SELFOCRACY 》CHARLIE WEASLEY

⁂20⁂

—Esto es una mierda.

Lupin merodea como puede por la sala de Sirius, está tan exaltado que me da miedo le explote la cabeza y sus sesos se derramen en toda la sala. Aunque no es el único, Sirius no deja de moverse de un lado a otro también tratando de mantener el orden entre los miembros, antes se escuchaba muy seguro... pero parece que ahora tiembla, temiendo lo que suceda sí nos quedamos aquí parados dudando.

No, sí ellos se quedan aquí parados dudando, yo sé que debemos hacer y estoy más que dispuesta.

—Bien, quienes trabajan en el Ministerio pueden ingresar sin llamar la atención de nadie, Aileen deberías partir de inmediato, te quiero en primera línea.

—Espera, Aileen en primera línea...—Mira trata de rebatirle, pero sus palabras caen de inmediato al mirarme con tanto horror en sus ojos claros qué solo me sacudo los hombros. Ha caído en cuenta de porque lo hacen, y sabe muy bien que no dudare al momento de llegar y contenerlos el tiempo que sea necesario. Incluso de raptar a Harry Potter, esconderlo y seguir luchando—iré también en primera línea.

Sirius le observa contrariado. Elevo mi ceja ante aquello.

—Bien. 

—Apáñatelas para ingresar, Black—pronuncio, para aferrar el peso inestable de Mira, y arrastrar conmigo a Chiara. Ambas quieren ir conmigo y no soy quien para detenerlas, de hecho nunca detengo a nadie en hacer lo que le plazca pero siempre me detienen a mí, vaya ironía. 

—Es verdad, eres prófugo—Mira le da un apretón suave a su brazo en manera de reconforte—pudiste escapar una vez, esto no será nada.

Ambos se sonríen y yo solo puedo fruncir mis labios. Mira... ¿no estaba con Merúla? Bueno, no me incumbe tampoco.

Black me observa nuevamente y asiente con fuerza en mi dirección.

—No te expongas antes de tiempo, sí nada peligroso esta sucediendo y puedes esperar a que lleguemos todos sería lo mejor. Pero sí tienes que matarlos tú sola, genial también.

Levanto mis pulgares en indicio positivo y él sonríe nuevamente. Vaya que es lindo.

Camino hacia un punto del callejón, me teletransporto con Chiara y Mira. Llegando juntas y charlando entre sonrisas actuadas, nadie notaría nuestra verdadera intención, nos la pasamos merodeando por aquí siempre. Nada fuera de lo normal.

Capto como Tonks, Ojo loco y Kingsley aparecen también cada uno por su propio camino. Terminamos todos reunidos en el ascensor el cual se encuentra en el Departamento de Misterios, y pulsamos para ir al ultimo piso. Mis compañeras toman aire y adoptan una faceta tan seria que me sorprende y me enorgullece tenerles a mi lado, Mira es más temeraria que Chiara, por supuesto, pero ambas tienen su propio fuego y valentía interior.

Les quiero tanto.

Después de averiguar con precisión donde se encuentran gracias al cuadro que responde amablemente la pregunta, corremos hacia ellos. Mira toma la delantera y abre la puerta de golpe.

Ella levanta su varita de inmediato y no reparo en seguirla, adelante, frente a la bruma se encuentra parado uno de los Malfoy... no recuerdo su nombre y tampoco me interesa recordarlo, no lo grabare en su tumba al momento de liquidarlo. Expando una sonrisa agria, pero Chiara me retiene, y susurra que espere un momento.

—Vamos, Potter. Hemos corrido mucho por esto, entrega ya la profecía. Sé buen niño. Gana puntos para Gryffindor—todos los mortífagos sueltan risitas exageradas y con chillidos que provocan desee arrancarme el tímpano—verás como todos mueren sí no la entregas. 

El pobre chico duda de manera increíble y observa asustado a sus amigos. Tranquilo chiquillo, tienes refuerzos.

—¡No, Harry, no se la des!