ABANDONADOS (ENHYPEN)

Luz de Luna

La siguiente semana, Heeseung y Taehyun pasaban la mayoría del tiempo juntos, a pesar de que el calor era bastante pesado y seco, se juntaban en el jardín de la casa a hablar de cualquier cosa que se les viniera a la mente. Un día de aquéllos, plantaron juntos un árbol en el que crecerían flores de diferentes tamaños pero de las que no se podría saber el color, debido a que dependía en la zona en la que se hubiese plantado, los cuidados que se le dieran y el clima, por ende, ambos trataban de adivinar el color de aquellas flores, Heeseung proponía el azul, mientras que Kang votaba por el amarillo.

Heeseung salía con Sunoo todos los días al caer la tarde para agregarle un poco de agua al árbol, al que todos los habitantes de la casa cuidaban con cierto cariño y cultivaban ansiosamente esperando a que el primer fruto floreciera mostrando su color brillante que embellecería el jardín.

Estas prácticas relajaban a Heeseung con facilidad, le hacían sentir paz. Mientras mas crecía el árbol mas tranquilidad se mostraba en la actitud del joven hasta un punto en el que decidió aprender a pintar retratos de aquel ser vivo. Las sonrisas en su rostro fueron mas frecuentes, el cariño que demostraba hacia Sunoo también crecía exponencialmente, regalándole rosas de vez en cuando para que después las colocase en jarrones de cristal adornando el hogar. Todo parecía estar en pie para Heeseung, era eso lo que necesitaba, lo que buscaba, un hogar como este...

Heeseung hizo un regalo especial para Sunoo con sus propias manos... Un precioso y pequeño oso de peluche color café claro, con ojos de botón, moño de corbata color rojo, tan adorable como le fue posible utilizando sus habilidades de costura que había aprendido a solas toda su vida.. Ya que no encontraba algo mas que le distrajera además de leer libros. Pero los que tenia anteriormente en su hogar, ya los había leído cientos y cientos de veces, cosa que le había facilitado predecir lo que contaría la siguiente página.

La luz de la luna, por alguna razón, le hacia tener mayor visión en su trabajo cuando se ponía manos a la obra en la noche... Mientras Sunoo dormía con extrema tranquilidad, Heeseung se sentaba junto al gran ventanal, dejando que la luz azul de la luna le ayudase a trabajar y con razón, a hacer un resultado cerca de perfecto.

Rellenó al pequeño oso adorable hasta que se encontrase tiernamente abrazable, como últimos toques, agregó sobre una de las patas del oso, una frase escrita en coreano tradicional que se podía leer en: "donde sea que estés, hagas lo que hagas, vayas a donde vayas, yo siempre estaré contigo". Bordó aquellas letras a mano utilizando un hilo rojo, con el mismo que había elaborado el moño alrededor del cuello del oso.

La tarea le llevó poco mas de una semana, pues quería asegurarse de que la calidad del oso al que le había aplicado mucho esfuerzo, cariño y significado con gran valor, fuese de la mejor posible. Incluyendo la razón de que, se lo daría a quien consideraba, la mas especial de sus razones para vivir. Heeseung decidió entregarle el oso a la mañana siguiente, así que se recostó, y al dirigir su mirada hacia el techo se preguntaba... Cual podría ser el nombre de aquel oso....

Heeseung tenia un plan aquella mañana con Taehyun, quien le había citado para mostrarle una sorpresa que, a palabras de Taehyun, a lee iba a encantarle. Así que se arregló temprano en la mañana.

Heeseung se miraba al espejo mientras cepillaba su cabello con suavidad, a la vez que Sunoo, recién despierto, caminó hasta él mientras se tallaba uno de sus ojos. Lee lo miró a través del espejo y sonrió al notar que Sunoo estaba despeinado y con la pijama hecha revoltijo, como si hubiese dado vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño. Lee sonrió enternecido al verlo.

Sunoo caminó lentamente hasta Lee y lo abrazó por la espalda mientras colocaba su cabeza en el hombro de este. Sus ojos aun no se abrían y aun salían de él unos cuantos bostezos.