Mariposas Invernales

548 57 7
                                    

Entre ambos chicos existía una brecha cada vez más notoria, no hablaban a menos que fuera absolutamente necesario, era la ley del hielo aplicada en cinco días, Hale oficialmente estaba a cargo del sheriff del pueblo y Stiles ya no estaba tan seguro de aquella decisión, su cabeza era un caos, quería estar lejos y al mismo tiempo cerca, era una especie de castigo sin sentido, le quitaba el sueño, lo ponía a temblar y le sacaba una sensación nostálgica, detestaba todo eso porque le hacía pensar que estaba sintiendo algo por Derek… Y no era así, él amaba a Lydia, era ella con quien quería pasar el resto de sus días, no con un chico que se esmeraba en demostrarle que tan insoportable podía llegar a ser.

Le dio un sorbo al café y dejó que sus ojos viajaran por la brillante nieve, era un evento meteorológico demasiado extraño, pocas veces nevaba en Beacon Hills, esa era una de las ocasiones, la nevada obligó a la escuela a suspender actividades hasta que la nieve ya no fuera un problema, agradecía eso pero no sabía a quien, su padre lo había dejado a cargo de supervisar a Derek mientras no estuviera, pero no era algo que Stiles estuviera entusiasmado de realizar, saber de Hale era uno de sus tantos problemas, cuando podía cambiaba la jugada y se escabullía para poder tener un momento de paz, cargar con el dolor emocional de Derek estaba dejando secuelas en su cabeza, sentía que no podía distinguir lo que le pertenecía a él y lo que era de Derek, se sentía atrapado.

La cafetería del pueblo estaba algo llena debido a la temperatura exterior, al menos no se sentía solo o demasiado abrumado, después de todo a ellos no les importaba en lo absoluto Stiles, quizás era algo dramático pero tenia sus razones, el pelinegro estaba causando estragos significativos en su mente, porque Derek parecía no importarle en nada y al mismo tiempo sentirse como su todo, el juego de los soulmates era demasiado extraño, complicado y difícil de separar de la vida normal, un bostezo escapó de sus labios, no estaba durmiendo bien por todas las cosas que tenía en su mente, las emociones de Derek tampoco mejoraban la situación, la noche era el único momento donde se desahogaba, donde no temía flaquear y mentiría al decir que no acudió a el en varias ocasiones en este periodo sin dirigirse la palabra, tan pronto la luz del sol comenzaba a nacer, olvidaban todo lo ocurrido y su mascara volvía a ponerse, siempre demostrando y repudiando su conexión.

—Deberías ir a casa, no te ves muy bien Stiles — la mujer le brindó una sonrisa cálida y el adolescente sintió un poco de vergüenza al notar como estaba por quedarse dormido en la barra.

—No han sido días buenos — responde con algo de pena — lo siento.

—Tu padre debería darse un descanso y dedicarse a ti, posiblemente eso sería bueno para ti, te ayudaría a tener la mente despejada.

—Quizás, no estoy seguro que mi padre pueda entenderlo, es algo complicado… Muy complicado.

—Cariño no nací ayer, yo también pasé por las cosas de adolescente, seguramente tu viejo también, tan solo dale una oportunidad, quizás encuentres con él la respuesta que tanto esperas.

Posiblemente ella estaba en lo correcto, pero no era tan sencillo, no era un tem de conversación que pudieras llevar a la cena con mucha naturalidad, estaba atrapado con Derek en el mismo camino; su situación con Lydia era una de esas cosas que le provocaba escalofríos, la chica no volteaba a verlo de manera voluntaria, pero siempre estaba ahí cuando se trataba de Derek Hale, le llevaba cosas pidiéndole que se las entregara al pelinegro y eso le causaba molestias, pero no lograba distinguir el verdadero motivo, si era producto del repentino interés de Lydia hacía Derek… O el hecho de que alguien estaba interesado en él, sacudió su cabeza y pagó su consumo, no tardó en abandonar el lugar prometiéndose volver la siguiente vez un poco más temprano para poder elegir una mesa donde pasar inadvertido.

El Jeep encendió con algo de dificultad debido al frio, se colocó el cinturón y pronto comenzó a alejarse de la cafetería, tenía que llegar a casa y enfrentar el coexistir al lado de un hombre que no podía entender, puso algo de música para aligerar la carga del silencio, pero algo no estaba bien, cambiaba de pista cada diez o veinte segundos, no estaba cómodo con ningún estilo musical, nada le brindaba una sensación de plenitud y fantasía onírica, era como escuchar sin realmente hacerlo.

I'll Hold Your Hand (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora