las cazadoras yo no la puedo proteger y ella es muy impulsiva, las cazadoras no la van a proteger—negó con la cabeza— no me convertiré en el tío Nico, él era muy joven y no sabía lo que pasaría, pero yo sí y no lo permitiré Tom, ella es mi otra mitad—se cruzó de brazos tratando de protegerse, el mayor suspiró y lo jaló abrazándolo

— Lo sé, pero ella debe tomar esa decisión—Al se aferró a Thomas, se mordió el labio sabiendo que tenía razón, pero le era imposible aceptarlo

— ¡Vamos chicos! —la chica del grupo se acercó y sacó a su hermano de los brazos del mayor— ¡Quiero ir a comprar cosas para mi proyecto! —Al sonrió y asintió, Esperanza se subió a su espalda y señalo hacia el frente— ¡Corre Spirit!

— ¡No dejaré que vuelvas a ver películas! —dijo antes de comenzar a correr con la chica, avanzaron un poco antes de que ella lo abrazara

— ¿Qué te está preocupando? —el más alto la miró sin saber de qué hablaba— oh vamos hermanote, algo te ha incomodado desde ayer, habla conmigo—Alexander suspiró y la bajo con cuidado, tomo su mano y la jaló a un callejón

— Las cazadoras, yo sé que amas a las cazadoras y... ¡bien entiendo si te quieres unir a ellas! Pero yo no... Pera tu y yo somos dos partes de lo mismo, eres mi complemento y te amo, no soporto la idea de que te vayas con ellas y... y me dejes—bajo la cabeza— sé que si es tu deseo debo apoyarte, sabes que te apoyaría en lo que sea, yo te protejo y tú me das energía para seguir día a día. ¡Pera yo no puedo dejarte ir con ellas!

— ¡Ey! —tomo el rostro de su hermano haciendo que la mirara— ¿quién te dijo que me voy a ir con ellas? Vamos Al respira hermano—lo jaló haciendo que juntaran sus frentes— no me iré a ningún lado, me tendrás a tu lado el resto de nuestras vidas—Al soltó un sollozo y la abrazó con fuerza sintiendo como si un peso se le fuera retirado de encima

— Más te vale Esperanza Valdez, porque no deseo que jamás te vayas de mi lado—la más baja correspondió el abrazo acariciando el cabello de su hermano en un afán de tranquilizarlo

— Y no lo haré Al, estaremos juntos siempre, nacimos juntos y nos iremos de la misma manera

Para cuando los chicos los alcanzarlo Alexander se sentía y se veía notablemente más tranquilo, Angel se alegró de verlo así por lo que siguieron con las compras más tranquilos

— Debemos volver—Thomas anunció, el sol se estaba comenzando a poner y no había manera de postergar más el regreso al campamento por mucho que todos ellos desearan mejor volver a sus casas lejos de las cazadoras

— Yo nos llevaré—anunció Angel antes de comer lo último de helado que tenía— tómense las manos—ninguno de ellos estaba muy convencidos de la idea

— Viaje de luz ¿verdad? —preguntó Luke, Angel lo miró alzando una ceja

— ¿Ya viste la cantidad de luz que hay? ¡No! Vamos a hacer un viaje de sombras—Al miró a su amigo negando con la cabeza, pero el rubio menor no le estaba prestando atención y comenzó el viaje

Alexander se aferró a su hermana y a Thomas con fuerza, aunque no con toda la que tenía

"Suéltate" susurro esa voz en su oído "deja que las sombras te traigan a mi" el chico cerró los ojos tratando de bloquear el sonido, pero este seguía susurrándole

— Cállate—susurro, Thomas miró la figura del joven jurando que lo había escuchado, pero no podía hablar debido a las náuseas, apretó un poco su mano tratando de atraer su atención

"Ayer ibas a aceptar y solo fue un pequeño contratiempo ¿Cuánto tiempo crees que tardes en caer ante mí? Deberías solo rendirte niño, estas destinado a ser mío" Alexander negó con la cabeza deseando que aquel viaje terminara ya

Thomas apretó un poco más su mano, pero Al no alzó la vista y el rubio solo se preocupó más ¿Qué le estaba pasando?

— ¿No tienes algo mejor que hacer? Como... atormentar monstruos o ser atormentado.... Déjame en paz—el titán rio en su oído erizando cada bello del menor

"¿Quieres que atormente a alguien?" y Al lo vio, observó el tártaro en todo su esplendor como si estuviera ahí mismo enfrente de aquel horrendo lugar, pudo sentir el abrumador calor y sus pulmones ardieron como si de pronto el oxígeno fuera fuego

Y gritó tan fuerte como sus pulmones le permitieron

Nico Di Angelo (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora