SHAN YU [#1] Ben Beast

Capítulo tres

—¡Carlos! —el asustó al verme salir de la nada. —¿Donde vas?

—Practicaré con Ben en el campo de Tourney.

—¿Puedo ir?

—¿Por que? —preguntó extrañado.

—Quiero saber que es el Tourney.

—Esta bien —sonrió.

Abracé a Carlos de espaldas, ambos éramos buenos amigos. Él siempre era apartado por no parecer malo, también pensaban lo mismo de mí por mi actitud infantil.

—Se que lo harás bien —le di un golpe en la espalda.

—Gracias, Rhiannon.

Antes de ir al campo, hice a Carlos esperar a que me cambiara. Me quité mi campera de cuero gris con un ave dorada pintada en la espalda, mi top y falda plateada, y mis tacones grises.

Me puse una remera larga color blanca, unos pantalones deportivos azules y unos zapatos blancos. Recogí mi cabello en un moño, dejando dos mechones blancos sueltos.

—Estoy lista.

—Esta linda.

—Llegamos tarde.

Ambos nos apresuramos a llegar al campo de Tourney, era muy colorido.

—¡Carlos! —Saludo Ben. —Hola Rhiannon.

—Es mi apoyo —aclaró Carlos.

—Bien —dejo de mirarme para observar a Carlos. —Carlos, vas a correr un poco. Colócate al principió de esa línea amarilla. ¿Listo?

Pensé en porque me había cambiado, no me harían practicar para el juego.

—¡No! ¡No! —me sentí confundida al verlo correr fuera del campo.

Grité al ver una perro, rápidamente perseguí a Carlos. Logré alcanzarlo, el subió a un árbol y lo imité, estaba asustada. Cruella había dicho que los perros se comían a los chicos que se portan mal, iba a devorarme sin dejar huesos.

—¡Es un asesino! Va atraparnos y abrirnos el cuello —chillamos al ver que Ben lo sostenía sin temor. —¿Como puedes abrazarlo así? Es una animal feroz, violento y rabioso.

—No dejará migas de nosotros.

Ben nos miró confundido.

—¿Quien les dijo eso? —preguntó.

—Tía Cruella.

—Sí —dijo Carlos. —Ella es una experta.

Me sentí molesta con el verlo reírse de nosotros.

—Lo siento, pero nunca habían visto un perro ¿verdad?

—Lo más parecido que vi a esa bestia feroz fue a un cocodrilo —contesté.

—Carlos, Rhiannon les presento a Chico, es el perro del campus.

—¿No...nos morderá? —pregunté insegura de bajar, Carlos lo había hecho.

—Chico es amigable —el extendió su mano hacía mí. —Te prometo que no te hará daño.

Acepte su mano y baje del árbol, sentí seguridad al ver a Carlos tocando a esa bestia, esta no le hacía nada. La observe y luego a Ben, asintió con la cabeza, animándome para que lo tocará.

Toqué a Chico lentamente, era suave y no reaccionó violentamente.

—Es adorable —comentó Carlos, estaba de acuerdo.