Luna Nueva Esmeralda (En Pausa)

6. Desaparición

La semana que siguió, había sido extremadamente divertida, la casa era enorme, tenía habitaciones individuales para todos, incluso para los gemelos aunque preferían dormir juntos, en una sola habitación con camas separadas, al entrar estaba la sala, donde los muebles eran de un elegante color negro muy cómodos, el piso era de madera oscura, si apretabas un control se abría la pared para enseñar una pantalla plana gigante y si aún querías más tamaño también se encendía un proyector en una de las paredes como si fuera un cine y de hecho, había un pequeño cine, con 10 sillones que se reclinaban comodamente, una máquina de palomitas, dulcería y mini refrigerador.

El techo que cubría la sala era de cristal entonces se veían los árboles afuera, luego estaba la cocina, una perfecta cocina americana, más grande que la de Japón y a Harry le encantaba porque no tenía las gavetas en lo alto, más bien en todas las puertas de la barra había donde guardar cosa, tenía una alacena donde poner provisiones y una barra con sillas altas por si se quería desayunar aquí.

Cada habitación tenía su baño propio con vestidor y todas eran grandes, con paredes altas y ventanales con una perfecta vista al bosque donde entraba mucha luz, tenía un sótano que se dividía en el laboratorio de Severus y el de los gemelos, un estudio, una biblioteca, justo en medio de la casa donde sobresalía un gran árbol y las paredes eran de cristal, así que se veían los estantes con libros cuando hibas subiemdo las escaleras al segundo piso.

Y lo que más le gustaba era el jardín, había unos sillones en forma de círculo, hechizados para que nunca se mojaran y en medio una estructura de piedras para encender una fogata, Neville tenía su propio invernadero lo cual le había hecho muy feliz y justo al costado había una piscina, que tenía techo y paredes de cristal dando la sensación de estar en la intemperie, dentro se podía sentir una temperatura de 40° como si estuvieran en un clima tropical.

Definitivamente, los adultos se habían ganado una estrellita en la frente, porque la casa era preciosa y lo mejor estaba tan alejada de chismosos como fuera posible.

Las clases en EU comenzaban en diferente tiempo que las de Japón y entraban esa misma semana, después de hacer parrilladas en el jardín porque curiosamente había hecho muy buen clima, estar todo el día en la piscina y ver un maratón de películas de superhéroes, tenían que regresar a la "realidad", cuando Harry despertó hizo que se abrieran las persianas de su habitación y rodó perezosamente fuera de la cama hacia el baño, encendió la TV y escucho las noticias mientras se lavaba la cara, los dientes y se vestía con ropa abrigadora ya que parecía que la buena racha de clima se había ido, bajó las escaleras y vio a Draco comiendo un plato de cereal mientras leía Twitter o algo así.

-buenos días- dijo mientras caminaba a poner dos panes en el tostador- quieres algo más que cereal? - dejó la mochila a un lado y se preparó un café con leche.

- no, no tengo muchas hambre- dijo el platinado mientras dejaba el teléfono a un lado- ¿cómo estás hoy? 

- me siento bien- dijo levantando sus pulgares- estoy animado, tengo la sensación será un buen año- dejó su taza sobre la mesa y se sentaba frente a Draco.

- ¡Buenos días! - entró Neville a la cocina y sacó el jugo del refrigerador y un vaso, para servirse un poco- 

- ¿Estás emocionado? - pregunto Harry a Neville que se sentó junto a ellos.

- estoy ansioso, que tal si todo lo que me enseñaron se me olvida? Quedaré como un ignorante frente a muchos adolescentes- tembló un poco.

- resolviste los exámenes para ponerte a nuestro nivel en un solo día, prácticamente eres un genio, que no te intimiden- dijo Draco mientras miraba a Harry poner a sus panes mantequilla y mermelada con sumo cuidado, Neville siguió su mirada y sonrió.