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El timbre que daba fin al receso sonó. Todos los estudiantes comenzaron a levantarse para poder caminar a sus respectivas salas.
Los chicos caminaban por los pasillos mientras se despedían de Wooyoung, era el único que no era compañero de clases con ellos. Aunque San agradecía que Yeosang estuviese en su sala y no en la de Wooyoung, eso solo habría complicado aún más las cosas.

—Buenos días, alumnos. —Saludó la profesora Min, dando inicio a la clase de historia.

La clase transcurría con demasiada lentitud para San, solo quería salir de allí. ¿Por qué debía de escuchar hechos que sucedieron hace años? Eso no era del interés de San.

Su vista se posó en el reloj situado en la pared, aún faltaban más de cuarenta minutos para que la clase acabará. El rubio soltó un suspiro mientras llevaba su vista a los chicos. Yunho parecía estar quedándose dormido mientras Hongjoong escribía algo en su cuaderno. Miró hacia atrás en busca de Yeosang que miraba con atención a la señora Min. Volvió su vista al frente mientras llevaba su mano derecha al bolsillo de su pantalón en busca de su celular. San miró a la profesora que parecía estar contando con esmero la historia de Corea mientras intentaba sacar su celular sigilosamente, no podían verlo en absoluto, sino se lo quitarían. Sabía que se estaba arriesgando a quedarse sin teléfono durante el día o quizás más que eso, pero la clase de historia era la que menos le gustaba y además necesitaba invitar a salir a Wooyoung antes de que Yeosang ideará algo.

San volvió a fijar su vista en la profesora que estaba leyendo aquel libro que sostenía en las manos y rápidamente le escribió a Wooyoung, pensaba en decirle que lo invitaba a salir después de clases pero tenía una mejor idea.

—Joven Choi. —La voz de la anciana lo hizo sobresaltarse y a la velocidad de un rayo guardó su celular en el bolsillo. —¿Puede continuar la lectura?

San bajo la mirada a su libro situado sobre la mesa, ni siquiera sabía si estaba en la página correcta.

—Me encantaría, pero debo ir al baño con urgencia. —San se levantó de su asiento. —Ya vuelvo. —Salió rápidamente del aula.

Comenzó a caminar por los pasillos mientras veía si Wooyoung había leído su mensaje, notando que aún no lo veía. Por supuesto, estaba en clases pero no creía que estuviera muy entretenido como para no ver su mensaje o tal vez no había tenido la oportunidad, no tenia la certeza del porqué Wooyoung aún no le respondía. Sin embargo, eso no importaba porque iría a verlo el mismo.
Caminó por los pasillos buscando la sala de Wooyoung, al encontrarla observó de manera disimulada por la ventana, buscando a Wooyoung con la mirada. No tardo en encontrarlo; El azabache se encontraba jugando con un lápiz mientras miraba el pizarrón, su pierna izquierda se movía constantemente. Parecía estar aburrido, pues Wooyoung quitaba su vista del pizarrón para mirar hacia los lados, observando a sus compañeros. En ese momento San intentó hacerle algunas señas para que notará su presencia. Al primer intento no funcionó, pero al segundo parecía que sí según la expresión de sorpresa de Woo. San le hizó unas señas para que saliera del aula mientras se alejaba y así el profesor no lo viese allí, esperaba que el chico se las arreglara para poder salir de ahí.

Se quedó a un lado de la puerta esperando que Wooyoung saliera. Un minuto, dos minutos y Wooyoung aún no salía de la sala ¿acasó no lo había visto? Estaba seguro que sí, pero entonces ¿por qué aún no salía?. San volvió a coger su celular del bolsillo para escribirle un nuevo mensaje pero en ese momento la puerta se abrió dejando salir al azabache.

—¡Woo! —Exclamó San con una sonrisa en su rostro.

—¿Qué pasó? ¿Sucedió algo? ¿Por qué no estás en clases? —Preguntó el pelinegro.

You. [Woosan] [EN EDICIÓN - PAUSADO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora