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—¿Enserio no iremos?— Pregunta por quinta vez Sam y por quinta vez Niego con la cabeza — Pero se oye que está genial— Me hace un puchero y vuelvo mi vista a mi celular. 

—¿Qué tanto ves en tu celular?— Pregunta pero como la ignoro me lo quita.

—Damelo, ¡Sam!— Gritó.

—Oh, por… dios— Chilla — lo estás stalkeando — Alza la mira de mi celular y me mira mientras se burla. 

La fiesta en lo de Dave empezó hace unas dos horas y Sam me suplicó para ir pero quería saber cómo era él y sus amigos, y lo busqué en Instagram, me llevó unas horas encontrarlo pero lo encontré. 

—Si pero no quiero ir a la fiesta— Informo.

—No— La miro confundida — Estuve un año esperando que conocieras al chico de tus sueños y no lo vas a arruinar ahora, iremos a esa fiesta lo conoceré, lo conocerás cojeras con el y fin, todos vivieron felices por siempre— La miro como si lo que acababa de salir de su boca no tuviera sentido.

—¿Que?— Arrugó la frente. 

— Iremos a esa fiesta— Indica— Así que cámbiate y me tendrás que prestar ropa —Sonríe.

—No, me niego a ir— me cruzo de brazos.

—No me importa o iré y les diré que sigan su fiesta aquí— Alzó una ceja.

—No te atreves— Desafío. 

—No me pongas a prueba, cariño— Sonríe con malicia y si es capaz de hacerlo. 

Al cabo de unos minutos ya estábamos listas.

— El vestido se sube mucho— Me quejo, mientras camino.

— Cállate — Llama a la puerta.

—No te van a escuchar hay música— Indicó lo obvio pero la puerta se abre.

–¿Que? Tienen un súper odio o que?— Digo impactada.

—Ojalá pero estoy a cargo de la puerta, ¿y ustedes son?— Pregunta un chico ruliento.

—Las vecinas— Dice Sam.

—Por fin— Dice al aire —Pasen Dave pregunto si vieron cómo veinte veces — Se burla.

Pasamos y dejamos la tranquilidad, es sorprendente lo que soportan las paredes y las puertas. 

El chico de la puerta desapareció y Ahora me encuentro con Sam que consiguió alcohol, ¿En qué momento? No lo sé, es un don de ella.

—Tu no beberá — Le gritó en el odio mientras saco los dos vacíos que tenía en la mano y me los bebo y me arde la garganta ya que era vodka puro.

Mierda no pierden el tiempo aquí.

Sam me hace un puchero y le señaló la panza y rueda los ojos.

Empezamos a adentrarnos y encuentro las bebidas tomó dos vasos y bebo porque no tengo el valor suficiente para ver a Dave y es obvio que nos lo vamos a cruzar.

Sam estuvo un rato conmigo hasta que un chico la invitó a bailar y me dejó sola.

Y yo me encuentro un poco mareada quizás es el alcohol, creo que bebí como una botella entera, ahora estoy en la cocina tratando de lavarme la cara porque no encuentro el baño 

—Sofie— Gritan a mis espaldas y doy un brinco porque me asustó.

—Dave— Susurro con miedo cuando me giro a verlo.

—¿Qué haces?— Pregunta. 

—Me lavo la cara, creo que el alcohol hizo efecto —Me río.

El chico de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora