Harry Styles es un cantante famoso que con tan solo diecinueve años está en la cima de todo el mundo y está a unos cuantos meses de iniciar su primer tour.
Un día como cualquier otro, estaba hablando con su mejor amigo Ed Sheeran en el departamento...
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Harry.
Este es el momento perfecto para que la tierra haga un hoyo y me succione para siempre.
Jamás pensé que Jeff fuera a aparecer a mi escuela, es más, él ni siquiera tiene idea de lo que estoy haciendo aquí, ¿o sí? Bueno, por lo menos yo no le comenté nada porque sé perfectamente que iba a terminar regañado de alguna forma y estaba evitándolo muy bien...
Ed.
Estaba casi seguro de que Liam iba a llamar a la policía, entonces no me va a quedar de otra más que improvisar. – ¡Tío Jeff! – exclamé de la nada sorprendiendo a todos los presentes ahí.
– ¿Tío? – preguntaron mis amigos al mismo tiempo confundidos.
– Si... el es mi tío, hermano de mi mamá – forcé una sonrisa – perdón por no reconocerte, ¿te hiciste algo en el pelo?
Jeff pareció olvidarse por unos segundos de toda esta locura para pasarse una mano por su cabello orgulloso – Que bueno que lo notas – rió – me lo corté hace un par de días, me hace ver más joven.
– Me parece excelente su nuevo corte, señor – comenzó a decir Louis con su característica ironía – entonces, ¿sí se conocen?
– Sí – contestamos ambos al mismo tiempo.
Antes de que Jeff metiera la pata de nuevo, lo interrumpí – tengo que ver unas cosas importantes con mi tío – comencé a explicar – supongo que no los podré acompañar a comer pizza hoy.
– Yo quiero pizza – escuché decir a Jeff detrás de mi. Le di un pisotón para que cerrara ya la boca.
– De acuerdo – dijo no muy convencido Zayn – sí cambias de opinión ya sabes dónde encontrarnos.
– Claro, gracias chicos – les sonreí – los veo mañana.
Antes de que se marcharan, Louis nos dio una mirada no muy convencida a mi y a Jeff, cómo si no le cuadraba nada de la historia de que Jeff es "mi tío", pero, ¿puedo culparlo? Claro que no. Mi habilidad para mentir es cada vez peor.
Una vez que los chicos desaparecieron de nuestro campo de visión, me giré a ver a Jeff, esperando un buen regaño de la explicación que estoy a punto de darle.
– Tengo muchas preguntas que hacerte – dice serio – pero eso será cuando vayamos a comer, muero de hambre.
No hablamos en todo el camino y sinceramente eso me tenía un poco preocupado. No sé qué cosas están pasando por la cabeza de Jeff pero puedo casi asegurar de que no son buenas y espero no terminar llorando en medio de un restaurante.
Llegamos a un restaurante de comida francesa que está en el centro de Londres. Conozco perfectamente este lugar, es uno de los favoritos de todo mi equipo y siempre venimos aquí cuando hay que hablar de negocios. Sin embargo, me encuentro bastante inquieto. Hay demasiada gente alrededor y no voy a pasar desapercibido entre tantas personas, en primera por mi atuendo algo llamativo y en segunda porque Jeff viene conmigo. Todo mi fandom saben quién es él y sí salimos del auto ya van haber miles de fotos en twitter preguntándose quién es el chico de los anteojos raros y chalecos feos... o en el peor de los casos, son capaces de reconocerme.
