Capítulo 13.

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Al final no pudieron ganar pero la pasamos re piola y eso es lo que cuenta... ¿no?.

—Nefasto lo que hiciste bro —lo jodi a Valentín mientras rodeaba su cintura con mi brazo.

—Chupame la pija, enana. —Sonrió y pasó su brazo por mis hombros.

Yo también sonreí como una estupida mientras miraba su cara.

Estoy confundida.

—Bueno muchachos, esta noche vamos a festejar —propuso Mauro aplaudiendo para llamar nuestra atención.

—Me sirve —Nacho apoyó la idea.

¿Ponernos en pedo?.

Umm... puede ser.

¿Tener que aguantar a estos pibes drogados?.

Eso sí que no.

—Otro día —pedí. Todavía tengo que ir a trabajar y ni tira dejarlos solos.

—Cuando Vicky tenga franco —Dani me banco con una sonrisa.

Le guiñe el ojo y le tiré un beso para agradecerle.

Comimos algo rápido y nos fuimos a una plaza.

Solté un suspiro cuando me senté.

Estoy cansada y no se porque.

Tengo paja para todo y hoy tengo que trabajar.

Hice un puchero inconsciente mientras miro el cielo.

Por las nubes no se podía llegar a ver el sol.

Eso solamente me la bajaba más.

Sentí una mano acariciando mi muslo. Desvíe mi mirada del cielo y la dirigí al dueño de esa mano.

No podía ser otro.

Es Valentín Oliva. El wachin que últimamente me vuela el bocho.

Me sonrió calmandome por completo.

¿Cómo una simple sonrisa puede arreglar todas mis tormentas interiores?.

Preguntas que no tienen respuesta.

O capaz si las tienen pero yo no las quiero descubrir.

Porque soy re cagona, ¿cuál hay?.

—Saca la mano de ahí carajo —lo escuché decir a Mauro, seguido de eso le pegó un correctivo en la mano.

Como siempre los pibes arruinando todo.

Gracias.

[.]

Salí de mi turno y como ya es costumbre estos días, Valen me estaba esperando.

Me da una tranquilidad impresionante.

Desde el día que le conté lo que me pasó viene a esperarme sin falta.

Esos pocos minutos del día son los que más disfruto.

Solamente él y yo.

—Hola. —Me regaló una sonrisa y con su mano revolvió mi pelo.

Rodé los ojos y me lo acomodé como pude.

—Sabes que no me gusta que hagas eso —le reproche.

—Ajá. —Asintió —. Por eso lo hago. —me guiñó un ojo.

Ah, se hace el canchero encima'.

—No te pases de piola, wachin— negué con la cabeza.

—Veni acá— pasó un brazo por mis hombros y me acercó lo más que pudo a su cuerpo.

Solté aire al sentir la calidez que emana su cuerpo.

Ojalá esta sensación no termine nunca.

—Valen— lo frené antes de que lleguemos.

—¿Qué?— levantó las cejas sorprendido.

Nunca había hecho esto.

—Gracias. —Me acerqué más a él y rodee con mis brazos su cuello, fundiendonos en un abrazo.

Escondí mi cara en su cuello inhalando su aroma y sentí como él apretaba mi cintura.

—Yo soy él que tiene que agradecerte, Vicky— susurró.

No me daba cuenta, pero también cause cosas adentro de Valen y cambié unas pares.

Para bien, espero.

Coloqué mi mano en su brazo.

Él soltó un quejido de dolor y se separó.

¿Qué chota pasa?.

—¿Te lastimaste? —Fruncí el ceño intentando volver a tocarle el brazo.

—No pasa nada. —Volvió a separarse
—. Vamos —sin decir más dio media vuelta y siguió caminando.

Me sigue escondiendo cosas... o yo soy una exagerada.

Después de unos segundos lo seguí.

Solamente miraba las puntas de mis pies sumida en mis pensamientos.

Flashe una banda.

Cuando llegamos con los pibes me senté al lado de Dani para que me abrace.

Por suerte no hizo preguntas y me dio los mimos que necesitaba.

Aproveché que Valen se fue a comprar para preguntarle unas pares de cosas a Dani.

—Eu...— empecé a jugar con sus dedos —¿Cuándo yo trabajo que hacen ustedes?

Son seis horas en las que no estaba presente, en esas horas pueden pasar muchas cosas.

—Con ustedes te referís a Valen ¿no?— levantó una ceja.

¿Para qué pija le voy a mentir?.

—Si. —Asentí con la cabeza.

—Muchas cosas pasan cuando no estás Vicky, vivimos en la calle y tenemos que hacer hasta lo que no queremos para ganarnos unos mangos —me recordó. Eso lo tengo bien claro.

—Valen es tranza ¿no? —después de todo Valen fue el que me lo dijo.

Quiero escucharlo de alguien más para saber que no estoy flashando.

—Umm... —Dani dudó en responder
—. Ese wachin no sabe disimular. —Negó con la cabeza.

—¿Por eso lo cagaron a palos?

Ya que estamos voy a aprovechar. Si Valen no me quiere decir nada voy a tener que enterarme las cosas de otra boca.

—Hay algo más, Vicky, pero yo no te puedo ventilar la vida de Valen como si nada.

Claro, son "amigos".

¿Y si falto al trabajo y lo sigo?.

Eso ya es muy de metida, unas ganas de cagarme a corchazos.

No tengo que ser tan molesta.

Compañeros de Calle; Wos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora