Hilo Rojo Del Destino {#1} || Stydia

#15 Fuego Interior

"¿Qué acabas de decir?"

Scott levantó la vista para mirarme fijamente. Desde que lo conocí, siempre supe que tenía una alma abnegada. Ser el héroe era su destino, cualquiera lo podía notar, así que tal revelación no me extrañaba. Lo que si no encajaba es que Allison nunca me había contado tal cosa. Aunque, por supuesto, sentía como dentro de mi la historia de Scott y mi propia versión se conectaban haciendo todo más claro. El día del baile escolar fue el día en que conocí a Allison. En el bosque. Cerca de las cinco de la madrugada. Aún recuerdo la mirada vacia que portaba.

Todo tiene sentido.

"Diablos" Scott se tomó la cabeza con ambas manos y suspiró. "La noche en que Peter me mordió, fué para salvar a Allison"

"¿Cómo?" me sentía bastante entrometida, pero la historia me interesaba.

"Esa noche estaba con Stiles" al pronunciar su nombre, todo mi corazón se rompió en mil pedazos, que se unieron al segundo después. Scott tuvo que tomarse una pausa, ya que se veía afectado también. "Estabamos... haciendo idioteces, sinceramente. Era el día del baile escolar, pero como dos buenos perdedores de secundaria, no asistimos y partimos al bosque. Yo, simplemente estaba cegado por las prometedoras palabras de Stiles al decirme que encontrariamos un cadaver, lo que alimentaba a mi vena nerd. Stiles caminaba a paso firme, mientras yo dudaba de cada movimiento qué realizabamos".

"Scott, llega al punto" me apresuré en decir.

"Bien" me sonrió. "Historia resumida: el padre de Stiles nos encontró en el bosque. Ibamos camino a su caminoneta para marcharnos a nuestras casas cuando noté que mi inhalador ya no estaba en mi bolsillo. El ser asmático, y sabiendo el costo de los aparatos esos, mi madre no me lo perdonaría jamás, así que me devolví sin antes excusarme con Stiles, que me esperaría en el Jeep. Y en ese momento, la vi".

Noté el brillo de los ojos de Scott al mencionar a Allison. Lo que el chico sentía por mi mejor amiga era un aprecio tan puro e inocente, que parecía un amor de novela. Me preguntaba si yo también me ponía de aquella manera cada vez que hablaba de Stiles.

"Estaba con su arco, " prosiguió "lista para disparar a un lejano árbol, cómo si estuviera practicando. Lo recuerdo tan bien, incluso con la crisis de luz en la que nos veiamos afectados. Llevaba su cabello en una desordenada coleta, con unos mechones sueltos que se apartaba del rostro a cada segundo. Estaba apreciandola, ya sabes, de esos amores a primera vista, hasta que vi a esa extraña criatura que se acercaba desde las sombras. La oscuridad tratando de opacar a la mismísima luz".

"Peter" susurré. No había mejor manera de describirlo.

Scott asintió.

"Algo se encendió dentro de mi y al instante supe que tenía..." Scott tragó saliva mientras yo me limitaba a observarlo fijamente. "Tenía que salvarla. Así que me abalancé sobre ella justo antes de que Peter pudiera saltar y morderla. Recibí la peor parte, pero Allison me ayudó a vendarme y orientarme de camino a casa. No volvimos a hablar desde entonces, pero yo ya sentía que esa mordida me había cambiado la vida".

No pude evitar sonreir. Scott, en el fondo, era una luz en toda la oscuridad que era el mundo sobrenatural, que pude ver cómo no encajaba en la Manada Hale o en los ideales de Peter: él seguía sintiendo, tenía esa luz humana en su interior que lo hacía diferente al resto. Una pequeña parte de mi lo envidiaba, pero por supuesto que me alegraba por él. Scott es familia.

"Es tarde, será mejor que baje" dijo Scott mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad. Antes de que pudiera abrir la puerta del auto y caminar hacia su casa, alcé la voz.

"Lo vamos a encontrar" mencioné.

"Lo sé"

Scott se perdió en la oscuridad.

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Una semana.

Una semana sin Stiles. Todo se vuelve cada vez más oscuro y triste. Paso mis tardes en el loft de Derek, investigando junto a él y Kira, tratando de hallar una forma de atraer al Nogitsune, o bien, encontrar al verdadero Stiles. Todos estuvimos de acuerdo en dejarle un espacio a Scott, que estaba bastante estresado en subir sus calificaciones.

Allison y él estaban cada vez más cerca, y eso me alegraba.

Estaba de camino a casa, cerca de las nueve de la noche. En la radio sonaba música lenta y calmada, mientras apretaba las manos al volante. Justo al detenerme en un semáforo en rojo recibí el mensaje de texto Derek.

Derek: SOS, Hospital de Beacon Hills.

Tomé el celular con ambas manos y cerré los ojos. Luego de volver a dejarlo en el asiento del copiloto, revisé en mis botas si llevaba las dagas de emergencia. Todo bien. Tomé el volante y me desvíe hacia el hospital memorial de Beacon Hills.

Las calles estaban desiertas, extrañamente. Era viernes por la noche, pero no existía ese típico ambiente de alegría y festividad. No me interesaba, sinceramente, ya todo parecía tener menos interés desde que Stiles ya no estaba.

Aparqué cerca del hospital y me bajé con precaución.

Noté algo extraño al momento de cruzar la puerta principal. El blanco suelo estaba increiblemente limpio, el mostrador, lleno de secretarias y personas esperando a ser atendidas.
Todo estaba tan normal, tan común y tan acojedor, que casi caí convencida de que todo estaba bien.

Pero no lo estaba.

Era una Banshee. El peligro y la muerte me atraían de la forma más natural existente. Entré decidida al hospital, caminando por el pasillo principal con toda la normalidad del mundo.

Me detuve en seco.

Mis manos empezaron a temblar y mis ojos no dejaban de mirar el techo. Un ardor crecía por mi pecho, subiendo por mi garganta y saliendo por mi boca, por último. Mi grito desgarrador resonó por las parades del hospital.

El Nogitsune estaba aquí.

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N/A: SIENTO MUCHO EL ATRASO, UN MILLÓN DE COSAS SE ME ACUMULARON Y NO PUDE SEGUIR CON LA HISTORIA, PERO AQUÍ ESTOY DE NUEVO, Y NO ME IRÉ OTRA VEZ.

Ok paro de gritar, espero que les guste el curso que está tomando la historia.

-Moii