Las cartas que nunca te envié

Carta N 4

Lo bueno de amar.

"Si supieras las ganas que tengo
De decirte que vengas
Y de hablar de lo que sea
Sólo para tenerte delante de mí
Mirarte, escucharte, sentirte
Solo para todo
Pero contigo"

No somos seres comunes con una existencia vacía.
Nosotros somos más que una vida perfecta.
Y es porque sentimos, sufrimos, perdemos y valoramos, porque cuando algo nos importa luchamos y también por que cuando algo nos hace daño nos alejamos. También puede ser al revés. Cuidamos a quien nos lastima y nos alejamos de quien en verdad le importamos. Y no es opción,  es elección.

Si el dolor es la sensación de debilidad, el amor puede ser una fortaleza. En momentos de soledad creo que solo es una persona la que nos puede salvar, cedemos siempre ante esa persona que vale todo, lo cual nos hace afortunados o unos tontos.

Nuestros padres siempre nos van a amar, pero tarde o temprano dejaremos el hogar y buscaremos nuestras propias experiencias, nuestra propia felicidad, como la que encuentro a través de tus ojos. Muchas personas podrán verte, pero nadie te verá como lo hago yo. El amor nos pone tontos pero también podemos ver más que lo superficial, por eso siempre habrá alguien que verá lo bueno de amar.

Creo que me castigaré de por vida por no haberte dicho lo que sentía en el momento correcto, y ahora que no hay marcha atrás solo me queda seguir, me temo que tendré que verte feliz con alguien mas, aunque espero que eso de alguna manera me pueda llenar. Cuando te vi la última vez te juro que me esforcé por memorizar cada momento, por ver bien tus ojos y tu pelo, pero más que eso me esforcé por ver más allá de ello, por escuchar tu voz y sentir con el corazón. La última vez que te vi estabas radiante como el sol, para los demás era algo normal pero para mi no, reías a carcajadas de la manera mas sincera, algo de ti me llevaba hacia las estrellas. Tu voz para mi será hermosa y tus labios, esos que nunca pude besar serán  esa meta que siempre querré  alcanzar.

A veces me gustaría empezar de nuevo y no volver a cometer los errores que me llevaron a perderte, ya sabes hacer todo bien y poder estar allí presente, a donde vayas o a donde me permitas estar, solo con pensar en eso me elevo a soñar. Si supieras las ganas que tengo de decirte que vengas y de hablar de lo que sea, sólo para tenerte delante de mí, mirarte, escucharte, sentirte, solo para todo pero contigo. Es irónico el daño que te hace amar, cuando tienes que dejar ir y cuando no quieres soltar. Ojalá algún día puedas imaginar lo que sentí por ti, lo que en esa última noche pude soñar. Espero que puedas verme entre la multitud viéndote fijamente, mientras lo cuerpos alrededor bailaban o cuando tu y yo nos acercábamos lentamente, espero que puedas ver tu reflejo ante mis ojos y el brillo que tenían por ti. Recuerda ese último baile, fue la ultima vez que te tuve ante mi, y fue esa vez cuando tuve que dejarte ir.

Alguien me dijo una vez, que el amor de mi vida siempre estará presente, para sostenerme, para levantarme, para amarme. Quizás tu eres ese amor que quise tener y yo seré eso que no te permitiste conocer. Pero algo de lo que estoy seguro es que nadie te amara como lo hago yo. Si, aún te amo y no es que no pueda vivir sin ti, por que si puedo hacerlo, solo es que con nadie me había imaginado tanto, con nadie había querido crear tanto, contigo habría válido la pena vivir.

A veces nuestra mente puede ayudarnos a crear tanto, podemos imaginar cosas tan espléndidas, pero también puede castigarnos, hacernos culpables de aquello que no logramos. No se si es virtud o defecto, solo se que al final somos nuestras propias penas, nuestra propia felicidad, nuestra propia cura y a veces nuestra propia enfermedad.