Harry Styles es un cantante famoso que con tan solo diecinueve años está en la cima de todo el mundo y está a unos cuantos meses de iniciar su primer tour.
Un día como cualquier otro, estaba hablando con su mejor amigo Ed Sheeran en el departamento...
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Harry
Es sábado por la tarde y Ed y yo decidimos ir por un café a una cafetería que está a las afueras de Londres.
La semana había sido muy tranquila. Me había quitado un problema de encima que era la clase de deportes; Gemma me hizo la carta y se la llevé al director, el cual firmó sin cuestionarme nada lo que fue bueno porque no podía pensar en más mentiras.
Mi amistad con los chicos va cada vez mejor. En ocasiones se me sale actuar como realmente soy y olvido por completo que soy Marcel, un chico nerd y bobo que le cuesta mucho trabajo acoplarse.
Descubrí que tengo mucho en común con esos chicos, son realmente agradables y cada día agradezco el momento en el cual me topé con Niall el primer día. Hacen de mi vida estudiantil más interesante.
– ¿Ya estás listo Harry? – me pregunta Ed desde la puerta.
Hoy decidí salir como yo, no como Marcel. Tal vez las fans obtengan un par de fotos mías y dejen de preocuparse por mi porque no me he aparecido desde hace tiempo y lo menos que quiero es hacerlas sufrir con mi ausencia, aunque lo dudo, al lugar a donde vamos casi no hay gente.
– Listo – dije sonriente mientras acomodaba la bandana sobre mi cabeza.
Nos subimos al auto y partimos rumbo a una cafetería muy acogedora que está a unos treinta minutos del departamento. Desde hace años, a Ed y a mi nos ha gustado mucho ir ahí porque es una zona tranquila y el café es mucho mejor que en Starbucks.
– ¿Sigues molesto porque tu chico de ojos azules no te conoce? – preguntó en tono burlón el anaranjado.
Puede ser que el día en el cual Louis dijo que no está interesado en mí ni en mi música haya hecho un pequeño berrinche al llegar a casa. Fue infantil, lo sé, pero tenía que sacar toda esa frustración de algún modo y me comporté como un niño de cinco años.
– No, ya no – contesté con media sonrisa – porque tengo un plan.
–¿Así? ¿Cuál?
– Lo voy a obligar a escuchar mi álbum.
Ed soltó una carcajada – No puedes obligarlo, Harold. ¿Acaso quieres parecer un chiflado delante de él?
– ¿Se te ocurre una mejor idea genio?
– Pienso que deberías de dejar ya el tema, entre más lo presiones menos lo va a escuchar.
Odio que tenga razón.
– Bien, no haré nada – murmuré cruzándome de brazos.
– Deja de hacer pucheros y mejor por algo de música – dice riendo.
Durante el camino escuchamos a Coldplay, estoy seguro de que Louis si los conoce y ama a Chris Martin. Puedo apostarlo.
Cuando llegamos, Ed estacionó el auto justo en la entrada y como lo predije, no había ni un alma cerca.
