Dos

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Estaba con mi hermanita en el parque; ella estaba en su coche jugando con sus juguetes y yo solo paseaba observando el lugar.

Había personas mirándome con lástima. Seguro piensan que es mi hija, ya me ha pasado antes, pero no me importa, pues sé que es mi hermana, y lo que otras personas piensen o digan no me afecta.

Seguí paseando y, de repente, sin darme cuenta, choqué con alguien.

Al verlo, parecía que era uno de esos chicos superdotados, ya que llevaba el uniforme y aún tenía la máscara puesta.

—¡Ay, lo siento, chica! No me di cuenta —dijo el chico, algo preocupado.

—¿Qué? No, lo siento yo. Debí haberme fijado, estaba distraída... Por cierto, bonito uniforme —dije, intentando iniciar una conversación. Quizás podría averiguar más sobre ellos. Me interesa mucho saber qué hacen, y de paso podría hacer mi primer amigo aquí.

—¡Ah! Gracias... Seguro ya sabes de dónde soy —dijo con una sonrisa.

—Pues algo así. Soy nueva aquí, recién me enteré... —respondí encogiéndome de hombros, mientras sacaba a Juliette de su cochecito, ya que quería salir.

—Bueno, mucho gusto, soy el Número 4, de la Academia Umbrella —comentó con tono juguetón. No pude evitar reírme por la manera en que se expresaba; parece muy sociable.

—Mucho gusto, Número 4. Yo soy ____ Gray, y ella es Juliette Gray —el chico con nombre de número rió y comenzó a jugar con Juliette.

—¿Puedo cargarla? —preguntó.

—Claro, pero con mucho cuidado —le respondí, entregándole a Juliette, y ellos comenzaron a jugar.

—¿Te llamas Número 4 o tienes otro nombre? —le pregunté. El chico me miró e hizo gestos para que lo siguiera, parecía ser un secreto. Dudé un poco, pero este chico me daba buenas vibras, así que lo seguí.

Me llevó a un lugar cerca de su casa. Bueno, por ahí... Es algo difícil de explicar. (Es el lugar donde aparece Klaus en la escena del basurero, y justo Cinco baja por unas escaleras con Dolores en una mochila).

—Bueno, ¿y ahora? —le pregunté. Él asintió, y debo mencionar que todavía sostenía a Juliette.

—Sí... Pero promete que no se lo dirás a nadie —yo asentí y él se quitó la máscara con una mano mientras sostenía a Juliette con la otra. Y sí, era guapo.

—Hola, ____ y Juliette, soy Klaus, Klaus Hargreeves —dijo con una gran sonrisa.

—Wow... Hola, Klaus...

—Ya lo sé, soy muy sexy, siempre me lo dicen —iba a decir algo, pero una voz desconocida nos interrumpió.

—No mientas, nadie te dice eso, ¡tarado! Y a papá le interesará mucho saber que es abuelo... —me giré y vi a un chico muy guapo. No supe qué responder... ¿Acaso pensaba que...? El chico se quedó un rato mirándome, sonrió, pero enseguida borró la sonrisa y se puso serio.

—¿Qué? No, no es lo que piensas —dijo Klaus, entregándome a Juliette.

—Amm, sí, es mi hermanita... No pienses otra cosa, chico —comenté nerviosa.

—Bueno... No me interesa... Y Klaus, en un rato llega papá, todos regresamos de la misión... Y tú, no digas nada sobre esto —dijo, mirándome fijamente. Solo asentí, y él desapareció con una luz azul. ¡Wow! Sí que tienen poderes... Son increíbles.

—Wow... —fue lo único que salió de mi boca.

—No sé si estás sorprendida por Cinco o por ver su poder... —comentó Klaus, sonriendo.

—Diría que por ambas cosas... —estaba en las nubes. Obvio que era por las dos cosas: su poder y él.

—Si quieres, te lo presento... Cuando tú quieras. Ya me caes bien, y ahora que eres mi mejor amiga, también me gustaría que fueras mi cuñada —no sé cuándo me pidió ser su mejor amiga, pero me cae bien, así que acepto. Y, obviamente, ¡quiero ser su cuñada!

—Sí, claro... Pero no se lo digas, por favor —dije, colocando a Juliette en su cochecito.

—No te preocupes, seré como un sordo... —fruncí el ceño, confundida.

—¿No será mudo?

—Sí, eso —siguió sonriendo.

—Bueno, ya me tengo que ir. Fue un gusto hablar contigo, Klausito... ¿Te puedo llamar así? —Él asintió y me abrazó.

—Por supuesto, ¡fiera de mi corazón! —reí por cómo me llamó y se separó del abrazo. Tú serás la fiera.

—Okey... Bueno, bye.

—Sí, mañana regresa y te haré conocer a Cinco... Así se llama.

—Amm, bueno... Te veo mañana, y muchas gracias, Klausito.

(...)

Narración de Cinco:

Habíamos llegado de la misión. Klaus se había escapado, como casi siempre lo hace. Nosotros terminamos con todos los ladrones, papá, como siempre, se quedó hablando con los periodistas y demás.

—Oye, Cinco, te toca buscar a Klaus —dijo Allison, a lo que yo rodé los ojos y me teletransporté para buscar a Klaus.

Primero fui al parque cerca de la academia, pero no estaba, así que fui a una calle al costado de la mansión; él suele estar ahí, haciendo quién sabe qué.

Cuando llegué, lo vi con un bebé en brazos y una chica, a la cual no pude ver bien, ya que estaba de espaldas.

—Ya lo sé, soy muy sexy, siempre me lo dicen —dijo él, haciendo sus poses raras mientras cargaba a un bebé.

—No mientas, nadie te dice eso, tarado. ¡Y a papá le interesará mucho saber que es abuelo! —lo dije de broma, obviamente no creo que Klaus sea capaz de eso... Espero. De pronto, la chica con la que estaba se volteó... Y wow... Tengo que admitir que me puse nervioso, pero me controlé y seguí serio.

—¿Qué? No, no es lo que piensas —dijo Klaus, entregándole la bebé a la chica.

—Amm, sí, es mi hermanita... No pienses otra cosa, chico —dijo ella nerviosa... Al parecer, estaba igual que yo, solo que no sabía disimularlo.

—Bueno... No me interesa... Y Klaus, en un rato llega papá, todos regresamos de la misión... Y tú no digas nada sobre esto —amenacé a esta chica, pues nadie puede saber nuestra identidad.

Me teletransporté a mi habitación y comencé a pensar en esa chica... Tiene algo... Que me gusta... Creo... Pero no le di demasiada importancia y fui a leer algunos libros.

EL CHICO UMBRELLA ||𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora