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-¡Mi pierna!- Gritaba Once.
-¿Qué es eso?- Preguntó Erica al ver que algo dentro de la pierna de la chica se movía.
-Se está moviendo.- Dijo Max.
-Dios mío.- Dijo Nancy.
-Que siga hablando. Manténganla despierta. ¿Okay? Steve, acompáñame.- Dijo Lea poniéndose de pie y comenzando a correr hacia un local de comida.
Al llegar a uno, Lea saltó el mesón seguida de Steve y comenzó a buscar algo en los cajones.
-Steve, enciende el gas de la cocina.- Dijo Lea. Steve hizo caso.
Lea sacó un cuchillo, guantes y una cuchara de madera de el cajón. Se acercó a la cocina y colocó el cuchillo sobre las llamas. Una vez todo listo, ella y Steve fueron nuevamente con los demás.
-Bien. Once. Esto va a doler mucho. ¿Okay?- Advirtió Lea tomando con una mano la pierna de la chica y con la otra sosteniendo el cuchillo.
-Okay.- Dijo Once.
-Quédate quieta.- Dijo Lea.
-Tú haces la apertura en la pierna y yo lo saco.- Dijo Jonathan colocándose los guantes. Lea asintió.
-Toma, querrás morder esto.- Dijo Lea dándole la cuchara de madera a Once. -Okay.- Lea inhaló, tomó el cuchillo fuertemente en sus manos y lo acercó a la pierna de Once comenzando a abrir la herida.
-Bien...- Balbuceó Jonathan. Acercó lentamente su mano a la pierna de Once e introdujo sus dedos dentro de la herida, tratando de sacar lo que sea que estuviera dentro de ésta.
-¡Jonathan!- Gritó Nancy.
-Espera. No hables.- Dijo Jonathan.
-Mierda.- Dijo Lea escondiendo su rostro en el cuello de Steve.
-¡Basta!- Gritó Once. Lea la miró con preocupación.
-Jonathan, alto.- Dijo Lea.
Nancy colocó su mano en el hombro de su novio haciendo que éste se detuviera.
-Yo puedo hacerlo... Yo puedo hacerlo.- Dijo Once enderezándose con dificultad. Comenzó a utilizar sus poderes.
-¡Dios!... ¡AAAAH!- El grito de la chica, provocó que los vidrios de una tienda se quebraran a las espaldas de el grupo.
Todos se cubrieron. Steve tomó a Lea, la abrazó y le dio la espalda al ventanal. Si un vidrio les caía encima, dañaría a Steve y no a su chica.
Once se quitó la cosa que tenía en su pierna y con sus poderes la tiró lejos de ellos.
Todos miraron al frente y suspiraron aliviados al ver a Hopper, Joyce y a Bauman (Aunque a éste último solo lo conocían Lea, Jonathan y Nancy).
