roommate || woosan

𝔭𝔞𝔯𝔱𝔢 𝔡𝔬𝔠𝔢.

Narrador omnisciente

Hongjoong tenía la oreja pegada a la pared, intentando escuchar lo que decían San y Wooyoung.

-¿Cuándo vas a dejar de meterte en sus asuntos?- le preguntó Seognhwa.

-Estoy preocupado. Creo que estaban discutiendo, pero por alguna razón ahora están callados. Seonghwa, me preocupa San. Esa mierda de cotilleo se ha extendido como la pólvora por todo el campus.

-¿Y? ¿Tú que piensas? ¿Estás de acuerdo con San?

-No estoy en contra de la homosexualidad, si eso es lo que preguntas. Pero hay algo ahí que me huele mal. Sé que San es mal hablado y cabezón, pero no diría esas cosas sin razón. ¿Debería ir y preguntar?

-Antes de preocuparte por el de al lado, ¿no te deberías de preocupar por ti mismo? ¿Cuántas asignaturas vas a suspender este semestre?- dijo Seonghwa con las manos en la cintura.

-Venga, estudiar no es la gran cosa. Pero cotillear...- se rio disimulando lo que acababa de decir. -Digo, cuidar de mis juniors es más importante.

-Suficiente, ponte a estudiar, venga- le tendió los apuntes.

-Joder, eres como mi madre.

-Aunque tú no te preocupes por ti, yo sí que lo hago- dijo esto último en un susurro inaudible, sin que Hongjoong se enterase.

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Narrador omnisciente

-¡Tía! Mira la que has liado- llegó Ten a sentarse al lado de Soojin, que era la que había empezado el rumor sobre San.

-¿Me echas toda la culpa? Tú también has formado parte de esto- se quejó. -Fuiste tú el que me alentó a hacerlo porque estabas resentido con San por empujarte.

-Si no es nuestra culpa, ¿de quién va a ser?

-Pues del chico ese. Si no nos hubiera insultado, nada de esto habría pasado- se cruzó de brazos.

A Ten le empezó a sonar el móvil. -Mierda, es el tutor- dijo mirando a Soojin.

-¡Cójelo!- apuró ella.

Le dio al botón verde de la pantalla y se colocó el móvil en la oreja. -¿Sí, profesor?- miró a Soojin otra vez. -Sí. ¿Qué?- puso cara de asustado. -Vale, estaremos allí ahora mismo. Sí. Adiós- y colgó. -Tía, la hemos cagado.

-¿Qué pasa?

-El director quiere hablar con nosotros.

-Joder, lo sabía. ¿Quién habrá publicado la historia en la página de la universidad?

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San

Me habían citado en el despacho del director, para mala suerte de que a los dos pesados de mierda que me acosaron también.

Cuando nos hubo cantado las cuarenta, sobre todo a mi, salí antes que nadie de allí, de verdad que me daban asco.

-Tía, tenemos que terminar esta columna esta semana. Si no, vamos a tener problemas- escuché que le decía el chico.

-Oye, espera- escuché la voz de ella a mi espalda. No tuve otra opción que pararme. -¿No te vas a disculpar?

-¿Y vosotros?- dije girándome para darles la cara. -¿Se os ha pasado por la cabeza disculparos?

-¿Por qué nos íbamos a disculpar nosotros?- dijo él.

-Si no hubierais publicado mi foto, no os habrían llamado la atención. Además, podría haber llamado a la policía por publicar fotos mías sin mi consentimiento. Tenéis suerte de que me piense las cosas antes de hacerlas.