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C A P I T U L O 44

C a p i t u l o 44 "Zorra mentirosa"

El regreso a Londres se había llevado de una buena manera y con el paso de los primeros días, Harry había logrado regresar al trabajo y poco a poco retomaba su rutina.

Evidentemente, su ánimo seguía sin ser el mejor pero de alguna manera, mi mejor amigo se esforzaba bastante para salir de la tristeza que llevaba arrastrando.

Todo este proceso, me llevaba a recordar aquellos días en los que era a mí a quien debían cuidar debido a todo lo que pasó después de confesar mis sentimientos y haber rechazado la propuesta de Sam. Ahora era a Harry a quien se protegía, a quien todos íbamos a visitar y buscábamos alegrarlo con cosas tontas u obsequios que eran muestra del amor que teníamos por nuestro amigo.

El vibrar de mi teléfono me saca de mis pensamientos y es imposible no sonreír cuando leo el nombre de Harry en la pantalla.

— Hola ¿todo bien? — pregunto cuando contesto la llamada

— Sí, gracias — suspira — Sólo te marcaba para saber si querías venir a cenar al departamento. Parece que Gemma y Michael no estarán por aquí esta noche y pensé que era buena idea pasar el tiempo contigo

— Sí eso es lo que quieres, me parece bien

— No estoy listo para estar solo, Isa — me explica en un susurro

— No te preocupes, ahí estaré yo ¿recuerdas?

— Lo sé — suspira — Gracias, Isabella

— ¿Sigues en la empresa? — cambio de tema

— Estoy a punto de marcharme, tuve que quedarme unas horas más debido a que me ocupé en algo durante la tarde

— ¡Oh! Bueno, en ese caso solo dame unos minutos más para salir de aquí — observo mi oficina — Necesito terminar de firmar unos papeles y en cuanto salga voy para allá ¿quieres que lleve algo?

— No, no te preocupes, podemos pedir algo de cenar

Unas cuantas palabras más y la llamada concluye con un "hasta pronto".

El tono serio de voz de mi mejor amigo me indica que hoy no ha sido un día bueno y probablemente me tenga que acostumbrar a ello por un tiempo; es demasiado pronto como para creer que su felicidad estará de vuelta.

Tal como lo mencioné, debía revisar y firmar unos cuantos documentos que habían llegado a mis manos; se trataba de un nuevo contrato con una empresa española que solicitaba nuestros servicios para llevar a cabo la apertura de un nuevo negocio bastante importante para su país.

Aun pensaba en la propuesta que me había ofrecido Lauren acerca de viajar con ella al país para realizar este proyecto. Sería por un mes pero, tenía que pensar varias cosas antes de ir hacia allá.

No podía dejarlo solo con su dolor.

Algunos minutos más tarde, apago el ordenador, ordeno unos papeles y tomo mi bolso para ahora dirigirme al departamento de Harry. Subo a mi automóvil y conduzco por las conocidas calles del centro de Londres hasta llegar a la zona en la que vive mi mejor amigo.

Con una sonrisa saludo al portero y me dirijo hasta el ascensor esperando a que este suba y me lleve hasta el piso de Harry, sin embargo, cuando llego a este y las puertas del elevador se abren, mi buen humor se borra ante la presencia de cierta rubia que camina en dirección al departamento del ojiverde.

— ¿Paige? — pronuncio su nombre en voz alta pata captar su atención

— ¡Isabella! ¡Gracias a Dios que estás aquí! — la rubia se queda quieta justo enfrente de la puerta de Harry y yo me apresuro en caminar hasta ella con el fin de acortar la distancia