roommate || woosan

𝔭𝔞𝔯𝔱𝔢 𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔢.

Wooyoung

Yeosang y yo entramos al estudio de música que teníamos alquilado para la banda, encontrándonos dentro a Yedam absorto en la guitarra eléctrica, tocando. Era bastante bueno, sí. Tenía talento en las venas.

Advirtió nuestra presencia y levantó la cabeza.

-¡Wooyoung! ¡Wooyoung en carne y hueso!- saltó de la emoción. -Eres mi ídolo, de verdad, te admiro mucho- hizo una reverencia de noventa grados.

Solté una carcajada. -Muchas gracias, pero no soy para tanto- sonreí.

-Eres bastante bueno- le dijo Yeosang. -¿Qué más tienes para enseñarnos? Enséñale a tu ídolo tus habilidades.

-Claro que sí- corrió a ponerse la guitarra otra vez.

Negué con la cabeza de lo adorable que era.

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San

Llegamos al sitio del que nos habló Junkyu, buscándolo con la mirada.

-¡San, Yunho! ¡Aquí!- nos hacía señas desde la última mesa de la terraza. No estaba solo, lo acompañaban dos chicas. -Ellas son mis amigas del instituto, Arin y Chaeryeong. Me las he encontrado de casualidad, así que les he dicho que se sienten con nosotros.

Una de ellas me miraba raro. ¿Arin ha dicho que se llamaba? Creo que me estaba poniendo ojitos. Era muy mona, la verdad.

-No os importa, ¿verdad?- preguntó Junkyu.

-Tarde para preguntar eso- apuntó Yunho. -Bueno, ya habéis pedido por lo que veo.

La mesa estaba llena de comida. Tortitas con todo tipo de chocolates, gofres, churros y una bebida de lo que parecía ser un batido de frutas para cada uno.

-Sí, como sé lo que os gusta pues hemos ido pidiendo.

-Oh, por cierto, mi nombre es Yunho- se presentó. -Y este es San- me presentó viendo que yo no decía nada. Sonreí.

-¿Sois de la misma facultad?- preguntó Chaeryeong.

-Sí. Misma facultad pero diferentes grados- respondió Yunho.

-Eso significa que todos tenéis clases de ciencia- habló Arin. -Tendréis que ser inteligentes.

-Eso no es verdad. Mírame a mí, soy estúpido- dijo Junkyu.

Mereí por cómo seguían la conversación naturalmente. A mi mecostaba más. Normalmente era el callado que miraba y no abría la boca cuando había gente nueva.

Miré los churros con azúcar y canela por encima. Eran mis favoritos.

-Aunque no estudie ciencias, soy observadora- dijo Arin, sacándome de mis pensamientos.

Movió el plato con los churros más cerca de mí, ya que estaba en la otra punta de la mesa.

-Te gustan, ¿no?- señaló los churros.

-Son mis favoritos- dije con una sonrisa.

-Venga, todos a comer- cortó Junkyu. Este chico siempre con la comida en laboca.

 Hablamos de cosas triviales. El curso, nuestros gustos, lo que hacíamos en nuestros ratos libres, etc. En lo que hablábamos casi me comí yo solo todos los churros.

-De verdad te gustan, ¿eh?- me preguntó Arin con una sonrisa.

-Sí, me recuerdan a los que hace mi madre- dije sonriendo, la echaba de menos.