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Pasaron tres días desde la fiesta y estoy tratando de recordar si hice algo vergonzoso o indebido con Dave cuando Sam no estuvo conmigo.

Prometo no tomar más

—Sofie, adivina— La miro con fastidio hoy no es un buen día para mi —Cierto que tu eres una antipática en las mañanas, bueno, cuestión… nos invitaron a una boda — Chilla al terminar de decirlo.

Genial una no puede prometer nada..

—¿Boda de quien?— Pregunto

—De una prima mia— Informa

—No iré— No estoy de humor y me siento terrible— Y no empieces a rogar— Me levanto y camino en dirección al baño.

Tengo que ir a la universidad pero no me siento muy bien, tengo náuseas pero a la mierda voy a ir igual. 

Mientras me baño escucho el timbre y le grito a Sam para que vea quien es.

Luego de terminar de bañarme decido ver que carajo me pondré, reviso todo mi ropero y al final me pongo un Jean negro con unos zapatos negros y un buzo rojo que dice "mierda" en Inglés.

Mi buzo favorito 

Salgo de mi habitación y freno de golpe al ver esa cabellera rubia en mi sofá.

—¿Qué haces aquí?— Le digo molesto.

— Me dijo que era tu madre— Susurra Sam.

Le doy una mala cara a ella pero Sam no tiene la culpa, ella no sabe mucho de mi vida personal. 

—¿Sam me podrías dar privacidad?— Sam asiente y se retira a la habitación donde duerme ella.

—Ahora hospedas a cualquiera que sea tu amiga— Aplano los labios — Que bajo has caído — Dice decepcionada.

—Cállate — Le digo.

Ella no es mi madre, y nunca lo será.

—Me tienes que respetar  yo soy tu Mad..— No la dejo terminar. 

—No— Le grito— Tu no eres mi madre, eres la mujer de mi padre, solo eso— Le Aclaró.

—Tu padre quiere verte— La miro con asco.

—Mi padre me perdió el día que decidió creerte a ti— Le digo con asco y odio.

—Eres muy rencorosa —Dice como si ella tuviera razón —Encima que vives de él no te dignas a llamarlo — Le quiero dar con la silla por la cabeza.

—Escucha bien Samara, si mi padre quiere saber de mí, dile que vaya al cementerio y me encontrará en la tumba de mi madre, él sabe cuándo y a qué hora— Cierro los ojos— Si es mi padre él sabrá— Le digo.

—Deja de ser infantil, sabes que yo no fui — La miro con tanto odio que si las miradas matarás Samara ya estaría muerta.

—Callate y vete porque te doy con esa silla por la cabeza, me estoy aguantando así que qué lárgate— Le señaló la puerta y sin decirme nada se va, porque sabe que soy capaz de pegarle.

Al escuchar que la puerta se cierra, tomo asiento en la silla con la que le quería pegar.

Respiro con frustración—La odio— Murmuro.

—¿Ella era tu madre?— Pregunta Sam con miedo.

—No, es la mujer de mi padre, cuando mi madre murió él se casó con ella y si mi madre está muerta — Le informo. 

—Nos conocemos desde hace cuatro años y no sé nada sobre ti, soy una pésima amiga— dice triste Sam.

—No es tu culpa, yo nunca te dije nada— Le digo quitándole importancia.

El chico de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora