#14 Angel Caído

892 71 5
                                    

—Vete —le ordené. No tenía derecho a recordarme el inicio de todo el mal que me había causado.

Al notar que Peter no se movía y solo me miraba, me acerqué a él hasta el punto en que podía sentir su respiración sobre la mía.

—Dije que te fueras.

Mis manos no se quedaban tranquilas.

—Oh, ¿No quieres mi ayuda? —dijo con un tono de inocencia. Me mordí  el labio para no soltar improperios—. Bien, pero te voy a advertir que sin mi, nunca más volverás a verlo.

Mi cuerpo se tensó instintivamente. Sé que era mala idea confiar en Peter, pero si me lo ponía a pensar, no tenía otra opción. Kira y su madre piensan que él está poseído por una antigua criatura llamada Nogitsune, la cual encaja con todas las descripciones y capacidades. Pero detenerlo era otro cuento distinto, todo mucho más complejo.

Maldita sea, Stiles. ¿Por qué teniamos que estar conectados?

—Quiero ver a Stiles —susurré. Sabía que Peter me había escuchado, al fin y al cabo, era un hombre lobo con super oído y demás.

—Sé que quieres —el timbre del receso sonó, pero ya no me interesaba.

¿Haría una gran estupidez como confiar en Peter para salvar a Stiles?

—Él está poseído por un Nogitsune —continuó Peter.

—Dime algo que no sepa.

—No hay razón para ser tan grosera, solo quiero ayudar —inhala, exhala, inhala, exhala.

— Continúa —dije cortante.

— Tú eres la única con el poder para detenerlo... —Peter fué interrumpido por el ruido de la puerta al abrirse sin ningún cuidado. Solo alguien podía abrirla de tal manera: Scott.

—Hola Lyds... —saludó él, hasta que notó la presencia de Peter. Su expresión cambió drásticamente. La habitación parecía estar más fría.

— Scott —susurró Peter. Lo fulminé con la mirada.

—Lydia, ¿Por qué diablos está este psicópata en nuestro sótano? —Scott tiró su mochila a una esquina y se colocó junto a mi, como si estuviera listo para entrar a luchar si fuera necesario.

—Peter Hale, un gusto —dijo Peter, irónico.

—Se quién eres —soltó Scott.

—¿A si? —Peter levantó ambas cejas y me lanzó una mirada asesina.

—No tenemos secretos entre nosotros —dije—. No somos como tú.

—Que argumento tan divertido, ya que yo los convertí a ambos —mencionó Peter justo antes de salir de la habitación.

Algo se rompió dentro de mi. Abrí la boca para gritar, pero nada quería salir. Me giré para ver a Scott.

Todo, extrañamente, encajaba. La ausencia de Peter en la vida de Scott, por qué él y Stiles no habían podido encontrar al misterioso alfa y la razón por la cual Peter sabía quien era Scott.

Estaba cansada de todo este nudo de problemas.

Scott estaba atónito. Su mirada, baja. Sus manos estaban temblando al igual que sus labios. No dude en abrazarlo lo más fuerte que pude.

—Dime que esto es un sueño —dijo.

¿Por qué nos estaba ocurriendo esto? Somos solo un grupo de adolescentes. No merecemos esto. No podemos con esto.

—Como una persona una vez me dijo —susurré—. Vamos a salir de esto. Juntos. No estas solo, y Stiles va a volver.

—¿Lo prometes? —inclusó después de todo, Scott estaba sonriendo.

Asentí.

—Lo prometo.

                          ~~~~~~~~

—Dime que esto es un sueño.

Golpeo mis dedos contra el maniubro. Estabamos frente a la casa de Scott, y este sentado a mi derecha en el asiento del copiloto. Insistí en traerlo de la escuela, ya que no estaba demasiado estable desde que Peter le reveló que era su alfa. Yo tampoco lo estaba, los instintos asesinos se me subían a la cabeza cada vez que pensaba en Peter. El viento corría, pero el frío no entraba.

—La próxima vez que lo vea, te juro que lo mato —suspiré. Scott se giró hacia mi y negó con la cabeza, mientras susurraba mi nombre.

—Scott —continué—. Has estado soñando con tener un alfa. Ahora te enteras de que si lo tienes, pero es un psicótico que solo se aprovecha de las personas —miré detenidamente hacia el frente, pensando en todo lo que había perdido por culpa de Peter. Tenía que proteger a Scott—. Esto es mi culpa.

—No digas estupideces —dijo Scott. Su voz sonaba tensa, al igual que el ambiente.

Inhalé y exhalé lentamente.

—No tienes la culpa —continuó—. Fue él el que me mordió esa noche. No pude evitarlo —tragó saliva—. Iba a morder a Allison si no lo evitaba.

Una chispa se expande por mi cabeza.

Hilo Rojo Del Destino {#1} || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora