Carta N 5

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Si tu ya lo sabes.

"No hace falta repetir tanto
Lo que está más que claro
O entiendes o no,
Hay cosas que no tienen
Repetición."

¿Sabes? Antes de que tu aparecieras en mi vida, veía las cosas de un modo absurdo. No creí que me iba a enamorar, pensaba que eso solo se veía en novelas, películas o libros, hasta que simplemente llegaste tu.

Quizás la vida no tenga ese cliché con nosotros de que el chico siempre se queda con la chica o algo que nos de la seguridad de un final feliz. La vida no es así, deja de ser predecible y solo chocas con la cruda realidad de que no todo es como piensas que será. Aunque es lindo imaginar momentos tiernos, la vida real no es como un cuento, muchos sufren a diario y otros pierden el amor a veces por completo.

Pero cada quien de alguna forma puede enamorarse, solo que en ocasiones hay que arriesgarse; por lo menos, antes de ti muchas cosas me daban igual, no me importaba lo que veían o decían los demás, no era formal y mucho menos romántico, era algo más como un absurdo temerario, viviendo aventuras que más bien parecían locuras, con amigos que en realidad me hacían daño, no temíamos a las consecuencias de nuestros actos hasta que todo finalmente tuvo un final inesperado.

Tuve que enfrentar una dura realidad, donde vi de frente la deshonestidad, las mentiras ya me tenían cansado, pero por tanto daño que había hecho era lo único que seguía escuchando. Todos se pusieron en contra de mí, diciendo cosas sin fin, culpadome de todo lo que habíamos hecho juntos y fue ahí cuando poco a poco se empezó a derrumbar mi mundo. Pensaba que nadie iba a creerme más, ya ni mis padres me querían hablar, pensaban que tenían a un maníaco y un drogadicto como hijo y en fin, alguien que estaba perdido. Solo que no había hecho nada de las cosas que habían dicho, ya nadie creía en mi. Fue allí cuando conocí la soledad, cuando ya no podía hacer nada que pudiera cambiar mi realidad, no podía decir mi verdad y mucho menos refutar, tenia que callar.

Luego llegaste tu y por fin cambio todo, desde allí empecé a ver las cosas de otro modo, a través de ti pude contar mi verdad y entonces todos me empezaron a escuchar, no había robado nada ni mucho menos había lastimado a alguien, solo había estado con quienes decían cuidarme, y cuando no tuvieron más opciones solo querían culparme y de algún modo salir ilesos de todo ese desmadre.

Pero contigo aprendí que se puede creer en alguien en verdad, de que se puede amar sin dudar. Y aunque tu no quieras estar conmigo de ese modo en particular, prefiero decir lo que siento y por eso solo te comparto la verdad. Digo tanto que ya debes saber, que iba a estar ahí para siempre.

Hay mucho que sucedió luego de eso, hasta que en un momento me preguntaste de nuevo en cuanto a todo lo que sentía y solo porque querías saber si lo que decía era cierto. ¿Si ya tu lo sabes porque me preguntaste de nuevo? ¿Acaso eso habría de cambiar algo? ¿Será que por fin tendría la oportunidad de ser algo más?

No sabes cuanto me dolió saber que solo era para ver si ya te había dejado de querer. Cuando me dijiste que no querías nada conmigo, no niego que algo dentro de mi se rompió, pero aunque me lastimó solo quiero que sepas que no hace falta repetir tanto lo que está más que claro o entiendes o no, hay cosas que no tienen repetición, hay cosas que son sinceras y que nada hará que yo cambie de opinión.

Quizás, si nos tratáramos como al principio habría una oportunidad, pero ahora que veo las cosas que han pasado con nostalgia, temo a que todo pueda terminar. Nadie nunca debería perder a quien esta allí para ayudar, pero la triste realidad es que la vida a veces te quita a quien decidiste amar. Y aunque a veces nos cueste aceptar la realidad, quiero que sepas que quien te ama, quien lo hace de verdad, siempre estará allí aunque tu lo quieras alejar.

Las cartas que nunca te envié Donde viven las historias. Descúbrelo ahora