La lista

Capítulo 23

Hell's Kitchen

Calle 47 oeste, número 451

Martes 18 de febrero de 2020.

Después de decirle a Henry que investigara la página que mencionó Thomas Anderson en el interrogatorio, Orion salió de nuevo del precinto y condujo hacia Hell's Kitchen para revisar el departamento, pues por la persecución, no se pudo quedar a catear el lugar o buscar algo útil para la investigación.

Entró al edificio color coral y subió hacia las escaleras para ir al último piso. La puerta del departamento 14 seguía entre abierta. La empujó y entró, recorriendo el pequeño lugar con la mirada, buscando alguna computadora. Caminó hacia la habitación de Anderson y entró; la escena era un desastre. El cobertor de la cama estaba en el suelo, las almohadas no estaban a la vista y la sábana con la que se tapaba aquella mujer estaba sobre el buró, como si la hubiera aventado en las prisas por irse de ahí. En general, parecía como si una estampida hubiera pasado por esa cama. Notó que había un pequeño escritorio al otro lado de la cama, y encima, una computadora. «Eso fue fácil.» La agarró y se volteó para salir de ese lugar.

Cuando llegó al precinto, fue directamente a la sala de computación, donde estaba su compañero. Henry Smith lo miró entrar y le hizo una seña con la mano.

—Encontré el nombre de la página —le dijo en lo que Orion se sentaba a su lado—. Se llama M.E.R.K. Por lo que investigué, es una plataforma desarrollada por un ruso y un kazajo, donde mercenarios suben sus perfiles para que otras personas puedan contratarlos para asesinar. Al principio, se limitaban a Rusia y Kazajistán, pero al ver su éxito obtenido con la plataforma, ampliaron su servidor a todo el mundo.

—¿Encontraste a Anderson ahí?

—Sí, pero no con ese nombre —proyectó en la pantalla grande y el rostro tosco de Anderson apareció—. Se hacía llamar Connor Ashford, pero como ves, la cara es la misma. Esto esta de locos, es como si fuera el Facebook de los asesinos a sueldo. O como un nuevo Assassination Market, pero más siniestro.

—¿Cómo funciona? ¿Y qué es Assassination Market? — preguntó Orion con las cejas alzadas.

—Bien, primero responderé la segunda pregunta. Assassination Market es un sitio en la parte oculta de la internet, en el cual usuarios anónimos hacen apuestas relacionadas con la muerte de determinada persona. Es decir, alguien podría apostar que Bill Clinton morirá de un ataque al corazón la próxima semana; mientras más grande la cantidad, más es la posibilidad de que algún loco se atreva a cumplir la apuesta.

»La página no puede encontrarse simplemente en Google. El sitio esta dentro de uno de los proyectos del Laboratorio de Investigación Naval, llamado The Onion Router, el cual funciona para encriptar de manera repetida la actividad de la computadora, y con eso, ocultar el origen, contenido o destino de lo que uno se tenga entre manos, y sólo se puede acceder si se tiene el software indicado. Como esta página hay muchas otras igual de locas y siniestras. Hubo un radical de internet llamado Jim Bell, quien hizo un ensayo en donde alegaba que apostar cierta cantidad de dinero para predecir la muerte de una persona no era ilegal, y que si alguien llegaba a asesinar, no sería culpa de quien hizo la predicción.

»Pero imagina, si un colectivo de personas estuvieran tan furiosas con una figura pública, de seguro se tomarían en serio la predicción hecha por un usuario anónimo. Hitler, Stalin o Mao hubieran muerto mucho antes si en su época hubiera existido Assassination Market. Se dice que no ha muerto nadie que haya sido mencionado en el sitio, pero nunca se sabe. El anonimato que ofrecen las redes hace valientes a las personas, y a veces, puede llegar a ser peligroso.