Capítulo 4: La Boda.

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Los sueños de Hoseok son completamente estúpidos desde que se enteró que estaba embarazado, cuando eres joven en la mayoría de los casos sueñas con tu boda de una manera extravagante.

Hoseok siempre pensó que se casaría en una hermosa capilla americana, con grandes arreglos florales de gardenias y girasoles, con un delicioso y enorme pastel de bodas hecho por el mismo con mucho chocolate y muñequitos en el pico, vestido con un hermoso traje blanco acompañado de  un bello velo.

Bueno pues, si estaba vestido de blanco, pero no estaba la capilla, ni los arreglos florales ni mucho menos su gran pastel.

Se encontraban  sentados frente a un juez en el registro civil para que firmarán los papeles que confirmarían que estaban casados, su madre le había llamado a las seis  esa mañana, alegando que aunque la hubiera decepcionado no dejaría que su único hijo se casará luciendo como un vagabundo.

El menor aunque estaba  dolido por esas palabras, se dejo hacer por su madre, lo había vestido con unos simples pantalones a la rodilla de color blanco y una camisa del mismo color que le hacía juego.

Arreglo su cabello hacía un lado y coloco una rosa blanca para adornarlo, Yoongi en cambio vestía unos pantalones oscuros y una camisa blanca, Dongsun le había recomendado de forma dura a Yoongi llamar a su testigo, media hora después llegó un chico luciendo un extravagante traje rosa.

Y ahí, justo en ese momento frente al juez tomando ese bolígrafo para firmar el papel se cuestionaba como serían las cosas de ese momento en adelante, Yoongi había firmado a duras penas con las amenazantes miradas de Sunhee y Dongsun sobre el.

Soltó un respiro pesado para luego firmar, el juez le sonrió y comunico sobre la terminada "Ceremonia".El chico de rosa sonrió dando saltitos y abrazo a Yoongi como si se conocieran de toda la vida, el menor no pudo evitar ponerse celoso, el pelinegro lo abrazo devuelta como si necesitará consuelo por condenar su vida.

El pelirrojo mayor arrastró a Hoseok una de las salas desocupadas  fuera de la oficina, para poder charlar tranquilamente con el.

Hoseok lo abrazo con fuerza una vez que se hallaron solos , se aferro lo más que podía a su padre soltando por fin todos esos sentimientos que lo perseguían desde que tuvo que irse de su casa, Dongsun lo rodeo con sus cálidos brazos y sobo su espalda para reconfortárlo mientras lo arrullaba.

Las suaves caricias disminuyeron cuando se alejaron un poco para poder verse a la cara, Hoseok no dejaba de sollozar sintiéndose culpable por todo lo que estaba ocurriendo.

—Lo siento— Es lo único que pudo articular.

—Mi pequeñito, ya no es tan pequeñito— Ríe su padre tomándolo de las mejillas intentando limpiar sus lágrimas.

—Papá...aún lo soy, me lo prometiste, me dijiste que toda tu vida iba ser tu pequeño— Objeta Hoseok sujetándose desesperadamente a su padre.

—No Hobi ya no más...ahora ya eres un adulto, estás casado y tendrás un hijo, ya no eres mi pequeño— Susurra Dongsun aguantando las ganas de llorar.

—¡No soy un adulto, no lo soy!, ¡Soy un niño!...¡Soy un niño!— Grita golpeando el pecho del pelirrojo mayor.

—Tu decidiste convertirte en un adulto, ahora tienes que enfrentar las consecuencias, tu y ese pandillero ahora están casados, ya no es nuestra responsabilidad cuidar de ti— Comunica, Hoseok niega pero su padre aún quiere seguir torturando lo —De  ahora en adelante solo cubriremos tus cosas básicas como la colegiatura y intentaremos ayudar con tu bebé porque eso le corresponde a su padre— Habla duramente tragándose el nudo que hay en su garganta.

Debimos Usar PreservativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora