Nico Di Angelo (One-shots)

Nico y los Were (Teen Wolf y más)

Ahh feliz año nuevo xD casi quince días después, peeero bueno.

La verdad no se que pasó aquí... estaba leyendo un fic de Percy Jackson con Teen Wolf y nada esto se me ocurrió, ni siquiera leí la mitad del primer capítulo, no he encontrado un buen fic de este crossover que tengan a Nico como protagonista así que nada, lo cree.

Espero les guste

El olor del humo aún estaba impregnado en mis fosas nasales y ropa, no podía creer que todo esto hubiera sucedido ¡y por mi culpa! Maldita la hora en la que confíe en Kate, una maldita cazadora ¿cómo no reconocí esa manera de moverse? Solo me enamoré como un idiota

- Ya le dije que no tengo familiares-la voz de un niño me sacó de mis cavilaciones, alcé la vista del suelo de la comisaría, uno de los diputados estaba hablando/discutiendo con un escuálido niño de no más de diez años, tal vez once. Su cabello era completamente negro, parecía que absorbía la luz de alguna manera, no había manera de que un humano tuviera ese color de cabello, además, olía extraño.

- A ver... ahm-el diputado buscó entre unos papeles el nombre del niño, este solo negó con la cabeza, desde mi lugar podía ver que estaba agotado, su postura era encorvada, su piel estaba pálida y su ropa sucia y rota, lo único que parecía medianamente rescatable era una vieja chamarra de aviador que le quedaba dos o tres tallas más grande.

- Nico, mi nombre es Nico-por fin se apiadó del pobre hombre, Stilinski creo que se llamaba

- Bien Nico-soltó un suspiro mirándolo de nuevo, tengo un hijo un año mayor que tú-se hincó para estar a su altura, su cabello era rubio obscuro y tenía ya varias canas, estaba seguro que hace unos años no las tenía ¿antes de la muerte de su esposa? No recordaba mucho, mamá decía que el hombre tenía futuro, era honesto y dedicado, alguien al que le va a dar... iba a dar, o por piedad, ella ya no le daría nada a nadie.

Bajé la cabeza de nuevo ahogando un sollozo, no tenía derecho a llorar, todo era mi culpa

- Papá lleva como cinco horas tratando de encontrar a los papás de Nico-una voz me sacó de nuevo, junto a Laura y yo se había sentado un pequeño niño

- ¿A conseguido algo? -Laura se veía tranquila en su presencia, miré mejor al niño, tenía los ojos algo rojos, al igual que la nariz y los labios ligeramente hinchados, había estado llorando recientemente

- Su nombre, pero eso es algo muy reciente, él sigue diciendo que no es de aquí y que no hay familia para contactar, papá no le cree porque... Bueno ¿Quién llega a Beacon Hills de la nada? Pequeño pueblo abandonado por dios-bufó limpiándose la nariz con el brazo- así que nada, papá seguirá tratando, cualquier cosa es mejor que... bueno-se vio un poco apenado por lo que había estado a punto de decir, miró a Laura arrepentido

- No te preocupes Mischief, lo sabemos-mi hermana le revolvió el cabello con una ligera sonrisa- ¿cómo estás? -el niño bajo la cabeza unos segundos, un olor salado me llegó, él pequeño estaba reprimiendo unos pequeños sollozos

- No lo puedo creer... Cora... ella está...-negó con la cabeza tapándose la cara con una mano, oh claro... de ahí lo conocía Laura, él era amigo de mi hermana menor

- Lo sé-Laura lo abrazó por los hombros pegándolo a su costado, me miró afligida

- ¿Qu-qué haces aquí Mischief? -traté de cambiar el tema de conversación, no podía ver a mi hermana llorar, no en este momento.

- No había nadie que me cuidara en casa y papá teme que queme la cocina o algo parecido-bufó- solo fue una vez y me las arregle bien, nada salió dañado-Laura soltó una pequeña risa acuosa

- Quemaste parte de la mesa pequeña travesura-le revolvió el cabello- pero supongo que tu punto es válido, saliste ileso y no hubo que llamar a emergencias-Mischief alzó la cabeza, había un par de líneas mojadas en sus mejillas, pero nadie comentó nada

- ¡Verdad! Pero haz que papá entienda eso

- Mischief, ven-el diputado se acercó guiando al niño, el castaño soltó un suspiro levantándose del banco, pronto el otro chico tomó su lugar y todo se puso un poco más frío, hubo un olor a menta y tierra

- Es hora de ir a la cama, las clases no perdonan a nadie-comentó antes de acercarse al diputado y juntos desaparecer por las puertas de la comisaría

- Nico ¿no? -no sabía que trataba Laura de hacer iniciando una conversación con el niño, y al parecer él tampoco, alzó la mirada

- Y ustedes los Hale, Laura y Derek Hale, lamento su perdida-extrañamente podía creer sus palabras, había algo en él que gritaba muerte por cada poro

- Gracias... ¿le dijiste al diputado que no había nadie a quien contactar? -de nuevo ¿qué rayos estaba intentando Laura?

- Es verdad, ambas cosas, que lo dije que no hay nadie-su corazón se mantuvo estable- mi madre falleció hace muchos años-algo en su voz parecía dar a entender que no se refería exactamente a un par de años- mi hermana falleció hace unos ocho meses, tal vez nueve ¿cuándo fue diciembre? -miró alrededor alzando los hombros- da igual, hace meses. Y mi padre... bueno-rio sin gracia- digamos que no hay señal donde está... casi como si viviera debajo de una piedra-de nuevo, su corazón se mantuvo estable, ni una sola mentira, por pequeña que fuera, había salido de su boca, era sincero

- ¿Cómo llegaste aquí? -él nos miró, sus ojos eran obscuros, casi negros, pero había un tono verde.

- Calcule mal-fue su única respuesta, recargó su espalda en la pared mirando a la nada

- ¿Dónde estabas yendo? -él sonrió un poco

- San Francisco, voy una o dos veces al mes, pero calculé mal lo cansado que estaba y terminé aquí... Beacon Hills-miró alrededor- la última vez que escuché de este lugar... uff-negó con la cabeza- era más pacífico que esto, no estaba... ahm... ¿cómo se llamaba? -trató de hacer memoria al parecer, su mirada viajó al techo, pero realmente no le estaba prestando atención- Darryl... Derrel... algo así, bueno él era el alfa-Laura y yo nos sorprendimos bastante, Darrell había sido nuestro tátara abuelo, además de que él había dicho alfa, sabía de lo sobrenatural

- Darrell-susurró Laura, sus ojos debían reflejar los míos en incredulidad

- Eso, aunque los cazadores también estaban haciendo cosas mejores que cazar hombres lobos... entrenándose para la guerra y todas esas mierdas-alzó los hombros- lo bueno de lo malo supongo, buena época para los de su especie-nos miró, parecía aburrido

- La familia prosperó más que nunca-confirmó mi hermana, aun sonaba lejana, su cerebro como el mío debía estar tratando de entender que estaba pasando

- Eso escuché-se levantó- bueno... debo irme-nos miró atento- volveré en algunos días... arreglen sus asuntos, me parece que les vendría bien un temporal cambio de aires... conozco a la manada local de Nueva York... diferente tipo de hombre lobo... más demoniacos, pero pacíficos y los cazadores deberían darles mayor libertad, posiblemente hasta protección-alzó los hombros- si no... bueno un hijo de un dios siempre es mejor que uno de un ángel ¿no? -dijo pareciendo ligeramente divertido- los veré en cinco días-y desapareció entre las sombras, Laura y yo parpadeamos varias veces

- Eso... eso fue... ¿acaba de pasar lo que creo que acaba de pasar? -ninguno dábamos crédito ¿quién rayos era ese niño?