Suspiré como por quinta vez.
—¿Qué chota te pasa? —Mauro me revoleo lo que tenía en la mano.
—Ustedes son mis amigos ¿no? —Me mordí un dedo. Si me hago la pobrecita capaz Valen me tira alguna data.
—Si, pendeja pelotuda, al punto —habló Nacho podrido.
—Los amigos siempre se dicen la verdad, ¿ustedes me esconden algo? —Hice un puchero.
—No, creo que no —respondieron todos menos Valen que solamente me miraba con un semblante serio intentando leerme.
No debe entender nada... o capaz si y solamente se hace el otro el gato.
—Que bueno, porque si no se re pudre, la base de la amistad es la confianza y si no me tienen confianza los mando bien a la mierda. —Crucé mis brazos.
—¿Cuál le pinto? —Mauro le susurró a Nacho.
—No se lo tomen personal eh, solamente aclaraba. —Miré fijamente a Valen. A vos te lo estoy diciendo gil.
—Un amigo de verdad entiende que el otro necesita su espacio y tiempo —soltó sorprendiendome, no esperaba que me conteste.
—Se lo tomó personal —susurró Nacho.
Espacio y tiempo.
Ya le di mucho de eso.
¿Cuánto más necesitas?.
Bufé y miré para otro lado.
No tengo ganas de forzarlo pero la curiosidad me carcome por dentro.
¿Algo más turbio que vender drogas?.
Vivimos en la calle capo, nosotros estamos acostumbrados a que nos juzguen y por eso no lo hacemos, sabemos lo feo que se siente, no estamos para esas boludeces.
Me acurruque más contra Dani y cerré los ojos.
Mejor duermo así dejo de pensar pelotudeces.
Sentía la mirada fija de Valen sobre mí y cada vez que Dani pasaba su mano por mi pelo se volvía más intensa.
¿Qué chota le pasa?
¿Por qué chota sigo pensando y no me duermo?
[.]
Me desperté sin Dani.
Me abandonó el pete.
¿Qué día es hoy?.
Ni se que hora es, estoy en la mierda.
Me levanté para ir cerca de la estación donde siempre hay un reloj.
En el camino me compré algo para comer, ni tira que me desmaye.
Son la una.
Estaría para subirme a un tren a rapear pero uno de los pibes se llevó mi equipo.
Ya fue, acapela.
Me subí al primer tren vacío que vi.
Desde que pasó el problema con la wacha esa no tengo nada fijo, no quiero robarle el esfuerzo a Valen.
Pasé horas rapeando.
De no ser porque ya no había más luz ni me enteraba.
Me senté a contar lo que gané como solía hacer antes.
No es mucho pero me conformo.
Cuando por fin llegó el final del trayecto me bajé.
A paso rápido fui dónde siempre dormimos.
Me sorprendió ver a Mauro con cara de preocupado y más ver que los demás no estaban.
—¿Qué pasó? —pregunté mientras me acercaba más.
—¡Pelotuda de mierda! ¿Dónde estabas? —Se levantó y me sacudió por los hombros.
—E-en el tren —respondí confundida.
—¡Se nos frunció el culo!, todos salimos a buscarte. —Me pegó un saqué en la nuca.
—¿Gracias? —dije dudosa mientras me acariciaba el cuello.
—¡Dani y Valen te van a matar! —gritó Nacho, salió de los yuyos.
—Nunca se preocupan así por mi ¿que chota pasa? —Fruncí el ceño.
Siempre se preocupaban lo justo y necesario.
Cuando desaparecía no había drama, vivimos en la calle y nos movemos por ahí.
—Pero ahora saben que estas con Valen... —susurró Mauro, no llegó a terminar porque Nacho le piso el pie para que cierre el culo.
Mucho bardo por acá.
Y yo queriéndome meter más, capaz me termine ahogando.
—¡Vicky! —pude distinguir las voces de Valen y Dani.
—Concha. —Me cubrí la cabeza con mis brazos lista para la lluvia de trompadas que me iban a encajar.
Y no me equivoqué.
—Puta. —Un saqué.
—Trola de mierda, me asusté. —Otro corchazo.
—La última vez que te vas sin avisar. —Dos piñas más.
—¡Bueno, bueno, eh! —Los separé bruscamente.
Se volaron.
—Hoy es sábado, Vicky tiene franco — Insinuó Nacho interrumpiendonos.
—Sale joda, compa.
Como siempre tiene al wachin de ojos verdes que lo segundea en todo.
—¿Puede ser pa'? —esa es mi forma de aceptar.
Me gusta salir porque puedo ponerme en pedo y olvidarme de todo.
Siempre paso una etapa deprimente al principio porque me gustaría tener amigas y preocuparme por lo que me voy a poner.
Pero mi vida no es así.
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Compañeros de Calle; Wos.
Fiksi PenggemarVivir en la calle no es fácil, a la primera te metes en un problema. Y más cuando conoces a un wachin, con sus mambos, que te hace sentir como en casa... aunque estén en las últimas. Ese pibe que parece un drogadicto pero tiene la calidez de un hog...