SHAN YU [#1] Ben Beast

Capítulo nueve

—Lo hiciste bien —me dijo Ben, después que el Hada Madrina ahuyentará a los reporteros.

—Son un poco invasivos, no estoy acostumbrada.

—No les hagas caso.

—No lo haré.

—Deberíamos ir a un lugar, solo los dos, lejos —propuso Ben.

—Suena bien —mordí mi labio.

—¿Que tal si...? —observo su reloj. —Debo ir a una junta importante, estoy llegando tarde.

—Entonces debes apresurarte.

—Algún día lo haremos.

—Si no probamos tu vestido ya mismo, vas a bailar con una bata —me dijo Evie.

—¿No sería extraño? —pregunté.

—Hola Ben —me sostuvo el brazo. —Andando.

—¡Adiós Ben!

—Adiós Rhiannon.

Evie me arrastró hacía el dormitorio, en todo el camino intentaba mantenerme de pie con los tacones altos que tenía. Sonreí al ver a Mal en nuestro dormitorio, estaba en su cama tocando las puntas moradas de su cabello aldino.

—Pruébatelo —ordenó Evie.

Me quite mi vestido celeste para ponerme el vestido amarillo y azul que Evie había confeccionado para que usara en el baile. Estaba algo ajustado, sentía como el aire abandonaba mis pulmones.

—No puedo respirar.

—Respirarás después del baile —contesto Evie. —También tu Mal con el vestido que te hice.

—Lo dudo, tengo como veinte eventos más después y ya he olvidado cual es cada evento —contesto Mal.

—Impecable —Evie lanzó un beso al aire.

—Chicas, ¿no han pensado sobre que estaríamos haciendo en la Isla? —preguntó Mal con la mirada perdida.

—Estaría jugando con Keiro a robarte el garfio a Harry —contesté.

—Que divertida —dijo Evie. —Mira quien esta en la tele.

En la pantalla estaban enforcando a Mal comiendo una fresa con crema que Will le estaba extendiendo. La noticia hablaba de que ellos habían ido al castillo de Rapunzel y Flynn Rider. Había miles de historias sobre él en la Isla, lo mencionaban por el nombre que el se había puesto. Ahora lo llamaban por su nombre, Eugene.

Recuerdo que de niña quería ser igual a el, una ladrona a lo grande.

—¡Conociste a Flynn Rider! —exclamé con una enorme sonrisa.

—Despacio, Rhiannon —pidió Evie.

—Léelo pronto, no tarde mucho. No quiero olvidar lo que busco —conjuró Mal, en sus manos tenía un libro de como ser dama de la corte.

—Conozco tu secreto para ser una dama, y a Will no le gustará nada —le dijo Evie. —¿No ha habido suficiente secretos entre los dos?

—Chicas, no olviden como era antes de usar mi libro de encantamientos —no entendía a que se refería. —Era un completo desastre.

—Me parece que este libro de hechizos pertenece al Museo junto a mi espejo —le quitó el libro. —Cambia esa mirada, cambia esa cara.

—¿No extrañan un poco...hacer lo que quieran y no cumplir reglas? —cuestionó Mal.