Capítulo 2.

258 24 9
                                    

Harry

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Harry.

No puedo apartar mi vista de él.

Les prometo que intenté no hacerlo, no voltearlo a ver durante la clase pero me fue imposible si lo único que hace en sonreír y reír de cualquier broma que decían sus amigos.

En el momento en el cual Niall nos presentó sentí que se me iba toda la cordura ya que comencé a tartamudear y me temblaban las piernas por tener ese par de ojos azules clavados solamente en mí y peor aún, el estúpido sonrojo en mi cara cuando me sonrió y dijo <<es adorable>>. ¡Dijo que soy adorable! A pesar de mi espantosa ropa él piensa que soy adorable, ay.

Su nombre es Louis Tomlinson, es el mayor de los cuatro y el más divertido y carismático - todo esto me lo aclaró Niall y la verdad no dudo ni un poco de sus palabras.

Una vez que me pude presentar con decencia, me dio la bienvenida a la escuela y me advirtió que no me juntara mucho con el rubio a menos de que me quiera contagiar de su torpeza, pero sinceramente creo que no existe persona más torpe en este planeta que yo. Por Dios me tropiezo con mis propios pies.

Ahora nos encontramos en la cafetería, los chicos fueron muy amables conmigo y me invitaron a pasar el día con ellos para que no me sintiera solo el primer día.
Estamos sentados en una mesa en medio de todo el lugar y mentiría si dijera que no me sentía observado, ya que llamaba mucho la atención con mi atuendo y aún más porque al parecer estoy sentado con los chicos más guapos de toda la escuela.

Varias personas pasaban por nuestra mesa y se me quedaban viendo con una expresión confundida o seria. Trataba de escuchar la plática pero en ocasiones me era difícil prestar atención e ignorar los murmullos a mi alrededor.

– No les prestes atención — escuché la voz de Louis a mi lado - a la gente le gusta hablar y opinar de más.

— Así es compañero — comentó Liam antes de darle una mordida a su hamburguesa — solo ignoralos.

— Ya estoy acostumbrado a esto — murmuré un poco tímido — no sé porque me sigue incomodando tanto.

Y no miento.
Cuando uno es famoso, convive con muchos paparazzis y fans persiguiéndote a todos lados lo cual resulta ser un poco abrumador.

Me gusta mucho lo hago, es más, lo amo, pero cada cosa buena tiene un lado no muy agradable y yo tristemente he sufrido de acoso desde que me hice conocer al mundo. Gente persiguiendome en la calle, fans entrando a mi casa y tomando cosas personales, comentarios no muy agradables en las redes sociales de mi familia o amigos, en fin, por más que yo quiera que termine esto no se puede y la gente me dice "eres famoso, es normal. Acostumbrate". No me quiero acostumbrar.

Sé que la comparación entre que alguien extraño se meta a tu casa y que estén hablando de ti en la cafetería de una escuela no es la mejor, pero se podría decir que cada vez que salgo tengo todos los pares de ojos sobre mí - espero no sonar narcisista -.

HIDDEN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora