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C A P I T U L O 43

C a p i t u l o 43 "Cansado"

Habían transcurrido tres días desde que salió a la luz la noticia de que Paige llevaba dos años engañando a Harry.

Y no solo eso, había decidido seguir a su lado para poder usar el dinero del chico de ojos verdes y con ello, pagar el departamento donde pasaba los fines de semana y sus tiempos libres con su amante, pues, su famosa repostería, estaba en la quiebra.

Por el momento, Gemma, Niall y yo nos turnábamos las horas para cuidar de Harry, pues su estado físico y emocional no era el mejor. Se encontraba pálido, débil, bajo sus ojos había grandes bolsas y sus movimientos eran lentos y torpes; el llanto seguía siendo frecuente y solo hablaba con nosotros para darnos afirmaciones o negaciones.

Mi mejor amigo seguía quedándose en el departamento de Niall, pero después de charlarlo con Anne y Gemma, se había tomado la decisión de llevarlo a Holmes Chapel para que pasara el fin de semana acompañado de su familia.

Después de hablarlo con sus jefes en el trabajo, Niall había conseguido que le dieran unos días libres a Harry, por lo que sin ninguna preocupación, pudo faltar a su empleo. De esa manera, gracias al irlandés pude enterarme que la condición de esos días libres, era que él se hiciera cargo del trabajo de nuestro mejor amigo, sin embargo, sin saber el porqué de su ausencia, Sam se había ofrecido a apoyarlo en todo lo que involucraban las tareas de Harry dentro de la compañía.

— ¿Creen poder ustedes? — pregunta Niall preocupado

— Seguro, solo es cuestión de manejar hasta el pueblo y cuidar de él durante estos días — hablo

— Niall, tú ya has hecho suficiente por mi hermano y te estoy más que agradecida — dice Gemma

— No es suficiente... — suspira el chico de ojos azules

— Escucha, no te mortifiques por esto — lo interrumpe mi mejor amiga — Sabemos que en esta ocasión no puedes viajar con nosotros y no hay problema con eso

— Prométanme que me hablaran si necesitan algo, lo que sea

— Lo haremos, Niall, no te preocupes — poso una mano sobre su hombro para tranquilizarlo

— De acuerdo — muerde su labio inferior con nerviosismo — Vamos, las acompaño hasta el auto

Los tres salimos de la cocina de su departamento y mientras Niall toma una pequeña maleta donde viene la ropa de nuestro mejor amigo, Gemma y yo nos acercamos hasta Harry, quien se encuentra recostado con la mirada perdida en uno de los sofás.

— Cariño, es hora de irnos — su hermana se dirige a él con un tono de voz suave

Harry tarda unos segundos en reaccionar y cuando lo hace, parpadea en diversas ocasiones hasta enfocar la vista en nosotras. Con un pequeño asentimiento, se reincorpora y se pone de pie para después, caminar hasta la puerta de la entrada.

Los cuatro salimos del departamento en un completo silencio lleno de incomodidad.

Observo como Harry camina con la vista pegada al suelo y en más de una ocasión, sus pies se tropiezan, por lo que tenemos que sujetarlo para evitar que pierda el equilibrio.

Ya frente a la camioneta de Gemma, Niall nos ayuda a meter el poco equipaje que llevamos y a subir a Harry en el asiento trasero, pero, cuando estoy a punto de cerrar la puerta, mi mejor amigo toma mi mano y me mira con tristeza.

— No te vayas — murmura y me percato de lo ronca que está su voz debido a la falta de habla — Ven al pueblo conmigo

— Eso haré, Harry, no te voy a dejar solo