SELFOCRACY 》CHARLIE WEASLEY

⁂10⁂

Habían pasado unas cuantas semanas más, donde en muchas de ellas me había entrometido en la vida de Charlie a un nivel personal altísimo, uno que no había pasado desapercibido para mi compañera. Me la pasaba en su casa mas que en la de Chiara, quien siempre me regalaba miradas extrañas y me actualizaba sobre la situación de aquel pequeño niño. Estaba muy contenta cuando me confeso que gracias a Bill y a mí, aunque al principio no entendía porque me nombraba si era Weasley quien se había encargado de todo en el ministerio.

Bill charlo con el ministro de magia, Cornelius Fudge, y aunque se sorprendió por la petición, ya que era alguien cercano a mi persona y mis padres (quienes por lo que supe, habían abogado por Chiara y esa decisión), se lo tomo como un favor personal que había encomendado con Weasley. Y, según la peliblanca, Cornelius me mando saludos a través de "mi" pareja. 

Algo que consideraba tonto. Siempre me emparejaban con Bill, y no entendía muy bien porque. Quizá eramos bastante cercanos, y nos conocíamos el uno al otro de una manera tanto amistosa como intima. Pero eso era todo.

No había nada más entre nosotros.

Al final, hicieron un papeleo extenso, donde se inventaron alguna historia rara para que el niño fuera legalmente protegido por Chiara, como su tutora. Y donde estipulaban que debido a negligencia por posibles familiares existentes, el niño se otorgaba en custodia permanente hacia Chiara Lobosca. Solo se le revocaría en caso de maltrato o decisión del propio infante. Ella por su parte se encontraba leyendo todos esos papeles ahora mismo, y firmando en una cantidad de sitios que me parecía innecesaria. No pude evitar sentirme feliz por ella, el niño era una responsabilidad gigante, pero el corazón de Chiara lo era aun mas.

— ¿Crees que suena bien su nombre con el Lobosca?

— Por supuesto— respondí en voz dulce. Ella sonrió medianamente.

— Y dime, Aileen...

—¿Mmmh?

— Tú y Charlie...—parpadee. Ella estiro sus brazos con un bostezo profundo y paso una hoja para mirarme— ¿planean estar juntos?

— ¿Te molesta que te deje un poco de lado? Créeme que no es a propósito, es solo que la estamos pasando bien, y ya me mostró incluso lo mas cerca que pudo al Hocicorto Sueco. Es... maravilloso, es demasiado hermoso para estos ojos terrenales.

La cara de Chiara se arruga y el color azulado de sus ojos se remueve al igual que sus labios y cejas se contraen en una mueca preocupada.

— ¿No me dijiste que es uno muy peligroso?

— Lo es—coincido con ella con una sonrisa apretada— pero estaba con Charlie. Es experto, y seguimos de una pieza. Y aunque me vi tentada Charlie me obligo a devolver el huevo.

Porque aunque sabía que no debía y que no ganaría nada con ello, no resistí mis impulsos de tomar un huevo prestado por unos minutos. El sermón de Charlie y la carrera de huida que tuvimos que hacer para no terminar hechos polvo en el césped, fue tan emocionante que aun podía sentir mi corazón repiqueteando ante la sensación de peligro a la que me había expuesto.

El cabello blanquecino y algo largo de Chiara, se mueve cuando asiente con su cabeza. Sigue mirándome, y me siento algo incomoda debido a que su expresión se mantiene. Dime Salazar que esto no sera una charla de cuan peligroso es y que estoy a tiempo de desistir, porque terminara en una pelea sin sentido donde aunque mi amiga llore, no dejare de seguir lo que deseo. De aferrarme a lo que quiero y que conseguiré sin duda alguna.

— Sabía que no dejarías los huevos en paz—resopla.—¿Entonces planean estar juntos? Y me refiero de manera romántica. 

En ese momento todo deja de funcionar de manera correcta en mi cabeza. No se que decirle, no se que pensar. Nada inunda mi cerebro mas que imágenes rápidas de Charlie, de sus ojos, su sonrisa, sus rizos rebeldes y aquellas manos toscas y grandes que me han tocado en múltiples ocasiones pero de manera inocente y tierna. Sin poder evitarlo, mi rostro se enciende con un calor corpóreo que hace que exhale fuertemente como si me estuviese atragantando.