Isabella está dispuesta a despedirse del amor que siente por su mejor amigo, todo sea por la felicidad de él; ha quedado claro que Harry no siente nada por ella y aunque ha pasado toda la vida dándole su corazón, pareciera que Isabella nunca será su...
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Cuando conocí a Paige, mi mente en seguida se aseguró de hacerme creer que era la chica perfecta; con su largo cabello rubio, sus mejillas sonrojadas todo el tiempo, su suave y dulce voz, el batir de sus pestañas, sus delicadas expresiones, su perfecto comportamiento.
Han sido innumerables las veces que al estar frente a ella, he pensado una y otra vez "¿qué se sentirá ser Paige?".
Qué sentiría al saber que todo mundo la amaba, que si se lo proponía, podía arreglar todo con solo un poco de azúcar y crema pastelera; saber, que no hay ningún humano que se atreva a hablar pestes de ella porque en realidad, todo en su mundo era rosa y hermoso.
Había perdido la cuenta de cada ocasión en la que había deseado ser ella.
Pero, todo aquello que un día llegué a envidiar, hoy está tirado en la basura; hoy la miro con incredulidad y mis pensamientos aún tratan de procesar cómo es que la dulce chica pudo ocultar algo así durante todo este tiempo.
Escucho los gritos provenientes de Harry, el llanto desconsolado de Paige y no sé qué se supone que debo hacer. Bien podría intentar meterme entre los dos, pero Niall me lo ha impedido, por lo que me mantengo quieta y sigilosa a su lado en otra habitación del departamento del matrimonio.
A mis pensamientos llega Gemma y me inquieta pensar en cuál será su reacción cuando se entere de la cruda realidad. Ella lo dijo todo el tiempo y ninguno de nosotros le creyó; tal como mi mejor amiga lo mencionó, había algo en Paige, algo que no era completamente bueno.
Y hoy, se descubrió ese algo.
Observo a Niall, quien también es mejor amigo de Harry. El chico a mi lado se encuentra con el ceño fruncido y muerde nerviosamente la uña de su dedo pulgar; sé perfectamente que se encuentra preocupado por la situación y que en su cabeza está ideando un plan para calmar la situación.
- ¡No te quiero más aquí!
Otro grito de Harry se hace escuchar en todo el departamento; seguramente, a esta hora, sus vecinos estaban enterados de los conflictos de la joven pareja.
- ¿Qué vamos a hacer, Niall? - pregunto en un murmuro
- Por primera vez, no tengo ni idea
Y el silencio vuelve a generarse.
Los suspiros constantes que salen de mis labios ya comienzan a hartarme, quisiera que de estos salieran respuestas, algo que me ayude a hacer algo productivo.
Sigo sin entender, como es que de un momento a otro, la relación de Harry y Paige fue decayendo con el paso de los meses hasta el punto en el que ninguno deseaba pasar tiempo al lado del otro; si la situación fuera otra, mi corazón probablemente brincaría de alegría, pero ahora mismo, lo único que pienso es en cómo haremos para levantar a mi mejor amigo. Todo este tiempo, sus emociones habían estado en una barra de equilibrio, discutiendo en dejarse llevar por la tristeza y los conflictos, o ignorar sus preocupaciones y centrarse en la poca felicidad que le quedaba.
