EL CHICO UMBRELLA ||𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠©

Siete

Las clases transcurrieron de manera normal, con algunas conversaciones esporádicas con Allison y unas cuantas llamadas de atención de los profesores. Al llegar la hora del almuerzo, Allison se quejaba mientras buscábamos una mesa.

—¡Me aburrí muchísimo en las clases! Y lo peor fue que el profesor nos hizo pasar vergüenza solo por hablar. —Me reí ante su comentario.

—Sí, a veces son así...

—¡____! —Gritó una voz a mis espaldas. Al girarme, vi a Lily y Eva acercándose rápidamente.

—¿Quiénes son ellas? —susurró Allison a mi lado, observando cómo las chicas se aproximaban.

—Son amigas. Ven, te las presento.

—¡____! ¿Cómo te fue en la clase? —preguntó Eva con una sonrisa.

—Bien... ¡Ah! Ella es Allison, una nueva amiga. —Las chicas se detuvieron y estrecharon la mano de Allison.

—Mucho gusto, Allison. Soy Lily, y ella es Eva.

—Mucho gusto, chicas —respondió Allison con una sonrisa.

(...)

—Estoy segura de que mi hermano llegará pronto. Es un presumido —dijo Allison mientras organizaba su almuerzo en la mesa.

—Así son la mayoría de chicos. Mi hermano también lo era hace unos años, pero ya cambió... —comentó Lily.

—¿Vieron al chico nuevo? ¡Está súper lindo! Se sienta a mi lado en clase —dijo Eva emocionada.

—¿Qué chico? —pregunté, algo confundida.

—El nuevo, el chico de esa academia, Umbrella. —Lily miró a Allison, quien abrió los ojos con sorpresa.

—Espera... Tú también eres uno de ellos. ¡Eres Allison, Número 3! —exclamó Eva emocionada.

¿Uno de los hermanos de Cinco está aquí? ¿Y también su hermana?

—¿Conoces a Cinco? —pregunté, algo nerviosa.

—Sí, es mi hermano. De hecho, ahí viene —respondió Allison, algo incómoda.

Al voltear, vi a Cinco acercándose a nuestra mesa. Se veía tan lindo como lo recordaba. Al parecer, no me había visto todavía.

—¡No me vuelvas a dejar solo con esos idiotas! —se quejó Cinco, sentándose justo al lado mío.

—¡Dios, Cinco, contrólate! —dijo Allison, mordiéndole una manzana.

Cinco solo rodó los ojos y, al voltear, finalmente me vio. Sus labios se abrieron en sorpresa.

—¿____? —Me sonrió, algo nervioso.

—Hola... ¿Cómo has estado? Ha pasado mucho tiempo...

—Bien... —murmuró, bajando la cabeza. Parecía tan nervioso como yo. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, dejando ver su hoyuelo.

No pude evitarlo y le di un beso en la mejilla. Vi cómo se sonrojaba sorprendido, y cómo las chicas abrían la boca en la misma expresión.

¿Qué esperaban? Soy Aries, así de impulsiva...

Hasta yo me sorprendí. Nunca pensé que haría algo así; deseé poder esconderme bajo la mesa.

—¡Wow! Nunca pensé que fueras tan lanzada, ____ —comentó Lily, aún sorprendida.

—Yo... No, es que... Ay, perdón, Cinco... —dije, avergonzada. Vi cómo él tomó mi mano debajo de la mesa y me miró con una sonrisa, como diciéndome que no me preocupara. Le devolví la sonrisa, aunque seguía nerviosa.

(...)

—¡No, ____! —dijo Cinco riendo mientras se alejaba un poco de mí, aún sentado.

—Vamos, pruébalo, te juro que está rico. —Le acerqué un pedazo de manzana con mantequilla de maní.

—No, no... —Pero terminó acercándose a mí y, con una sonrisa juguetona, me quitó el pedazo de manzana de la mano.

—Anda, pruébalo. Si no te gusta, haré lo que quieras.

Cinco se quedó pensativo por un momento antes de aceptar.

—Está bien... Oye, no está mal. Lo apruebo.

—¡Te lo dije! —le di un pequeño golpe en el hombro.

—Sí, sí, me equivoqué...

—Oigan, tengo una pregunta... ¿Ustedes ya se conocían de antes? —preguntó Allison, mientras Eva y Lily se inclinaban, curiosas.

—Sí, ella es nuestra nueva vecina —respondió Cinco con obviedad.

—¿¡Qué!? ¿De verdad? ¡Eso es genial! —dijo Allison emocionada—. Pero, Cinco, yo te dije que quería conocer a la nueva vecina, ¡y no mencionaste que ya la conocías!

—¿Y por qué debería haberte dicho algo? —respondió él, sarcástico.

—Ash, a veces eres insoportable... —murmuró Allison.

—No me importa... —Cinco sonrió de forma sarcástica, creando un ambiente tenso.

—Eh... ¿____, qué clase te toca luego? —preguntó Eva, intentando suavizar la situación.

—Creo que matemáticas... No me gustan, son demasiado aburridas y no las entiendo —respondí con una mueca.

—Soy muy bueno en matemáticas. Si quieres, puedo ayudarte cuando necesites —dijo Cinco, algo nervioso.

—Eso sería genial... Pero te advierto que no soy nada buena, así que te estaré preguntando a cada rato —le advertí, sonriendo.

—No te preocupes, puedo con eso. Después de todo, soy bueno en muchas cosas. —Qué rápido cambia de ánimo este chico.

—Confío en ti —dije, sonriendo.

(...)

—Nos vemos mañana, o quizá más tarde —me dijo Cinco al oído antes de marcharse.

—Sí... Gracias. Fue una sorpresa encontrarte.

—¡Cinco, ya nos tenemos que ir! —dijo Allison.

—Sí, ya. ¡Chau, ____! —se despidió él, alejándose con Allison.

—Creo que le gustas... —susurró Allison, dejándome más nerviosa de lo que ya estaba. Pero decidí disimular.

—No... No lo creo...

—Yo pienso que sí. Es amable contigo, y él no suele ser amable con nadie...

—Bueno... No creo. Quizá solo le caigo simpática.

—Sigue pensando eso... Oye, ¿quieres venir con nosotros? Vives al frente, así que podrías acompañarnos —me ofreció ella.

—Eh... No sé, no quiero molestar.

—No molestas, además le caes bien a Cinco. Si vienes, seguro estará de buen humor. ¿Qué dices? —acepté, aunque aún dudaba un poco.

—Vale, pero déjame avisarles a las chicas.

—¡Ah! Mira, justo vienen.

—Hola, ____ y Allison —saludaron Lily y Eva al unísono.

—Hola, chicas.

—¿Nos vamos, ____? —preguntaron.

—Eh, no... Iré con Allison. Como vivo al frente, pensé que podría ir con ellos.

—Ah, está bien. Bueno, nos vemos mañana. ¡Cuídense! —nos despedimos con un beso en la mejilla, como de costumbre.

(...)

—¡Hola, ____! ¿Vas a venir con nosotros? —preguntó Cinco.

—Sí, si no es problema... —respondí algo nerviosa.

—No hay problema. Y Allison, para la próxima, no tardes tanto —dijo, haciendo que sonriera y entrara en la limusina con ellos.

—Te dije que él es especialmente amable contigo —susurró Allison mientras nos acomodábamos.