Las noches eran frías.La suave brisa helada se colaba de entre la ventana abierta y la cortina transparente revoloteaba con el viento. Los cuerpos sobre la cama mullida se encogían entre las sábanas, arrugándolas bajo sus manos y envolviéndose en estas para mantener el calor.
La luna que resplandecía en el cielo colaba sus rayos en la oscuridad del cuarto dejando entre ver una expresión desesperada que emergía entre sueños dolorosos comenzando así con la rutina de todos los días.
Los gritos, llantos ahogados y nombres sin terminar de pronunciar hacían ecos constantes que rebotaban en las paredes de la habitación, como cada noche los zafiros azules se revelaban, consternados y asustados, importándoles muy poco la borrosidad inicial provocada al recién despertar, se arrastraba a ciegas en la cama hasta que finalmente hallaba a Mikey lloroso como un niño y se dedicaba a calmarlo, sosteniéndolo entre sus brazos y rescostándolo en su pecho permitiendo que los latidos acompasados de su corazón fueran su canción de cuna por esta noche.
Las manos de Takemichi acariciaban los oscuros cabellos que se desparramaban en la almohada como pequeños hilos de tinta negra, susurrando palabras bonitas mientras la camisa de su pijama se manchaba de las gotas saladas bañadas en dolor, remordimientos, culpas que se exteriorizaban en el único momento en el que Mikey era vulnerable.
Los nombres que salían de sus labios iban acompañados de matices de tristeza y añoro oprimiéndole el corazón haciendo que el mismo se ponga a llorar y sus palabras de consuelo se sientan vacías. No sentía que fuera bueno decirle "esta bien, todo pasara, ya no llores" cuando todo era parte de una realidad transformada en pesadilla.
"Pero estoy aquí" susurró en cambio, abrazando el tembloroso cuerpo de Mikey con un poco más de fuerza "Me quedaré a tu lado de ahora en adelante"
sus ojos volvieron a cerrarse y las últimas lágrimas escaparon de sus ojos así como un suave "Shinichiro" de los labios de Mikey.
"Esto es lo único que puedo prometerte"
Y con eso último las pesadillas nocturnas de Mikey pararon.
Los días en el departamento de Mikey eran ciertamente entretenidos.
Extrañaba el poder salir, pasear por la calle y ver cosas en los escaparates de las tiendas que su pobreza no le permitía comprar pero tampoco podía decir que vivía muerto de aburrimiento. De por sí, su vida no se sentía como la de un secuestrado confinado en contra de su voluntad. Era libre, en la medida de lo posible, no sufría de violencia de ningún tipo, comía bien, tenía televisión, no estaba restringido de manos y pies y tenía compañía. No era tan malo si lo veía de otra forma.
Además, siempre tenía un montón de cosas que hacer gracias a Mikey.
La mayoría del tiempo estaba ocupado encargándose de cumplir las fantasias de Mikey, todo lo que deseaba hacer con él, todo los sueños que había enlistado durante doce años y que hacia realidad de a poco. El vivió soñando con volverlo a encontrar así que lo mínimo que podía hacer era cumplir sus caprichos inofensivos.
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Un terrible futuro || Mikey x Takemichi
FanfictionTouman no era la pandilla que una vez amo. La banda de delincuentes que le acogió pese a ser un cobarde y bueno para nada se había podrido y como una rata que huye cuando el barco se hunde Takemicchi intentó escapar de la destartalada Tokyo Manji c...