YOUR TYPE | H.S.

INTERLUDIO|HS

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Harry Styles

Solía ser un hombre que creía tenerlo todo.

Solía ser un hombre que pensaba estar viviendo el momento.

Solía ser un hombre que desde joven tenía casi todo controlado.

Solía ser un hombre que fantaseaba con años perfectos llenos de armonía

Pero en ocasiones tenemos que abandonar la vida que habíamos planeado, porque ya no somos la persona que hizo esos planes.

La voz de Paige se escucha al fondo, sin embargo, no le estoy prestando ni una sola gota de atención, porque, sinceramente, de unos meses en adelante: ella ya no era mi prioridad.

Me encuentro demasiado perdido en mis pensamientos, pero a pesar de ello, me reprendo internamente al ser consciente de que lo que estoy haciendo, no es de caballeros; probablemente, mi madre me regañaría si se diera cuenta de que no estoy escuchando las anécdotas de mi esposa.

"Es de mala educación, Harry. Y yo no te eduqué así" diría.

Y era la verdad.

En realidad, en este punto de mi vida, necesitaba todos los regaños del mundo.

Era lo más justo.

Pestañeo repetidas veces y hago el mayor intento en prestarle atención a lo que dice la rubia que tengo frente a mí.

Paige.

¿Por dónde comenzar, o mejor dicho, cómo explicar lo que esta mujer significa para mí?

Hay algo increíble en los seres humanos; la capacidad de sentir y transmitir más de una emoción es espectacular y a la vez un poco escalofriante. A veces, se puede generar una sobrecarga de sentimientos que nos provoca una explosión en el pecho. Lamentablemente, esta misma sensación también tenía dos polos opuestos y eso se agrega a la lista de cosas fascinantes: ¿Cómo puede alguien amar tanto y después, de la manera más sencilla, desvanecerse en la miseria de un corazón roto?

Ella lo había sido todo para mí, pues, desde el primer momento en que la vi, pude experimentar aquello a lo que llaman amor a primera vista, eso de lo que muchos se burlan y no son creyentes.

Era increíble, no podía negarlo.

La adrenalina corriendo por tus venas y tu corazón latiendo a toda velocidad.

Amaba sentir, amaba disfrutar toda aquella revolución de emociones, me enamoraba todos los días de la felicidad e incluso de la tristeza...

Pero ahora siento que no tengo nada.

Todo aquello que experimenté con Paige, había desaparecido y se me había ido de las manos, demostrándome una vez más, que nada está escrito y no todo lo puedo controlar.

Me limito a asentir y hacer preguntas simples que ella responde, pero no soy tonto, o puede que sí, pero es evidente su urgencia de salir del departamento y sinceramente, no pienso detenerla. Ya me había cansado de ese juego.

Se pone de pie, se dirige al baño y después de unos minutos me informa que es hora de marcharse a su trabajo en la repostería. Pero, para mi sorpresa, después de varias semanas, se acerca hasta mí y deja un casto beso en mis labios y en su rostro se instala una sonrisa tímida.

En otros tiempos habría suspirado por aquel gesto, ahora, solo me limito a responderlo con una sonrisa tensa y un "que te vaya bien".

Una vez que me encuentro a solas, suelto el gran suspiro que estaba conteniendo y al tener aún unos cuantos minutos libres, escondo mi rostro entre mis manos como si aquel acto me ayudara a desaparecer por completo.