Te quiero... Por razones sentimentales

332 40 5
                                    

Incómodo, así fue su despertar, la cabeza le dolía y eso era algo de lo que estaba sorprendido de experimentar, su boca y todo su cuerpo le pedía agua o algo que pudiese devolverle la cantidad de agua que perdió, ¿este era el precio a pagar por embriagarse? Era un asco, masajeó sus ojos tratando de recuperar su visión, todos los ruidos se sentían asquerosamente molestos y la luz no ayudaba mucho, no necesitaba ser un adivino para saber que estaba en la habitación de Stiles, acostado en su cama; podía recordar absolutamente todo, con una precisión matemática envidiable, no estaba arrepentido de lo que había hecho, muchas personas le enseñaron que solo los ebrios y los niños dicen la verdad, no podía pretender que no quería estar con Stiles.
—Mierda, ¿y ahora qué hago? — estaba frustrado por haber dicho todo y no haber logrado nada.
Se levantó de la cama tambaleándose un poco en el proceso, no necesitaba su gran olfato de lobo para reconocer el aroma que vestía, una pestilencia a alcohol desagradable para él y otros que tuviesen la desgracia de olerlo, se quitó las prendas y no dudó en buscar entre la ropa de Stiles.
Abrir su corazón, recibir una extraña respuesta ante la situación tan especial de ambos, su madre tenía razón, encontrar a Stiles era una cosa tan especial que no podía rechazarle, sobre todo porque su constante presencia le provocaba demasiadas sensaciones agradables, se sentía más vivo, poderoso y lo más importante, el recuerdo de su familia dolía menos.
A pesar de tener la luna azul tan cerca y que para su desgracia no tenía forma de cancelar su compromiso divino con Stiles y este estaba empeñado en rechazarle, no le quedaba otra cosa que aceptar lo inminente, aceptar que estaba destinado a quedarse como un simple humano, a envejecer como ellos, a padecer como ellos, no había otra opción.
“Te quiero… Por razones sentimentales” recuerda perfectamente esas palabras de Stiles pero ¿cuál era realmente su significado?, creía conocer a Stiles, todo en el le parecía engreído, egocéntrico y asquerosamente sarcástico que le impedían ver el lado bueno de este, pero, todo eso cambió desde el momento que acudió en su ayuda, cuando su instinto tomó las riendas de su vida cuando él no podía hacerlo.
Terminó de vestirse y con una enorme sed y dificultad al caminar se apresuró a llegar a la cocina, con algo de suerte el sheriff estaría ahí para ayudarle a dejar de sentirse así, o al menos eso estaba esperando.
Fue extraño entrar a la cocina y ver a Stiles sentando en la pequeña mesa, con una taza de café y con la mirada perdida en el infinito, le saludó con timidez pero este solo se limitó a observarle, no recordaba haberle hecho algo imperdonable, sin embargo Stiles tenía esa aura sobre él, esa vibra de sentirse acorralado y en peligro con Derek.
—Hay agua mineral en el refrigerador, mi padre nos dejó un par de pastillas efervescentes para cortar un poco el efecto de la resaca — mencionó Stiles antes de beber su café — afortunadamente ya me encuentro bien.
—Me alegro de escuchar eso — sonrío el pelinegro — yo me siento fatal, nunca en mi vida había experimentado el ponerme ebrio.
—No es la gran cosa, solo te hace sentir todo más divertido y cálido, pero sus efectos secundarios son la muerte.
—Concuerdo contigo — respondió el chico dejando caer la pastilla dentro del vaso de agua mineral, observando como el liquido comenzó a burbujear instantáneamente.
—Te pusiste mi ropa — dijo Stiles un poco confundido.
—Si, yo, asumí que no habría ningún problema con ello, después de todo ya no me queda más ropa limpia y la que tu padre me dio es muy grande para mi.
—No hay problema — apretó los labios al ver a Derek usando su camiseta favorita junto con sus pantalones favoritos — desgraciadamente se ve mejor en ti.
—¿Gracias por eso? — preguntó Derek — ¿Stiles?, con respecto a anoche.
—Lo sé, lo recuerdo bien — el café se sentía como gloria en su boca — no lo entiendo…
—Estos días que no hablaba contigo los ocupe para reflexionar sobre todo esto — señalando a ambos — y lo que realmente significas para mí.
—Estoy muy confundido Derek — respondió Stiles con voz cansina — cansado de pretender que no sucede nada cuando claramente sucede todo.
—Bueno, me reconforta que conoces mis sentimientos, quiero pedirte perdón por todos los errores que cometí en el pasado — le extendió la mano — por tratarte de esa forma.
—No fuiste el único, yo tampoco fui de lo más amable contigo — correspondió el apretón de manos — pero no estoy seguro de querer estar contigo.
—¿Por qué? — cuestionó Hale con ligera decepción en su voz — ¿tan mal partido soy?
—No se trata de qué tan buena pareja puedes ser Derek; siéntate por favor — el pelinegro asintió y tomo asiento al lado de Stiles — esto se trata de lo que siento, no es tan sencillo entenderlo.
—Me quieres y no puedes negarlo — respondió Derek tomando la mano izquierda de Stiles.
—Pero creo que aún quiero a Lydia — Derek apretó los labios al escuchar ese nombre — es extraño, antes de ti, estaba perdidamente enamorado de ella y luego apareciste tu, posteriormente ocurrió todo esto — trazando un circulo en el aire alrededor de ellos — y yo, no sé, me siento abrumado, solo quiero saber qué mierda estoy haciendo.
—Lo entiendo, como te dije anoche, no te voy a obligar a que me aceptes, si me quieres lejos de ti, puedo hacerlo — dijo Derek con dificultad, estaba vulnerable ante los ojos de Stiles — pero no creo poder ignorar todo esto que siento por ti.
—No, yo no estoy pidiendo que te alejes de mi, solo necesito un poco de tiempo para entenderlo — de manera instintiva acarició el rostro de Derek, se estremeció al sentir la suavidad de su piel — soy un desastre.
—Toma el tiempo que necesites — respondió Derek dejándose acariciar por Stiles — de todas formas me estoy comenzando a acostumbrar a la idea de ser humano — Stiles le sonrió — te hice sonreír.
—Lamento que vayas a quedarte así, pero trata de entenderme, morderme, sería el equivalente a entregarte todo… Para siempre — Derek parecía triste — no estoy seguro de poder hacer eso, ya sabes, darte tanto poder sobre mi.
—Esta bien — susurró Derek antes de besar la mejilla derecha de Stiles — tienes razón, no es un trato justo y no insistiré más en ello, quizás siendo humano este a salvo de quienes desean mi muerte, no habrá más miedo a la luna llena, ni tener que esconderme.
—Podrás emborracharte más seguido — y Derek soltó una pequeña carcajada que le removió el corazón, odiaba provocarle sufrimiento.
—No creo que quiera hacer eso de nuevo — a pesar de su ligera sonrisa podía sentir el dolor naciendo en su interior, la amargura en su boca, la humedad en sus ojos, Derek estaba renunciando a todo… a cambio de nada.
—Pasará más veces de las que crees — respondió Stiles con el remordimiento cortandole por dentro — ¿ podrías traer mis muletas? Las olvide en mi habitación.
—En seguida vuelvo — respondió Derek.
Lo observó marcharse hacía las escaleras y no pudo soportarlo más, el llanto se liberó, era un imbécil por razones muy obvias, estaba cansado de llevar esa carga tan pesada sobre él, cansado de sentirse perdido, confundiendo sus sentimientos, pretendiendo que todo iba en la dirección correcta, y sobre todo, creyendo que a Derek no le importaba quedarse como humano.
Lloró sintiendo la culpa asfixiándolo como una soga alrededor de su cuello, Derek era demasiado bueno para él, el chico necesitaba a alguien que pudiese complementarlo de verdad, Diana podría haber creído que ellos eran el uno para el otro, pero Stiles estaba seguro que la madre luna se había equivocado, Stiles no era para Derek, no podía ser para él cuando no podía renunciar a todo por él, de la misma forma que Hale lo estaba haciendo.
Limpió sus lágrimas al escuchar los pasos apresurados de Derek bajando las escaleras, esperaba que el chico no pudiese oler su tristeza, no tenía la fuerza para mentirle.
Estaba pretendiendo ser fuerte, algo que llevaba haciendo desde el incendio de la mansión Hale, eso le estaba pasando factura, escuchar el llanto de Stiles le quitó sus defensas y con ello se doblegó ante su carga emocional, se sentía como un inútil ante la inevitable perdida de sus poderes, como un fracaso por no poder vengar a su familia, pero sobre todo se sentía triste, no necesitaba poderes de lobo para hacerse a la idea de que Stiles no le aceptaría y por ello sus lágrimas se sintieron agobiantes.
Su audición de lobo le llegó en un momento inoportuno, uno donde podía escuchar con claridad el llanto del castaño, así como cada palabra que pronunciaba en voz baja, por ello no dudo en deja las muletas a su lado y salir de la casa sin dar mayores explicaciones, necesitaba alejarse de él, dejar de atormentarlo.
Stiles tomó las muletas y con dificultad se puso en pie, habían estado llamando a la puerta y llevaba unos considerables diez minutos sentado pretendiendo que no estaba hasta el cuello con su mierda emocional, le ardían los ojos y su rostro se sentía incómodo ante sus lágrimas secas, no sabía a donde había ido Derek, probablemente tampoco estaba dispuesto a averiguarlo.
—¡Solo un segundo! — exclamó el castaño limpiando su rostro.
Se sorprendió de ver a Lydia en la puerta de su casa, la chica sostenía una cesta tejida a mano y vestía una enorme sonrisa, Stiles podía recordar con claridad porque se había enamorado de ella.
—Lydia, no esperaba verte aquí — respondió un tanto confundido.
—Se que no puedes ir al cine por tu lesión, me tomé la libertad de organizar un picnic — Stiles le sonrió, tener a Lydia en su casa no le estaba ayudando a tranquilizar su cabeza.
—Aprecio el gesto, pero no creo que sea prudente salir de casa, no quiero ser una carga para ti.
—Es por eso que lo haremos en tu jardín, estarás en casa y al mismo tiempo estaré vigilando que estés bien.
—Maravillosa idea — realmente no se sentía bien para tener un picnic con Lydia Martin, no después de lastimar a Derek.

Control, una palabra asquerosamente complicada de tener, estaba en el bosque luchando por recuperar su control, odiaba estar pasando por toda esa situación de mierda, el no saber cuando tendrá poder y cuando no, sucumbir ante sus instintos animales, observando con pavor el ciervo moribundo frente a él, por mucho que intente negarlo, se sintió grato arrebatarle la vida, a pesar de no poder evitarlo.
Estaba comenzando a creer que la idea de permanecer como un lobo para el resto de su vida era menos dolorosa que quedarse sin él, al menos sin su humanidad no podría experimentar todas esas emociones que le agobiaban, no podría recordar como de manera cruel su familia fue asesinada, sin embargo la diosa luna no le permitiría librarse de semejante dolor nunca, maldiciéndolo con aquellos ojos azules fríos y vacíos, su perdida de cordura no tardó en desvanecerse al igual que sus poderes, ya se había acostumbrado al dolor que implicaba la retracción de los colmillos y garras, pero no podía terminar de acostumbrarse al dolor de haber matado a una criatura inocente, el ciervo temblaba ante su agonía, sin dudarlo le rompió el cuello para terminar con su sufrimiento.
—Lo lamento, lo lamento — susurró abrazando el cuerpo del animal — lo lamento.
—Pedirle perdón al ciervo no le devolverá la vida pequeño Derek, ya deberías saberlo — respondió una voz proveniente de entre los árboles.
—Supongo que vienes a matarme, era cuestión de tiempo — dijo Derek tratando de sonar fuerte, sin embargo estaba aterrado.
—Al menos algo aprendiste todo este tiempo que te escondiste de mi — la mujer se burló — ¿cómo está la familia?
—Vas a pagar Kate — amenazó Derek — algún día vas a pagar por lo que hiciste.
—Es probable, mientras tanto, no tengo remordimiento por lo que hice — la mujer cargó el arma y eso solo aumentó el miedo de Derek, sin duda deseaba perder el control en ese momento y acabar con la vida de Kate Argent.
—Si vas a matarme hazlo, aquí estoy, indefenso — extendió los brazos a modo de rendición — ganaste.
—Prefiero una pelea, hace las cosas más divertidas — se burló Kate — anda ponte de pie, saca esas garras y colmillos que tanto me excitan.
—En circunstancias distintas estarías suplicando por tu vida — dijo Derek con furia — pidiendo perdón por quemar la mansión.
—Ni en esta vida ni en ninguna otra eso se sería posible — apuntó hacía Derek — quiero hacerte sufrir un poco antes de darte el golpe de gracia.
—Ya ganaste Kate, no puedo defenderme, no tengo poder — era una estupidez decirle aquello a la mujer con una escopeta apuntando hacía él, pero estaba dispuesto a morir.
—Oh vamos Derek, debes tener mucha ira acumulada en tu interior, debes haber soñado con este momento una y otra vez, imaginando como me arrancarías la garganta una y otra vez — pero Derek solo se limitó a negar con la cabeza.
—Se acabó, no tengo control sobre el poder que estoy perdiendo — Argent bajó un poco la escopeta al escuchar eso — tan pronto pase la luna azul seré tan inútil como un humano promedio.
—Mientes.
—Si vas a matarme hazlo de una vez, no tengo garras ni colmillos para usar.
—¿Por qué piensas qué voy a caer en eso? — sonrió Kate de forma amenazadora — no eres muy habilidoso con los juegos mentales, Der.
—Quiero matarme como no tienes idea — amenazó poniéndose de pie — desafortunadamente me estoy quedando sin poder, el juego está a tu favor, ya ganaste Kate, exterminaste a toda la familia Hale.
—No, no he ganado — bajo el arma — pero eso no significa que voy a creerte.
—Eso no me importa — respondió el chico sentándose de nuevo frente al cuerpo del ciervo — no tengo manada, estoy perdiendo mis poderes y con el tiempo desvaneciéndose entre mis dedos ante la llegada inevitable de la luna azul… ya perdí.
Kate colocó la escopeta sobre la cabeza de Derek, apuntando y amenazando con dispararle, el muchacho tembló y su rostro se humedeció al sentir el frio metal del arma haciendo contacto con su cabeza, había perdido hace mucho tiempo y no lo entendía hasta ese momento, al menos tenía la certeza de que podría ver a sus padres otra vez, lo único que lamentaba era su forma tan egoísta de arrebatarle la vida a Stiles, su madre había sido clara con ello, tras la muerte de Derek la vida de Stiles no se extendería más allá de una semana, esperaba que él pudiese perdonarlo por ello.
—Tienes razón, ya gané, no significa que sea divertido — alejó la escopeta de Derek — al menos tu familia peleó por su supervivencia, no fueron cobardes como tu, entregándose a la muerte así como así.
—Soy el último Hale, ganaste, acabaste con la manada más poderosa.
—No te equivoques Derek, yo cazo monstruos, no asesino personas — respondió la mujer antes de comenzar a alejarse — sin poderes no vales nada, no representas nada y matarte no me proporcionaría ninguna satisfacción.
No necesitaba que Kate lo matase físicamente, ella tenía razón, no era nada, seguía con vida, pero lo asesinó en espíritu. Se recostó en el suelo sin dejar de sollozar, romperse en mil pedazos era cada vez más doloroso para él, le había prometido a Stiles que no le haría atravesar por otro episodio de tristeza profunda, pero era imposible no contenerse, ¿en qué se había convertido su vida?, en un momento estaba hambriento de venganza por el asesinato de su familia, a veces solo quería llorar hasta que el dolor dentro de él dejase de quemar tanto, y a veces solo deseaba tener a Stiles a su lado, no pudo soportarlo más y rompió en gritos desgarradores, lamentos que le desgarraban el cuerpo desde el interior, envenenándolo.

—Gracias por la comida, estuvo delicioso todo — se recostó sobre la tela adornando el césped de su jardín.
—Lo sé, después de todo preparé mi especialidad — se recostó a su lado — ¿cómo va la pierna?
—Lento pero seguro, en su mayoría trato de no hacer un gran esfuerzo por estar de pie.
—Así que… Scott volvió — mencionó tratando de que la noticia no fuese tan potente.
—Lo sé, tuvo el descaró de visitarme mientras estaba bajo los efectos de la morfina, en una situación diferente no estaría intacto — Lydia le sujeta la mano y eso no pasa desapercibido para Stiles.
—No se como lograste reponerte de tal humillación, soy de carácter fuerte pero no estoy segura de haber podido sobrellevar eso.
—No fue fácil, requirió meses de costosa terapia y grandes problemas emocionales, sigo trabajando en algunos de ellos.
—Me hace sentir culpable el hecho de que nunca fui lo suficientemente amable contigo — Stiles la mira, a pesar de todo lo que está sucediendo no puede evitar sentirse incómodo.
—Esta bien, nunca he sido el tipo de chico más agradable — Lydia sonríe — al menos estás aquí.
—Perdona que lo pregunte, quizás no es el mejor momento, pero, ¿sabes algo de Derek?, es decir, vive con ustedes y eso, pero no volvió más a clases.
—Si, toma sus clases en casa, como yo, mi padre persuadió a los directivos de que Derek no estaba preparado para volver a la escuela, así que me hace compañía la mayor parte del tiempo.
—Debió ser horrible todo lo que le ocurrió a su familia — Stiles aprieta los labios — su forma de morir, ser él único en salvarse, no me imagino cómo se debe de estar sintiendo.
—Yo si — su conexión se lo había dejado muy en claro, en especial durante los primeros días después del incendio — bueno, lo intuyo, lo relaciono con la muerte de mi madre — Lydia asiente un poco confundida por la primera respuesta de Stiles.
—¿Saben algo sobre el origen del incendio? — Stiles niega.
—Es prácticamente un enigma, hay demasiadas respuestas y al mismo tiempo ninguna — Lydia se voltea hacia Stiles.
—¿Y cuál es tu teoría? — eso lo tomó desprevenido.
—Mi teoría es que ese incendio fue provocado, alguien que tenía diferencias enormes con los Hale — Lydia se sienta — lo sé, suena estúpido.
—No del todo — responde comenzando a revisar en su bolso — encontré esto entre los escombros de la mansión.
Stiles se sentó de golpe al observar el casquillo, el interior estaba vacío y estaba un poco deforme debido al calor al que fue sometido, a pesar de estar en una bolsa de plástico podía apreciarse con mucha facilidad un símbolo que conocía muy bien.
—Se que es un simple casquillo de bala, pero el símbolo en su base es un tanto inusual para ser parte de una bala que comprarías en una tienda, estuve investigando un poco y solamente encontré una coincidencia, la familia Argent tiene el mismo símbolo como escudo de su familia.
Stiles lo sabía, incluso sabía el nombre de la asesina, pero no podía hacer algo, no hasta ahora.
—Lydia, esto es una prueba muy importante — la chica asintió entregándole a Stiles la bolsa.
—Lo sé, pero no estaba segura de que valiese algo, acusar a la familia Argent de quemar a toda una familia no es algo que se pueda tomar a la ligera.
—Pero es un comienzo — la chica volvió a buscar en su bolso — ¿hay más?
—No creas que me detuve al encontrar el casquillo — su sonrisa tenía una chispa indescriptible que provocó una sonrisa en Stiles.
—No entiendo como el equipo de investigación no dio con esto — respondió sacando una bola de cabellos rubia — o no hicieron bien su trabajo o yo tengo muy buena vista.
—Un poco de ambos — sonrió Stiles observando la bola de cabello resguardada en la bolsa — ¡joder Lyds podría besarte de la emoción!
—¿Crees qué puedan servir de algo?
—Una muestra de ADN y un casquillo de bala muy inusual, creo que puede ayudar bastante.
—¡Lo sabía! — ahora la que no podía controlar su alegría fue Lydia — ¿todavía quieres ese beso? — preguntó la chica en una extraña combinación de alegría y euforia.
—No podría decir que no.
Stiles se sorprendió al sentir los labios de Lydia uniéndose con los suyos, el beso fue ligeramente intenso y tierno, el sabor del brillo labial de la chica se mezclo en la boca de Stiles, en circunstancias diferentes probablemente se habría desmayado por recibir un beso de Lydia Martin, pero las circunstancias eran muy diferentes a lo que esperaba, tan pronto se separaron se dio cuenta de algo muy importante, no sintió nada al besarla.
La chica observó a Stiles y le sonrió, no era la primera vez que besaba a alguien y lo sabía de sobra, pero este beso había sido un tanto extraño, se atrevió a calificarlo como incómodo, todo ese tiempo pensó que estaba ligeramente interesada en Stiles pero ya no estaba tan segura y podía intuir lo mismo del chico.
—Eso fue extraño — respondió Stiles acariciando su cuello.
—Lo sé, fue incómodo — se miraron durante algunos segundos — ¿deberíamos repetir?, ya sabes, para asegurarnos.
—Suena bien para mi — sin duda ambos necesitaban aclarar sus pensamientos.
Se besaron de nuevo aunque con menos intensidad que la primera vez, a diferencia del primer beso este demoró menos y sus caras al separarse fueron más incómodas que al principio.
—Si, eso definitivamente fue raro — respondió Stiles.
—Estaba segura que yo te gustaba, incluso que me llamabas un poco la atención.
—Yo estaba seguro que estaba enamorado de ti, ahora me doy cuenta que quizás no.
—Esto es muy extraño — respondió la chica acomodando su cabello — ¿te importa si por el momento somos amigos?
—Creo que es lo más adecuado — dijo Stiles con una sonrisa burlona — ¿te importa si te abrazo?
—Adelante.
Ambos chicos se unieron en un abrazo reconfortante, Stiles se sentía bien en los brazos de Lydia pero no de forma romántica, era extrañamente una sensación fraternal, por primera vez desde que Lydia apareció en su vida, estaba seguro de algo, no estaba enamorado de ella, lo cuál solo podía significar una cosa: podía estar con Derek, sucumbir ante ese extraño sentimiento que aparecía en su interior cada vez que estaba cerca de él, sentir esos escalofríos recorrer su cuerpo con cada beso que se habían dado y sobre todo, aceptar que sentía algo muy grande por él.
Derek permaneció observando la escena, no necesitaba sus poderes de lobo para poder apreciar con facilidad la situación ante sus ojos, ahora lo tenía claro, Stiles había hecho su decisión, la había elegido a ella, verlos besarse no una vez, sino dos veces le provocó una oleada de celos que le estaban devorando por dentro, tenía unas ganas inmensas de ir hacía ellos y arrebatar a Stiles de los brazos de Lydia, pero eso es lo que haría su lobo, él tendría que hacer lo correcto y aceptar que Stiles no quería estar con él.
Con el dolor en el pecho no dudó en regresar al bosque, guiado en su mayoría por su instinto, no estaba seguro de a donde iba, pero de algo si podía estarlo, necesitaba estar lejos de Stiles

I'll Hold Your Hand (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora