Lobo estepario

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A Stiles se le dio el alta después de una semana, la pierna la tendría enyesada por los próximos meses pero estaba fuera de peligro, regresar a casa le tenía más ansioso de lo habitual, su tiempo en el hospital era una tortura constante, la comida apestaba y la televisión solo sintonizaba canales de noticias y pésimos programas de concursos, no había visto a Derek con demasiada frecuencia durante esos días, siempre que estaban juntos lo sentía ansioso, preocupado, y su aspecto no era el mejor, siempre que lo cuestionaba sobre ello el pelinegro se quedaba en silencio, observándolo.
Derek no lo estaba pasando bien, la luna azul sería dentro de dos semanas, no había logrado localizar a alguna otra manada que pudiera aceptarlo como su beta, las cosas con sus poderes no estaban mejorando, trataba de mantenerse lo más alejado de la gente, el padre de Stiles no lo tomó como algun síntoma preocupante, lo tomaba como algo propio del duelo por la perdida de sus padres, pero Noah Stilinski no sabía que los problemas de Derek eran mucho más grandes que solo su duelo.
Se le estaba acabando el tiempo.
—¿Tienes todas tus cosas? — pregunta el padre del castaño, este asiente como respuesta.
—¿Ansioso por volver a casa? — pregunta el mayor con cierto nerviosismo.
—Tu pareces ser el más ansioso por volver a casa.
—No es eso, solo, ¿no crees qué es demasiado pronto? Podrías lastimarte en el trayecto a casa.
—Los doctores ya me dieron el visto bueno, tendré que usar la silla de ruedas y las muletas durante un buen tiempo, pero da igual, ya no soporto estar aquí — el mayor le sonríe aceptando su derrota.
Ambos Stilinski salieron de la habitación con lentitud y cautela, Stiles observaba los pasillos del hospital con mayor interés del que se merecían, estar encerrado en esa habitación muriendo de aburrimiento y dolor le hizo aprender a valorar las pequeñas cosas de la vida.
Tomaron el ascensor presionando el botón que los dejase en la recepción del hospital, ir a clases sería una verdadera molestia para Stiles, por suerte sus profesores accedieron a proporcionarle un plan virtual lo cual solo lo desanimaba más, ni con una pierna rota y luciendo como un jodido zombie podría librarse de la escuela.
Ambos Stilinski ingresaron al interior de la patrulla con el propósito de llegar a su residencia, Stiles estaba impaciente y no lo quería demostrar, no había tenido señales de Derek en todo lo que iba del día, no estaba desesperado por verlo, pero esperaba tenerle a su lado en el momento de regresar a casa, Stiles era consciente que Derek le estaba ocultando algo… Algo muy importante.
Pero Hale no era la clase de persona fácil de abordar y Stiles no estaba dispuesto a recibir otra dosis de tristeza asfixiante que terminaría por matarlo; el trayecto a casa fue demasiado silencioso e incómodo, adoraba a su padre pero no opinaba lo mismo de sus gustos musicales, parecían formar parte de una película de los tristes años cincuenta.
A pesar de la música tan retro—melancólica inundando el interior de la patrulla, había una sola cosa en su cabeza que no estaba dispuesto a marcharse… Derek. Por mucho que pretendiera que todo seguía igual o que solamente sentía desagrado por él, terminó por aceptar que las cosas entre ambos habían cambiando lo suficiente para llevar una relación de coexistencia pacifica e incluso, con algo de tiempo podrían convertirse en amigos de verdad.
Eso era lo que quería ¿no?, no podía volver a comportarse como un imbécil con Derek, su salvador, tampoco deseaba seguir siendo así con él, temía que Lydia pudiese estar interesada en Derek de forma romántica pero a medida que los días pasaban, la pelirroja le visitaba constantemente con la excusa de verificar que todo estuviese bien, quizás en parte era verdad, él la notaba distinta, no lo trataba de la misma manera, incluso se reía de sus chistes.
A pesar de todo eso no se sentía completo, tenía la atención de Lydia, lo que más había anhelado en tanto tiempo y no se parecía a como lo imaginó muchas veces en su cabeza, odiaba estar atado a Derek, incluso sin intentarlo, este seguía interfirieron en su vida, se metía en su cabeza y en sus sentimientos.
El vehículo se estacionó en la entrada de la residencia Stilinski, seguía haciendo frío pero el peligro de tener otra nevada ya se había marchado, su padre lo ayudo a salir del vehículo cargándolo con mucha delicadeza y poniéndolo en la silla de ruedas, a pesar de lucir delgado Stiles no tenía un peso tan ligero y la espalda de Noah Stilinski lo acababa de confirmar.
Con esfuerzo se encargó de subirlo por los escalones del porche, Stiles disfrutaba ver a su padre sufriendo con el peso del adolescente y la gran dificultad de subir una silla de ruedas por las escaleras, y le faltaba la peor parte, las escaleras de la planta alta, Derek podría haber llevado a Stiles en brazos perfectamente a su habitación y sin agotamiento alguno, pero el muchacho no había dado señales en toda la mañana.
—Necesitaremos unas escaleras eléctricas — se burla el menor — a este paso terminarás con más fracturas que yo.
—O podría dejarte instalado en la sala — responde el hombre con malicia — te hace falta hacer dieta.
—No estoy gordo, estoy rellenito de amor — Noah se limitó a reír.
Tan pronto el mayor abrió la puerta y entraron a la casa se pudo escuchar un estridente ‘¡sorpresa!’, todos los amigos del castaño estaban en su casa, celebrando su regreso del hospital.

I'll Hold Your Hand (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora