Ahh 4

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Un golpe directo, el sonido de algo metálico chocando contra el suelo y las palabras mal sonantes de unos abusones. Era lo único que acompañaba esa escena solitaria de baño. Su corona, su máxima y única prioridad del momento, había caído al suelo. Más le valían a esos mal nacidos que no se haya hecho nada, ni siquiera un pequeño rasguño. Pues de lo contrario lo pagarían muy caro, sería su peor pesadilla, tanto que hubieran lamentando el día en que llegaron a convertirse en unos matones. Algo que lamentable también afectaría a la escuela, era una pena pero no se contendría por eso. Aquello sería un verdadero festival de sangre, a la cual sólo se podría acceder a través del terror y miedo. Dejó al mayor retorciendose de dolor, era increíble como todavía seguía de pie. Estaba seguro que el golpe fue lo suficientemente fuerte como tener que dejarlo tirado en el piso, ya se encargará de que ahí acabe esa escoria. Se dio la vuelta para recoger lo que le pertenecía, la revisó con sumo cuidado. Esta bien, esos idiotas se habían librado de la muerte, pero no del castigo que les pondría por coger cosas que no les pertenecían. Se encontraba agachado, cerca del suelo y a espaldas, un movimiento nada inteligente por su parte. Pues se exponía como una presa fácil, pero ¿sabéis eso del lobo con piel de cordero? Exacto, el nunca fue una presa fácil, más bien era el cazador, y sus compañeros eran las potenciales presas. Le gusta hacer tal comparación, se sentía poderoso cuando pensaba en eso. Y con esos abusones, ni siquiera había un rival, sabía perfectamente que ni entre los tres tenían si quiera una mínima oportunidad de ganarle. Pero al parecer ellos no pensaban los mismo, pues escuchó unos pasos que se acercaban a él rápidamente, seguramente esa pareja que seguía a líder de su pequeño. Sin autonomía propia, sólo obedeciendo al imbécil más grande ¿y porque? ¿Será por su brillante inteligencia? ¿O por su hábil labia de conversación? Que idiotas, teniéndole miedo a un musculitos, porque esa sería la única razón. No podía ver ninguna cualidad especial en aquel tipo, además de su buena condición física. La que no duraría mucho, ya que llegó a observar en los bolsillos de su pantalón como tenía una caja de cigarros. Seguro que para creerse mayores y "cools", oh si, ¡que genial estropear nuestra salud con tal de parecer mayores! Aquello no hacía nada más que aumentar su odio y ganas de golpearlos hasta que rueguen que pare. Los pasos cada vez estaban más cerca suya, dejaría de perder el tiempo con pensamientos inútiles y terminaría con eso de una vez. Al ser solo dos, lo tenía fácil para atravesarlos con sus "tentáculos" negativos. Era mejor llenarlos de negatividad que de euforia, pero si fueran más no tendría más remedio que hacerlo con los positivos también. Podría sonar mejor, pero no lo era, muchos sentimientos positivos también podían causar un gran daño emocional. Es como cuando estás riendo muy fuerte y por mucho tiempo, que te empieza a faltar el aire, pero no puedes parar de reír. Es algo parecido a aquello, pero bastante peor, lo único malo, es que causaba mucho ruido. Y no podía arriesgarse a que eso pasara. Ambos abusadores se quedaron a pocos metros de él cuando fueron atravesados por sus tentáculos. Como dijo antes, estos no hacían daños físicos, por lo que se encontraban perfectamente, sin heridas ni daños. Al menos por el momento, limpió un poco su corona antes de ponérsela nuevamente. Esta quedó un tanto de lado, ya que le gustaba que estuviera así, se le hacía más cómodo. Se levantó del suelo y se dirijo a paso lento al mayor de los cuatros. Ese patético malgasto de oxígeno y espacio, que estaba gritandoles a sus compañeros, pensando que así reaccionarían o algo. Pero nop~, era inútil, ahora mismo deberían encontrase en trance, experimentando cada emoción negativa que sintieron alguna vez pasada. Reabriendo viejas heridas que creían haber superado. Que divertido era eso ahh~ le gustaría quedarse a ver sus rostros, pero tenía asuntos pendientes con aquel "líder". Lo agarró del cuello, casi de una forma demandante de atención, quería que lo viera a los ojos cuando recibiera cada golpe suyo. Normalmente tenía la cuenca izquierda cerrada, pero podía hacer una excepción, solo para él.
-Recuerda que te lo pedí por las buenas. Esto es solo tú culpa. -uno de los "tentáculos" libres que le quedaban, lo atravesó rápidamente. Siendo este de emociones positivas, pero no importaba, solo era temporal, hasta que el mayor cayera al suelo, al verse superado. Tal y como planeo, este cayó al suelo con gran facilidad, pobre ingenuo, tenía una estúpida sonrisa formada. Ver su rostro cuando le quite tal felicidad y lo traiga de vuelta a su cruel y horrible realidad, va ser tan satisfactorio. Más que cualquier dulce caramelo, o noche pintada de oscuridad, donde sólo la luna brindaba una tenue luz. Se acomodo encima de aquel tipo, un golpe directo a la cara, mientras su otra mano agarraba con fuerza su cuello, asfixiandolo lenta y dolorosamente. Varios golpes le siguieron a este, con el estúpido abuso riendo de felicidad. Era el momento perfecto para arrebatarla, retiro de golpe su tentáculo. Los efectos de este no tardaron en desvanecerse, al igual que la sonrisa pintada en su rostro. Era como le había imaginado, incluso mejor. Esa dulce expresión de temor, como la guardaría con cariño~. Siguió con su pequeño trabajo, golpeando fuertemente a su compañero, mientras veía como luchaba por su vida. Arañandole el brazo, o lo que parecía intentar. Ya que este al estar rodeado de corrupción y esa masa viscosa no le permitía sentirlo. Disfrutaba tanto aquello que no quería que terminase, pero lamentablemente no fue así. Puedo escuchar unos pasos acercándose al baño, oh mierda, ¿quizá la maestra? No sería bueno que lo vieran así, golpeando sin motivo aparente a sus compañeros de clase. Ahg, está vez no se libraría del castigo tan fácilmente. Estuvo atento a ver quien ers el que pasaba por la puerta levemente entre-abierta. Que alivio se llevó al ver que tan sólo era el otro esqueleto que debía avisar. Dejó de apretar el cuello ajeno y libero al resto del grupito, que cayeron al suelo como si no tuvieran forma de sostenerse por sí mismos.
-Hey. -saludo al contrario, mientras se levantaba y acomodaba sus ropas. Que suerte tuvo el "líder", librandose de una horrible muerte por la llegada de uno de sus compañeros. Tan patético e indefenso ¡inútil!
-Chroma, la maestra dice que volvamos ya a clase. ¿Vamos o te quedarás con tus amigos? -su tono estaba más calmado y tranquilo que antes. Pues su enfado era única y exclusivamente a los abusones del baño, no tenía nada en contra con aquel esqueleto. Lo que no quitaba que tuviera suerte, logró enfocar sus sentimientos a las personas correctas, evitando que pasara cualquier desgracia a inocentes.

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