Todo de mi

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Había transcurrido una semana desde que Stiles logró dar con la ubicación de Derek y con ello les restaba un día para la luna azul, sin embargo y a pesar del enorme plan que estaban armando para poder sacar de ahí a Hale, debían ser realistas, eran dos adolescentes y un veterinario contra un aproximado de veinte personas, al menos en el peor de los casos, no podían hacer mucho al menos desde la parte física y es por ello que el plan les había tomado tanto tiempo, pensar en movimientos estratégicos para entrar y salir ilesos no era la más sencilla de las tareas.
Stiles sabía que no podían contar con la ayuda de su padre, hacerlo significaba exponerlo al mundo de lo sobrenatural, estaba demasiado ocupado siguiendo el rastro del incendio Hale y Stiles no podía permitir que su única familia se marchase en medio de una redada contra los Argent.
Sus pensamientos estaban alborotados como un mar rabioso, no necesitaba hacer un análisis introspectivo para conocer la causa de su desdicha, mentirle a su padre fue lo más difícil, quiso convencerlo de que Derek estaba visitando a unos tíos lejanos y que estaba contemplando la posibilidad de irse a vivir con ellos, su padre por poco y no lo creía pero al ver la falsa seguridad en el rostro de su hijo fue cuando desistió de la alerta de desaparición, Stiles sabía que era lo correcto, su padre no podía ayudarlos en lo que venía.
—Necesitamos conseguir más información — dijo el castaño llamando la atención de sus compañeros — sobre todo si la mayor parte la harán ustedes.
—Hemos recolectado lo que hemos podido, sabes que no es fácil acercarse a esa trampilla — acusa Liam con frustración — es todo lo que tenemos.
—Liam tiene razón, no podemos hacer más, salvo confiar que nuestro plan funcionará lo suficiente — agregó Deaton.
—No, no es suficiente, por ello volveré a descender — respondió Stiles sin dudarlo — es nuestra mejor opción.
—Enloqueciste, estás completamente loco — atacó el rubio — apenas sobreviviste la primera vez, ¡si tu no valoras tu vida yo si lo hago!
—No es una decisión que te corresponda tomar — respondió Stiles con firmeza — no sabemos nada del estado actual de Derek, podría estar muerto — respondió con dureza — solo necesito saber que hay alguien a quien salvar.
—Liam tiene razón Stiles, es arriesgado que regreses ahí, es sencillo perderse y complicado salir — Deaton dejó la computadora — aunque alguno de nosotros — señalando a Liam y a él mismo — estuviese dispuesto a descender, eso no nos garantiza que podremos regresar.
—Lo sé, por eso necesito hacerlo yo, ya pude encontrar una vez a Derek, será más sencillo esta vez — respondió Stiles con seguridad — no tienen que arriesgar su vida.
—La criatura que escuchaste ni siquiera debería estar aquí en esta zona — agregó el veterinario — volver ahí será el fin para ti, eso si no te quedas atrapado.
—¡Probablemente Derek está muriendo! — exclamó con la voz rota — ¡y no estoy haciendo nada para salvarlo!
—¿No estás haciendo nada? — contraatacó con molestia Liam — ¡si no fuese por ti no sabríamos ni en donde carajos podría estar! ¡apenas duermes y comes! ¡pasas cada maldito día buscando los fallos del plan y como corregirlos! ¿y a eso le llamas hacer nada?
—Si no desciendo, de nada servirá salvar a Derek, podría estar muriendo o incluso ya estarlo — respondió Stiles frente a Liam, su mirada estaba llena de dolor — si es así no quedará nada de mi que salvar… Me habré ido con él.
—Eso es una idiotez — respondió Liam enojado — ¡no porque Derek muera significa que la vida pierda el sentido para ti!
—No, Stiles tiene razón Liam, si Derek está agonizando o algo como eso, Stiles acabará de la misma manera — dijo el veterinario — es el precio a pagar por estar completo.
—Esto es increíble — respondió el rubio con sarcasmo — me voy de aquí, no me llamen a menos que hayan recobrado la cordura.
El rubio tomó sus cosas y se apresuró a abandonar la clínica veterinaria, era lo único que hacían, de la escuela a la clínica y de la clínica a su casa, siempre a altas horas de la noche, siempre con una angustia enorme dentro de su pecho, se subió al vehículo y no tardó en abandonar el lugar, sentía culpa por dejar ahí a Stiles pero no podía presenciar como su mejor amigo pondría en peligro su vida una segunda vez, estaba cansado de todo lo sobrenatural, cansado de los hechizos y trampas mágicas, lo único que deseaba era poder terminar con toda esa situación y no volver a saber nada.
Encendió el estéreo y buscó una estación adecuada, eran pasadas las diez de la noche y necesitaba descansar.
Las carreteras de Beacon Hills estaban solitarias, a pesar de saber que se metería en muchos problemas no dudó en desviarse del camino a su casa, nunca había sentido tantas ganas de embriagarse desde aquél partido donde perdieron, esta vez no era tan diferente, se sentía demasiado presionado por hacer todo de la forma más precisa posible, no únicamente la vida de Derek corría riesgo, también la de Stiles, la de Deaton y la suya.
Se estacionó frente a la gasolinera, conocía al cajero y por ello no dudó entrar a la tienda con el propósito de comprarse algunas botellas de licor.
—Stiles y su plan se pueden ir a la mierda — susurró Liam tratando de no sonar asustado.
No había ninguna otra persona comprando en la sucursal por ello no tuvo miedo de tomar 3 botellas del whiskey más barato que encontró, sacó su cartera y se dirigió a la caja donde el otro chico de nombre Mason lo observaba intrigado.
—¿Vas a una fiesta o algo así? — preguntó burlándose Mason.
—No, solo soy yo — respondió Liam entregándole el dinero — no te pongas dramático.
—Me da igual para que lo uses — respondió el cajero con una sonrisa burlona — de cualquier forma las cámaras no sirven — le devolvió su cambio — espera, lo había olvidado, está es mi comisión por la venta — respondió Mason guardando el cambio en su bolsillo.
—Que te den — respondió Liam con molestia.
—Mejor dame tu — respondió Mason con una sonrisa burlona — y no te cobro tarifa extra.
Liam se limitó a sacarle el dedo medio, si su padre supiera en que gastó el dinero de su semana probablemente lo mataría, pero ya sabría que excusa inventar para evitarse problemas.
Encendió el vehículo y se marchó de la gasolinera como alma que lleva el diablo, como todo un conductor irresponsable, bebiendo licor al mismo tiempo que conducía por las solitarias calles de Beacon, sin duda no le importaba mucho de lo que pudiese ocurrir esa misma noche, sus problemas más grandes se relacionaban con el salvar su vida.
Se detuvo a medio camino, observando la oscuridad del panorama, bebiendo de su licor el cual sorpresivamente ya le estaba haciendo efecto considerando que lo bebía como si de agua se tratase.
—Mierda, me voy a arrepentir de esto — dijo Liam antes de pegar un gran trago a la botella y girando en dirección hacía la reserva de Beacon Hills.

Liam caminaba con dificultad mientras intentaba llegar a la zona de peligro, las botellas chocando entre si provocaban un poco discreto sonido, sin duda estaba lo suficientemente ebrio para que sus ideas no fuesen tan descabelladas, se detuvo abruptamente al observar la trampilla misteriosamente abandonada, posiblemente Stiles lo odiaría por arruinar sus planes de infiltración pero estaba desesperado, asustado y muy ebrio y por ello era el momento adecuado para hacer algo.
—Jódanse bastardos — dijo el rubio antes de dar el último trago a su botella.
Tomó una de las botellas vacías y arrancando un trozo de su camiseta lo introdujo dentro de la misma, no estaba seguro que así funcionase una bomba molotov pero había visto tantas películas y el funcionamiento parecía ser muy simple, encendió la tela y esta comenzó a arder con rapidez, sin dudarlo corrió lo más cerca a la trampilla y arrojó la botella contra la puerta.   
    El fuego no tardó en comenzar a aumentar en tamaño, y a medida que la puerta se quemaba también lo hacía la maleza seca a su alrededor y con ello comenzó el verdadero terror.
—Mierda — susurró observando como el fuego comenzaba a ganar terreno.
El veterinario se apartó de la laptop al observar semejante escena, estaba atónito, estaban jodidos como nunca antes, giró en dirección a Stiles quien estaba ocupado revisando el plano que había diseñado del interior de la trampilla.
—Stiles — dijo Deaton temeroso.
—¿Qué sucede doc? — preguntó Stiles levantando la vista.
—Tienes que ver esto — dijo sin más, todo estaba jodido.
El castaño se acercó al hombre y con ligera molestia ante su interrupción centró su vista en la pantalla de la computadora, llevándose una enorme y poco grata sorpresa.
—Si vamos a hacer algo, este es el momento — respondió Deaton observando a Liam alejándose de la escena del incendio.
—Si sobrevivimos a esto, yo lo mato — respondió Stiles  con evidente furia.
Ambos salieron de la veterinaria con dirección a la zona del incendio donde un Liam muy alcoholizado intentaba esconderse de los cazadores argent saliendo de las llamas para intentar apaciguar el fuego.
Las llamas se extendieron lo suficientemente rápido para alcanzar uno de los arboles cercanos y comenzando a calcinarlo, no era tan preocupante la situación pero si la rapidez con la que todo parecía extenderse.
—Es ahora o nunca — respondió Liam intentando darse valor.
Con rapidez comenzó a correr hacía la zona de la trampilla intentando no ser visto por los cazadores que intentaban apagar el incendio arrojando tierra.
Llegar a la trampilla no fue sencillo, pero cuando estuvo en su interior pudo sentir una gran sensación de alivio, se apresuró a adentrarse más, sin embargo el oxigeno abandonó su cuerpo al ver como uno de los cazadores Argent venía con una manguera con dirección al exterior, Liam no tenía donde esconderse así que solo le quedó una opción viable: fingir.
—¡El jefe quiere que te apresures! — gritó al hombre de la manguera — ¡Las llamas ya están llegando a los árboles! — exclamó con el miedo de que aquél hombre le descubriese.
—¡Yo voy por más palas! — respondió con determinación dejando desconcertado al hombre mientras veía a Liam perderse en el interior del lugar.
Dejó de prestarle atención a ese detalle y procedió a llegar a la salida con la manguera rogando que tuviese el largo suficiente.
El rubio conocía lo suficiente el plano de Stiles para saber que caminos tomar, no tardó el localizar la puerta donde estaba la habitación en la cual se encontraba Derek, el humo era lo suficientemente denso para dificultarle la vista pero con algo de suerte esperaba estar en el lugar adecuado, empujó la puerta varías veces apoyándose de su propio peso para forzar la cerradura, al tercer intento la puerta logró ceder.
Por suerte la habitación no estaba tan llena de humo como para dificultarle respirar, un nudo en su garganta se formó al observar a Derek amarrado a la maya metálica, se acercó con rapidez y le dio pequeños golpes en el rostro tratando de hacerlo volver en si, se sorprendió de ver como todo el cuerpo de Hale estaba empapado y emanaba un ligero aroma a chamuscado, al igual que sus muñecas y tobillos tenían una apariencia desagradablemente dolorosa.
—Derek despierta — susurró antes de darle una bofetada al pelinegro — mierda Derek, abre los ojos.
Con dificultad logró liberar al adolescente de su prisión, Derek no parecía estar vivo pero se sintió aliviado al notar un ligero latido en su pecho, el humo había invadido lo suficiente la habitación para provocarle problemas al respirar.
—Bien, de acuerdo con Stiles, la otra salida esta por allá — menciona señalando el hacía el fondo de la habitación — ese pasillo lleva a la puerta de salida, mierda ahora solo debo sacarte sin que se den cuenta.
El rubio se veía débil en comparación con Derek pero tenía la fuerza suficiente para cargarlo en sus brazos, le colocó encima la sudadera que llevaba puesta asegurándose de cubrir bien el rostro de Hale.
Abrió la otra puerta en el lado contrario de la habitación y se sorprendió de ver un resplandor naranja proveniente de la dirección contraria a la que iba, sin duda los cazadores no estaban logrando controlar el incendio, y no podía darse el lujo a averigua que tanto de las instalaciones estaban comenzando a ser consumidas por las llamas.
Comenzó a caminar con rapidez hacía el norte, los ojos le ardían como nunca antes había experimentado y respirar era doloroso, escuchaba como algunas voces masculinas comenzaban a acercarse hacía su ubicación y con ello su miedo de ser capturado aumento con mayor rapidez; el peso de Derek terminó venciéndolo y ambos cayeron al suelo, sus ojos estaban nublados y se sentía mareado mientras intentaba respirar, volvió a levantarse con dificultad y se acercó a Derek poniéndose en cuclillas para volver a levantarle.
No tardó en llegar a la puerta de emergencia, esta misma tenía candado y palideció al ver como no cedía ante su fuerza, se sentía al borde del desmayo, observando la inminente muerte de ambos.
—Lo siento — respondió con dificultad al ver el cuerpo inmóvil de Derek — lo jodí todo — tosió con fuerza ante la gran cantidad de humo inundado sus vías respiratorias.
Cuando estaba a poco de perder la conciencia pudo ver como la puerta se abría de forma violenta, con dificultad logró observar a Deaton sosteniendo una pistola.
Deaton se sorprendió de ver a Liam y Derek tirados frente a él, con rapidez se puso en marcha a levantar a Derek, probablemente los cazadores ya se habían percatado de la ausencia de Derek y no tardarían en dar con ellos, por suerte su coche estaba lo suficientemente cerca del lugar.
—¡Tenemos que darnos prisa Liam! — exclamó el veterinario al observar a Liam luchando por ponerse de pie.
Corrió con Derek en brazos a través de la oscuridad del bosque, a lo lejos podía verse el resplandor naranja producto del fuego, el departamento de bomberos no tardaría en llegar a la zona del incendio y por ello no podían permitirse estar en la escena del crimen, unos diez minutos después pudo divisar su coche estacionado con las luces apagadas, Stiles se bajó del vehículo con rapidez con la intención de ayudar a Deaton con Derek pero se petrificó al observar a Hale.
—Liam viene detrás o eso creo — respondió Deaton dejando a Derek en los asientos traseros — debo volver por él.
El hombre se apresuró a volver a la zona, perdiéndose en la oscuridad del bosque.
—Derek — susurró Stiles al ver al pelinegro, no parecía estar vivo — Derek — lo movió pero este no emitía ninguna señal de estar vivo.
—No puedes estar muerto — susurró con miedo — no, tienes que abrir los ojos — dijo sujetándole de los hombros y agitándolo con poca moderación.
—¡Derek despierta! — exclamó para posteriormente darle una bofetada con todas sus fuerzas.
El pelinegro inhaló con fuerza y posteriormente comenzó a toser, sintió todo su cuerpo aligerarse al ver como Derek poco a poco parecía volver en si.
—¿Stiles? — articulo con dificultad Hale.
—Si, soy yo mi amor — respondió el castaño con alegría, no dudó en besar a Derek.
Deaton no tardó en llegar con un Liam inconsciente en brazos, debían ir al hospital con urgencia.

I'll Hold Your Hand (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora