Harry Styles es un cantante famoso que con tan solo diecinueve años está en la cima de todo el mundo y está a unos cuantos meses de iniciar su primer tour.
Un día como cualquier otro, estaba hablando con su mejor amigo Ed Sheeran en el departamento...
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Louis.
Durante todo el día me ha estado rondando por la cabeza el tema de Harry siguiendome en twitter. Los chicos me preguntaron varias veces sí todo estaba bien, ya que mi semblante era pensativo y serio pero no me atreví a contarles aún hasta saber la razón por la cual una estrella del pop me siguió.
Me metí varias veces a twitter para confirmar que no se trataba de un sueño, y así es, no era un sueño pero sí una pesadilla. Las pocas fotos que había subido yo a twitter ya estaban por todos lados, las fans de Harry las estaban compartiendo y dando opiniones sobre mí, las cuáles no me atreví a leer por miedo a que no fueran cosas buenas. Mis seguidores iban subiendo al igual que los mensajes privados donde me preguntaban de dónde conocía a Harry y cosas por el estilo.
Algo que también llamó mi atención hoy es que Marcel parecía estar en el mismo modo que yo, callado y pensativo. Lo atrapé mirándome curiosos más de tres veces, como si estuviera intentando decirme algo pero no se atrevía del todo. Seguramente él ya sabe lo que su ídolo hizo, sólo no quiere preguntarme por mera cortesía.
Terminando mi entrenamiento de fútbol, me dirigí a casa. Sinceramente no tenía ganas de nada, solamente de tirarme en mi cama y poner algo de música esperando a que alguien me diera una respuesta a todo lo que estaba pasando. Debo de admitir que yo podría ponerle un fin a todo esto si le contesto el mensaje a Harry, pero no estoy seguro de hacerlo todavía, aparte, ¿qué le podría decir?
– Llegue – anuncié cuando entré a la casa y lo primero que vi fue a seis pubertas mirándome atentamente desde la sala.
Genial. Lottie trajo a su ejército de fangirls para bombardearme con preguntas.
– Mamá fue a llevar a los niños al parque – dice mi hermana sin dejar de mirarme – te dejó la comida en la mesa.
– Gracias – murmuré caminando sigilosamente a la cocina, sintiendo como esos seis pares de ojos absorben mi alma.
No miento cuando les digo que me sentí aliviado una vez que entré a la cocina, solo, sin nadie analizando mis movimientos. Un enorme plato de spaguetti me esperaba y ya sentía que estaba salivando de lo bien que se veía. Metí el plato al microondas por minuto y medio y cuando me di la vuelta para sacar un vaso, las pubertas estaban ahí mirándome como antes.
– ¡Mierda! – grité al verlas. ¿Cómo llegaron ahí sin hacer ruido?
– Es hora de que respondas a nuestras preguntas, Louis – me dice Lottie seriamente.
– Miren, no tengo tiempo ahora, solo quiero comer y descansar.
– Pues tendrá que ser después del interrogatorio – se sentó frente a mí con sus amigas alrededor de ella – ¿cómo conseguiste el follow de Harry?
– No sé – dije sin importancia sacando mi comida del microondas.
– Está mintiendo – murmuró una de sus amigas, acosándome con el dedo.
