Capítulo 19

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—¡Joder! ¡Os voy a volver a matar a todos!—Mis gritos son lo único que se escucha en el castillo.

¿Como llegamos a esto? Pues...

7 horas antes.

—Marcus, ¿Me lees?—Le hice ojitos sabiendo que no se resistiria a eso, y como dije no se resistio y empezo a leer.

Me estuvo leyendo durante ua hora, yo ya me encontraba siendo un mar de lagrimas por lo que estaba leyendo.

"Que lugar tan hermoso...
Para estar con amigos.
Dobby esta feliz de estar con su amigo... Harry Potter."

Mis sollozos se hicieron mas fuertes haciendo que Marcus parará de leer.

Me miraba preocupado y culpable.

—Shhh... Tranquila lo siento, no quería hacerte llorar—Puedo notar el desespero en su voz.

—E-Es q-que no debió morir, D-Dobby no debía m-morir, ¿P-por que m-muere?—Balbucee, nisiquiera entendia lo que decía.

Si ya de por si siempre lloraba cada vez que leía o veía la película las muertes de Dobby, Cedric, Dumbledor, Sirius, Snape, Remus, Fred, ahora con las hormonas a tope lloraba mas.

Aún no superaba sus muertes, no debieron morir.

Me asusto cuando la puerta es abierta de golpe y de ahí entran Alec, Aro, Caius, Jane, Félix y Demetri.

—¿Que esta pasando aquí?—Pregunta Caius con la voz ronca, puedo ver que esta enojado mientras mira a Marcus como si lo quisiera matar.

En segundos me encuentro en los brados de Caius.

—Tranquilos, Marcus me estaba leyendo, y estoy muy sensible con las hormonas—Sollozo y de repente recuerdo la muerte de todos y ne pongo a llorar más fuerte abrazando a Caius.

El me acaricia las espalda y el pelo como puede ya que mi barriga gigante me impide poder abrazarlo del todo.

—Tranquila—Caius suena desesperado, y por las caras de los demas también están desesperados por que no llore—¿Que quieres? Pidelo y te lo daremos, ¿Quieres chocolates? ¿Comida? ¿Una mansión? ¿Animales? ¿Mimos?—Pregunta desesperado, calmo mis sollozos con lo último, quiero mimos, ya después que me compren un yate, una mansión y lo que quiera, por que la que va a sufrir en el parto soy yo no ellos, y me lo merezco todo, al fin y al cabo, soy la reina.

—Quiero mimos, pero después hablaremos de la mansión y eso—Le digo.

El asiente y me acuesta con el en la cama, los demas se despiden con un beso dejandome sola con Caius.

Con Caius y Jane son con los que menos tiempo paso y eso no puede ser, todos me tienen que complacer por igual, al igual que yo les tengo que prestar las misma atención a todos para que no piensen que quiero mas a uno que a otro cuando no es así, los quiero a todos por igual.

Caius se recuesta en la cama y yo me pongo como puedo poniendo mi cabeza en su pecho.

Me acerco mas cuando me da mimos en el pelo y la espalda.

Cuando me acerco mas a el, ronronea poniendo su mano en mi barriga dandole suaves masajes.

Aunque no sea de ello y solo de Aro y Alec, los demas lo quieren como si fuera su hijo también.

Aunque pienso tener hijos de cada uno de ellos, pero por ahora con este me vale.

Quiero poder completar el vínculo de pareja con todos antes de poder volver a quedarme embarazada.

Después de unos minutos me voy quedando dormida con los mimos que me proporciona.

No se cuanto tiempo ha pasado pero me levanto por un terrible dolor de barriga.

Suelto un quejido.

—¿Esta bien?—Pregunta preocupado Caius, se me había olvidado que estab aquí.

Cuando intento decirle que estoy bien siento como algo se escurre entre mis piernas y cuando lo veo, creo que me converti en casper.

El bebé ya viene.

Pongo una mano en mi barriga y suelto otro grito.

—Caius el bebe ya viene—Digo entre dientes, es un dolos realmente insoportable.

Veo la cara de pánico de Caius y en dos segundo ya tengo a todos mis compañeros rodeandome sobretodo a los padres del bebé.

—¡Llamad al medico! ¡Ya!—Grita Aro histérico.

Suelto otro grito cogiendo las manos de Aro y Alec a mi lado mientras las aprieto.

Estoy segura de que si no fueran vampiros estarían haciendo muecas de dolor en la cara por como les aprieto la mano.

Después de unos minutos inhaladon y exhalando el doctos privado que mis compañeros contrataron para mi bebé esta aquí.

Voy a tener a mi hijo en mi habitación.

—Abra las piernas—Balbucea el doctor, mis compañeros lo tienen aterrorizado.

Mis compañeros gruñen celosos por que otro hombre me vea pero no estamos para celos.

—Dejad de gruñir y dejadlo trabajar—Grito.

-Ok señorita, puje con todos sus fuerzas—Dice el doctor.

Hago lo que me pide y pujo, joder que dolor.

—¡Joder! ¡Os voy a volver a matar a todos!—Mis gritos son lo único que se escucha en el castillo.

Y así es como llegamos aquí, a mi gritando como una loca posesa.

—¡Ahhhh!—Ese es mi último grito antes de escuchar un fuerte llanto.

Respiro profundamente antes de el como el doctor carga a mi hijo.

—Es un niño hermoso—Dice para después quitarle el cordón umbilical y limpiarlo con una manta.

Después de eso lo trae a mis brazos, en cuanto tengo a mi bebé en brazos deja de llorar.

Mis compañeros tienen los ojos brillosos, estoy segura de que si pudieran llorar estarían llorando.

—Es hermoso—Susurro acariciandole la mejilla, el bebé habré los ojos y puedo ver como tiene el color de mis ojos, pero en lo demas es una mezcla de Aro y Alec.

Aro y Alec se ponen a mi lado, acariciando al bebé, que pone una suve sonrisa.

—¿Que nombre le ponemos?—Pregunta fascinado Aro.

Pienso un momento antes de responder.

—Enzo—Susurro.

Mis compañeros asiente de acuerdo con el nombre y todos nos quedamos en silencio admirando al nuestro bebé, Enzo, el príncipe de Volterra.

LA COMPAÑERA DE LOS VOLTURI (Twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora