ABANDONADOS (ENHYPEN)

Los reyes

Al volver a la mansión con sus amigos, estos le esperaban con las mismas vestimentas finas y elegantes que habían lucido aquella noche en la que conocieron a la bella mujer victoria.

Al entrar, Jay lo recibió en la puerta y le extendió en sus brazos el conjunto de ropa incluyendo el antifaz.

-es hora, date prisa-.

Heeseung asintió, y se presentó a los poco minutos en la sala amplia y moderna de la mansión... Los candelabros brillantes decorados con cristales que aparentaban ser diamantes, iluminaban el pulcro suelo blanco de mármol pulido que reflejaba las sombras de los presentes como espejos blancos haciendo resonar los zapatos de cada uno en un eco que recorría todo el lugar...

El techo estaba tallado finamente al igual que los altos pedestales que sostenían sobre si todo el peso del segundo piso como dos brazos que sostenían la construcción con increíble fuerza... Al encender las velas con ayuda de un chasquido de los dedos de Sunghoon, iluminaron todos y cada uno de los rostros presentes cubiertos con antifaces y que observaban fijamente a sus contrarios mientras se encontraban sentados en el suelo. Victoria les acompañaba sin separarse de Jay en ningún momento...

Victoria tomó una de las copas de oro entre sus finos dedos de nuevo cubiertos con guantes rojos y la elevó hacia el cielo justo en medio de todos los participantes, quienes elevaron su mirada hacia la copa como era necesario en el ritual.

-fuerzas oscuras y poder que residen en el bajo astral, traigan ante nosotros lo invisible e insuperable, traigan frente a nuestros ojos al oscuro ente que hoy llamamos para que nos permita traerlo de vuelta a esta realidad a través del portal... Reúne las piezas deshechas, crea desde tu naturaleza a esa alma que se deshizo sobre tu viento... Devuélvenos a ese ser hecho cenizas que invocamos hoy, será un renacimiento total de aquella alma que dejo de existir, con esta sangre, te pedimos, naturaleza oscura, que nos devuelvas a quien necesitamos en nuestras vidas sin ningún daño, que le permitas renacer... Toma nuestra sangre y a partir de ella... Cumple nuestra petición-.

Victoria, al terminar lo dicho, bajó con suavidad la copa ahora maldita hasta el suelo con extremo cuidado, el hechizo estaba iniciado. A continuación, cada uno de los presentes derramó su sangre desde sus dedos hasta la copa... Dejándola caer gota por gota suavemente despertando el hambre de todos los estómagos como quien observa frente a si su delicioso platillo favorito.

Todos los jóvenes, con sus colmillos afilados, bebieron cada uno, un trago del rojo líquido espeso que se deslizaba por sus gargantas cual delicioso delirio de sabor dulce que invadía sus paladares y teñía sus bocas de rojo por dentro, calmando su sed y saciando sus sentimientos de profunda necesidad como si una brisa apagara la vela de forma delicada.

Los chicos podían sentir como su alrededor se volvía cada vez mas denso y pesado, dejando entrar por todas las puertas y ventanas, a la oscura energía del reinado que antes perteneció al ángel. Cuando la copa estuvo vacía, Heeseung colocó dentro de esta, el seco y destruido corazón del ángel al igual que la sangre de este mismo mientras el amuleto de Ni-ki se movía suavemente de un lado al otro sobre la dorada copa.

-naturaleza oscura... Que ahora somos parte de ti... Crea en lo mas profundo de tu existencia al alma destruida de Yang Jungwon... Con el poder que me corresponde como descendiente del trono oscuro... Ordeno con respeto, armonía, amor y plegarias que renazca su existencia en la tierra, deposita en nuestras manos su nueva creación y nosotros estaremos satisfechos-.

Cuando Hee termino de mencionar sus palabras, todos los presentes cerraron sus ojos y juntaron sus manos con quienes se encontraban a sus lados, meditando en concentración y uniendo sus poderosos espíritus para lograr su cometido... Después de un par de minutos entrelazando sus almas unas con otras, pudieron ver a través del portal... En el antiguo reinado del ángel, un circulo de arboles en medio del bosque lleno de vida, donde soplaba un viento fuerte pero delicado a la vez como un soplido que sacudía todo lo verde que decoraba el suelo y las copas de los arboles.