El Café Zanders

Cap. 9 Presa

–Y que más sucedió–.

–desperté encerrada en una especie de jaula, estaba a oscuras pero pude sentir con las manos otras personas, intente hablarles pero no me respondían.

Luego llego el sol que dejo ver lo que no quería ver.– trago saliva y continúo – estaban m8s compañeras allí conmigo, Hanna estaba muerta y Ara no se movía tenia los ojos abiertos y respiraba pero ni pestañeaba–.

El hombre se levanto de su silla y camino hacia la puerta, –¿no te importa si fumo un cigarro?–.

–no–.

El hombre encendió su cigarro y formuló la siguiente pregunta:

–¿Cuánto tiempo llevan en esa jaula?–.

Me tome el tiempo de contar los días asique esa pregunta era fácil de responder –20 días, luego llegaron ustedes–.

–¿Qué sucedió en esos 20 días?–. Interrogaba el hombre.

–El primer día intente escapar, no lo conseguí al siguiente intente hacer reaccionar a mi compañera ella solo me miraba, y recordé lo mucho que odiaba eso sin embargo me alegraba que este viva.

Me quite mi chaqueta y cubrí el rostro de Hanna, al tercer día Ara reacciono se levanto y camino hasta las rejas de la jaula y se quedo ahí.

No se que le paso a ella después de que nos capturaran pero entiendo como se sentía.

Así pasaron los días, frio, calor, sed, hambre, lluvia, viento, miedo y desesperación eran los únicos visitantes de nuestro encierro.

Hasta que ese día llego más bien noche, Ara se suicidó cuando yo me dormí, al despertarme la encontré tirada junto a Hanna.

Solo estuvo 4 días con ella y ya se había encariñado, hasta entonces me quede sola junto a ellas esperando la muerte por inanición–.

El hombre no decía una sola palabra, un silencio invadió la sala donde me encontraba hasta que rompí el hielo –ahora no se que voy a hacer ya me morí 2 veces–.

–una ultima cosa, ¿cuál era el sueño de Hanna?–. Preguntaba.

–escuchar a las personas y servirles–. Le respondo.

–¿y el de Ara?–.

–No lo se–.

–¿cual era tu sueño?–

Me quede callada tras esa cuestión y no respondí, ni yo sabia lo que quería solo estaba con Hanna.

–esta bien, recuerda que aun te queda mucho por explorar Jessica– dijo aquel hombre y se alejo, al hacerlo se cerro la puerta blanca del hospital donde me encontraba.

Ahora estoy presa.

Presa de mis pensamientos, presa del mar de lagrimas, lagrimas que no se derraman que solo están presentes, presentes en mis movimientos.
Movimientos que tratan de alejar el pasado, el pasado la fecha mas triste.

Estoy presa.

Pero no estoy en una cárcel y en cautiverio, soy libre de caminar por la calle pero los recuerdos atroces de esa masacre llamada guerra me apresaron por la eternidad y algún día cuando no pueda aguantar más, morir será la solución.

Pero algo que me enseño Hanna es seguir adelante, ella cono yo tuvo una vida difícil, lo mismo Ara. Y ahora ya no están.

Por ellas no parare, aunque me duela no parare.

¿Ya estoy jodida verdad?.

Lo se ni yo me entiendo.

FIN.