¿Increíble no?
Un viaje cambio mi vida, literalmente, no estaba en mis planes meterme en el mundo sobrenatural y de repente estoy con vampiros posesivos.
Me sentía tan a gusto que quise dormir un poco mas, pero ya se me había quitado el sueño, me removi un poco, haciendome sacar un gemido y seguido escuchar un gruñido y unas manos en mi cintura.
—Mi reina, no te muevas—dijo Aro en un gruñido.
Los recuerdo de ayer me vinieron de golpe a mi mente haciendome sacar una sonrisa tonta, había dormido toda la noche con Aro dentro mío.
Me moví, haciendome sacar suspiros y Aro gruñidos.
Deje de moverme haciendo que Aro con sus manos me moviese.
—No cariño, estoy segura que tines que juzgar a alguien o algo—dije divertida—asi que dejame, me voy a duchar.
Escuche su gruñido de protesta.
Me reí, me envolvi en sabana dejando a Aro desnudo en la cama sin nada, me mordi eo labio realmente se veía caliente.
—¿No te ibas a bañar?—dijo con voz burlona.
Riendo me fui al baño, escuche unos pasos detras mío.
Me metí en la bañera, encendí la bañera, me entremezco a la hora de sentir el agua en mi piel, sentí como unas manos se posaban en mi cintura y me apegaba a el, sentí su miembro duro.
Me restregue contra su miembro, sacandonos suspiros a los dos.
—Te ves tan sexy— susurro Aro con voz ronca en mi oído, sentí como poco a poco metía su miembro en mi.
—A-Aro— dije, Aro me cogió de la cintura mientras me embestia lento, cada vez iba mas rapido, me pego contra la pared haciendo que mi cara quedase pegada a esta.
Gruñidos y gemidos salían de su boca, quito una mano de mi cintura y la puso en mis pechos mientra los masajeaba, me empezo a dar pequeñas mordidas en mi cuello, iba a quedar marca.
—Mi reina—dijo en un gruñido mientras se movia mas rapido y yo solo podia gemir ya que no me salian las palabras.
Sentí que mi orgasmo ya estaba cerca y el suyo también, nos empezamos a mover mas repido, haciendo así que llegasemos al climax.
Agitada recargue mi cabeza en el hombro de Aro mientras el repartía pequeños besos en mi cuello.
—Te amo— susurro en mi oído.
—Yo también— le conteste mientras salía de el y me daba la vuelta para darle un beso en los labios.
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Después de esa intensa mañana con Aro, el se tuvo que ir a la sala de tronos, moentras yo me cambiaba.
Escuche como tocaban la puerta, fui y vi que era Demitri.
Sonreí.
—Hola mi bella dama—dijo Demitri.
—Hola cariño—dije, vi como sus ojos brillaban.
—Vamos, tenemos que ir a la sala de tronos—dijo, vi como el se fijaba en mi cuello, sonreí sabiendo que había visto los visibles chupetones que me había dejado Aro.
—Vamos— dije tomandole de la mano, tomados de las manos.
Caminamos hacia el trono en un silencio comodo.
Demitri abrió las puertas, haciendo que todos los presentes nos mirasen, en seguida note como alguien me abrazaba deseperado, me separe un poco y vi que era Aro.
—Te extrañe tanto—dijo Aro para despues besarme con desesperación.
Me llevo con el a su trono sentandome yo en su regazo.
—Nos vimos esta mañana cariño— digo riendome, le acaricie el pelo y escuche como ronroneaba.
—No importa, te extrañe—dijo metiendo su cara en el hueco de mi cuello.
—¿Puedo saber por que Aro esta tan meloso y mas posesivo de lo normal?— pregunto mirando a todos sin dejar de acariar el cabello de Aro.
—Al haberse completado contigo físicamente, Aro se ha puesto mas meloso y posesivo—dijo Marcus mirandome—con todos sera así, al completarse con nuestra compañera nos ponemos así— termino diciendo.
—¿Y cuánto dura esto?—pregunte divertida ya que Aro me estaba dando pequeños besos en el cuello haciendome cosquillas.
