Carta N 17

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Amigos inseparables.

‘‘La gente es pasajera
Recuerda que el que quiera
estar, estará
Y quien no
Que siga su camino’’

En la vida te cruzas con tantas personas que a veces ya ni sabes quien es tu amigo, las personas te hieren tanto que a veces no sabes en quien confiar. Recuerdo algo que me dijo mi papá, que me gustaría compartir contigo: "Los amigos, los que son de verdad, son muy pocos. Se cuentan con los dedos de una sola mano, y de seguro, te sobrarán dedos." No voy a poner en duda que puede ser algo cruel, saber que las cosas no siempre salen como queremos, pero es la realidad, es la vida.

Tu y yo eramos tan unidos que nuestra amistad parecía inquebrantable, la unía la lealtad, el amor, la sinceridad, pero todo eso se esfumó, ya no hablamos tanto, te has alejado y sinceramente ya no se que sentir, pero a pesar de eso me gustaría aconsejarte en algo: La gente es pasajera, recuerda que el que quiera estar, estará. Y quien no que siga su camino, y es así, es irónico que te lo diga el chico que ha estado enamorado de ti por tanto tiempo pero, estoy aprendiendo, y aunque no lo creas, me cuesta soltarte.

Quizás porque te he visto vulnerable y solo quiero protejerte, o porque no quiero que te sientas sola, pero, cómo acompañas a quién solamente quiere estar sólo, así sin más. Supongo que a veces la oscuridad restaura lo que la luz no puede reparar.

Escribirte se ha vuelto mi manera de dejarte ir, y aunque al principio sólo quería hacerte ver que estabas mejor conmigo y tenía la esperanza de que tu vieras que alguien estaba allí, dispuesto a todo. Pero con todo lo que ha pasado veo que solo es una manera de soltarte, de verte ir.

Jamás pensé que llegaría a tal grado de locura, a este en el que mientras te escribo te veo del otro lado de la mesa, reír, mirarme aunque a veces con una mirada tan distante que siento escalofríos. Supongo que quiero hacerme creer a mí mismo de que las vas a leer algún día, y eso quiero. Cuando termine dejaré todas las cartas en orden en tu puerta, espero que las leas y de que por primera vez notes que existo y recuerdes que existía. Cuánto me gustaría que todos esos momentos que compartimos juntos pasen por tu mente justo como lo hacen en la mía en este momento. Ojalá sonrías, quiero verte feliz, aunque sea por momentos, y aunque sea en mi mente.

Ahora quiero decirte algo, como amigos inseparables que alguna vez fuimos. A veces nos damos cuenta demasiado tarde, de que perdimos algo importante, porque por momentos pareciera ser eterno, duradero, firme, pero cuando dejas de cuidarlo o valorarlo, todo se va, se desvanece. Aún recuerdo cuando dijimos que no íbamos a separarnos nunca, y que esta amistad sería eterna. Es triste cuando las personas no cumplen con su parte del trato, pero ahora sólo queda seguir. Ya no puedo permanecer dónde me quieren fuera, ni proteger lo que me lastima. Pero a pesar de todo, deseo que puedas estar bien siempre, que sigas con esa felicidad que te caracteriza, porque cuando mires a tu lado o detrás de ti y veas que estas sola, sabrás qué se siente estar solo y ojalá tengas con quien compartir tus tristezas ya que aunque la vida sea solo de uno, nada la hará mejor que estar acompañado.

Las cartas que nunca te envié Donde viven las historias. Descúbrelo ahora