Capítulo 12

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Residencia Baker

521 de Park Avenue

Viernes 14 de febrero de 2020, por la mañana...

Por la mañana, Orion le mandó un mensaje a Sally diciéndole que tuvieron éxito rastreando la dirección IP del usuario. Ella quiso ir con él para interrogar al hijo de Jonathan Baker, pero el detective se negó rotundamente, además, le recordó que no puede faltar a la escuela. Esa mañana amaneció con más frío que el día anterior. Orion Frye se estacionó frente al 521 de Park Avenue. El edificio era enorme y, a pesar de un acabado antiguo, era muy elegante. Los copos de nieve ya estaban cayendo del cielo, juntándose en la banqueta y en el techo de los autos. Se ajustó el abrigo negro y entró al edificio. Pidió el número del penthouse de Jonathan Baker en la recepción, diciendo que era policía y estaba ahí para una investigación en curso. La chica le indicó que se encontraba en el piso 11C.

Orion tocó el timbre y esperó, quitándose un poco de nieve que tenía en los hombros y en el cabello negro. La puerta se abrió y una joven chica se asomó.

—Buenas tardes, detective Orion Frye —enseñó su placa y la chica mordió su labio inferior—. ¿Se encuentra el señor Baker?

—Eh... un momento por favor. — volvió a cerrar la puerta y se escuchó cómo se alejaba.

Orion suspiró y metió la mano en el bolsillo de su abrigo. Miró distraídamente el decorado de la pared del pasillo, el cual parecía haber sido remodelado recientemente por la intensidad del color coral.

La puerta volvió a abrirse, esta vez completamente.

—Pase, por favor.

—Gracias. — Orion entró al penthouse, sorprendiéndose del pequeño vestíbulo.

Frente a él dos arcos se alzaban formando una entrada hacia una lujosa estancia. En la pared derecho había un cuadro de arte colgado con marco de color oro. La chica lo guió hacia la sala que vio desde la entrada; de reojo, vio una escalera de mármol con barandales ornamentados a su derecha. Era como un pequeño palacio.

En la sala, se apreciaban los ventanales con acceso a un balcón. A su derecha, había una chimenea, y encima, decoraciones abstractas y bien colocadas.

—El señor Baker bajará en un momento. — le informó la chica.

Orion asintió y se quedó contemplando el cuadro que estaba colgado en la pared encima de la chimenea. Era un precioso paisaje de Monet; el cuadro impresionista era un campo de tulipanes de todos colores y al fondo un molino junto a un par de casas. A su hermana Rosemary le fascinaría ver esa obre de arte en persona. Supone que los Baker la adquirieron en una cantidad estrafalaria de dinero en alguna subasta o de una galería de arte de la ciudad.

Al escuchar un carraspeo, salió de sus pensamientos y volteó para encontrarse con un hombre vestido impecablemente; un traje de tres piezas hecho a medida y zapatos brillosos.

—Buenas tardes, señor Baker.

—¿Qué desea, detective? — le preguntó con irritación y un gesto de molestia en el rostro.

—Quiero habar con su hijo menor —contestó con frialdad—. Hacerle unas preguntas relacionadas a un caso que estoy investigando.

—¿Con William? ¿Qué tiene que ver con "su caso"?

—Estoy tras una pista y su hijo figura en ella. Es de vital importancia que hable con él.

El rostro de Jonathan Baker, en un momento de su vida atractivo, enrojeció y miró a Orion como si fuera un chicle en la suela de su zapato.

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