Amor, odio y adiós.

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Una tarde lluviosa se encontraba una pelinegra en casa de su abuelo hablando con su prometido.
Una situación realmente incómoda pues el chico se sorprendió al verla. Honestamente el esperaba a alguien más.
Específicamente a una chica rubia, de ojos esmeralda y sonrísa que iluminaba el universo.
En su lugar se encontraba la chica de cabello negro, ojos amatistas y que en su rostro no se reflejaba emoción alguna.

Estaban charlando de la fecha en que se celebraría la boda que  los uniría y a las familias les daría un lugar entre las más poderosas de Japón. No había sentimientos, no había amor, sólo decepción, desilusión por parte de uno e indiferencia y desinterés  por parte de la otra. 
A la puerta del lugar en el que se encontraban llego la chica rubia, exaltada y siento aprisionada por una de las sirvientas.

Yuzu: ¡Mei! ¡Necesito hablar contigo! ¡Ya lo se todo! ¡Conozco la verdad y vengo a decirte que no tienes que casarte, por favor escuchame!

Sirvienta: Lo siento mucho srita. Aihara, joven Udagawa está chiquilla logró  escabullirse y no la pudimos detener antes. Pero inmediatamente la retiramos de aquí.

Udagawa: ¡No! Esta bien, ella es mi empleada le pido permita quedarse.

Sirvienta: Esta bien (Se levanta y ayuda a Yuzu a levantarse) Con permiso me retiro.

Mei: ¡Yuzu! ¡¿Que haces aquí!? Deje muy claras las cosas. Esta es mi decisión y no hay nada que digas o hagas para que cambie de opinión. Así que mejor retirate. Que nos estás importunando.

Udagawa: Mei deja que Yuzu hable puede que sus palabras cambien el rumbo de esta situación.

Yuzu: Gracias gerente.
Mei se que para poder heredar la Academia Aihara tienes que casarte y hacer que el apellido se posicione en alto. Pero se que con este acuerdo no vas a ser feliz.
Tú me amas tanto como yo te amo a ti. ¡Y por este amor estoy dispuesta a darlo todo por nosotras! Á luchar y enfrentar a quien se ponga en frente.
Tengo grandes noticias, he hablado con mi familia, con la familia Okogi ellos me nombraron su única heredera. Se que haz escuchado el apellido de mi familia. Somos la 1er. Familia a nivel mundial tenemos grandes negocios en todo el mundo. Y estoy dispuesta a tomar mi lugar al frente de ella sólo si tú estás a mi lado. De esta forma tu abuelo no se negara a lo nuestro. De esta forma podemos estar juntas. De esta forma no tenemos que separarnos. De esta forma puedes ser libre a mi lado.

Mei: (sorprendida por la revelación de Yuzu) ¡Estás loca! No puede ser, tú no eres parte de esa familia, ¡tú eres nada! Eres sólo una chiquilla infantil que cree que con amor puede enfrentar al mundo. ¡Que idiota! ¡Qué ilusa! Este es el mundo real, el mundo donde la gente hace alianzas para obtener poder. No puedes salir con la fantasía de ser alguien que no eres. Olvídate de mi y deja esa farsa. Yo ya elegí mi camino. Soy Aihara Mei heredera de la Academia Aihara. Y voy a tomar por esposo a Kei Udagawa. Vamos a convertirnos en familia. Voy a dejar este juego infantil. Entiende que si te bese, que si te deje estar a mi lado fue por pura conveniencia. Pero ya no más. Olvída todo. ¡Olvidame!

Yuzu: (con la mirada vacía, con el corazón roto. Avanzó hasta Mei) ¿Estas segura de esto? ¿Segura que no me amas? ¿Segura que vas a olvidarme?

Mei: (con una mirada fria y enojada) Estoy completamente segura. No te amo. Jamás lo hice, todo fue pasajero. Se cuales son mis responsabilidades, lo que debo hacer. Y lo voy a hacer por sobre todo y todos. No importa.

Yuzu: (Bajando la mirada) Esta bien Mei, te amo tanto que aceptó está decisión.  No te preocupes. No volverás a saber de mi. Te dejo en paz. Espero que esto sea realmente lo que quieras y valga todo aquello que estás dejando atrás. Se que probablemente me odies por entrometerme en tu vida pero se que no más de lo que te vas a odiar.
Por dejarme, por no luchar por lo nuestro.
Por que escuchame lo quieras o no. Sabes que hay algo entre nosotras. Sabes que este sentimiento es amor.
Y que triste para ti, por que un amor tan grande, tan desinteresado, tan honesto y mutuo nunca más lo volverás a encontrar.
Te deseo suerte en tu vida y que seas feliz.
(Miro al gerente)
¡Felicitaciones Gerente! Tomará por esposa a una gran mujer. Le pido la cuide, valore y llegue a amar.
Hasta siempre.

Yuzu salió caminando con la mirada vacía pero la frente en alto pues sabía que había dado todo por Mei.
Que está sería la última vez que la vería así que se fue sin derramar lágrimas, sin llanto, sin gritos.
Sólo salió de esa mansión como llego sola.

Por su lado a Mei ya sentia el remordimiento. Todo lo que había dicho era mentira. Y esperaba que lo que había dicho su rubia fuera verdad. Pero tarde reaccionó. Demasiado tarde. Cuando salió de la habitación en busca de Yuzu ella ya no se encontraba ahí.

Udagawa: Que desafortunado encuentro. Ella es un sol. Ella estaba dispuesta a todo por ti.
Ese amor que te profeso era tan puro, tan real. Que solo una vez en la vida se puede encontrar.
Que tarde lo notaste Mei-san. Ahora sólo nos queda afrontar la realidad, las palabras y decisiones que tomamos. Elegiste tu camino y después de todo lo que dijiste no creo que quede en ella las ganas de volver.

Mei: (sorprendida por las palabras de Udagawa, lo mira a la cara) Este amor es tan grande que en algún momento nos volveremos a encontrar y la situación será diferente.
Yo habré consolidado a mi familia. Mi abuelo estará orgulloso de mi y le daré el heredero que requiere.
Y cuando todo eso pase volveré a su lado.

Udagawa: ¡Heredero! ¡Posición! ¡Orgullo! ¡Estas loca! 
Todo eso lo pudiste tener de la mano de la mujer que amas. Ella te lo ofreció, puso el mundo a tus pies.

Mei: Ella no puede dar el heredero que mi familia requiere, con ella no puedo formar la familia que se requiere en el contrato para heredar la Academia y los negocios familiares.

Udagawa: Tan poco conociste a Yuzu, no sabías de su familia, no tomaste en cuenta su sentir y no sabías que ella si podía darte familia.
Ella es intersexual...
Ella lo tenía todo y todo lo puso ante ti pero no la valorarse y ahora la perdiste para siempre.
Yo aceptaré el compromiso.
Por que Yuzu lo pidió así.

Mei sentía que todo se derrumbaba a su alrededor. Que poco sabía de Yuzu. Nunca se pregunto o preocupo por ella. Ahora todo estaba expuesto. Su familia, su sentir, su condición física. ¡Todo!.
Pero ya era tarde.
Ya no había marcha atrás.
Que lástima había perdido su felicidad.

Yuzu había acordado con su familia que si Mei la aceptaba volvería a Rusia en cuestión de dos meses pero si ella no lo hacía volvería la misma noche que hablará con ella.
Llego al departamento de su madre y en ese momento lloró y lloró de forma desconsolada. Se sentía rota, usada, traicionada.
Intento calmarse y empezó a formar un muro al rededor de su corazón. La chica dulce y tierna se había esfumado. La encerró junto con su corazón.

Espero a su madre para hablar con ella y mientras tanto fue a su habitación para preparar su maleta para salir esa misma noche a su destino. 

El Peor De Mis Errores. Where stories live. Discover now