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Takemichi estaba aburrido.

Permanecer en casa limpiando, cocinando, mirando a la ventana, viendo películas, programas de variedades y esperar que Mikey llegue a casa todos los días era agotador, monótono y demasiado aburrido.

Aunque a Takemichi le gustaba pensar que eran como una pareja casada.

- Jejeje - Takemichi se rió bobamente mordiendo la cuchara de plástico de un pequeño postre que encontró en el refri - Soy el esposo de Mikey jeje.

Sus piernas se balancearon de un lado a otro debajo de la mesa recordando todos los momentos con Mikey durante las últimas semanas. Claro, tratando de disipar los recuerdos de las noches en que pasaban enredados uno encima del otro, sus mejillas se calentaron demasiado, aun no superaba que había dejado de ser virgen.

Mientras estaba metido en sus pensamientos una conversación se reprodujo en su cabeza.

- ¡Mikey quería irse de viaje conmigo! - el pelinegro golpeó la mesa entusiasmado levantándose a toda marcha para ir directo a su habitación, abrió el cajón de la mesa de noche a lado de su cama y sacó los innumerables folletos de viajes que Mikey había almacenado durante años a espera de encontrarlo y viajar con él en un futuro cercano.

- ¡Podemos cumplir ese sueño ahora! -exclamó emocionado observando los destinos turísticos que podían visitar. Tal vez el estanque azul de Hokkaido, Kyoto, el Jardín kenrouken o el monte Fuji. Habían tantas opciones que Takemichi no sabía cual elegir.

En eso la puerta principal se abrió y el ex-capitán de la 1ra división se levantó de un salto tomando los folletos y corriendo hacia la sala encontrándose con Mikey quitándose la chaqueta y sentándose en el sillón.

- ¡Bienvenido Mikey-kun! - el tatuado miró en su dirección sonriéndole feliz abriendo sus brazos para que Takemichi pueda abrazarlo. El menor lo hizo gustoso aprisionando la cintura del mayor - ¡Tengo algo que decirte!

- Takemichi déjame llegar, ni bien cruze la puerta y ya estás pidiendo algo.

El mencionado hizo un puchero frunciendo el ceño inconscientemente.

- ¡P-pero es que si no lo digo ahora posiblemente me olvide - el menor golpeó el hombro del más bajito haciéndole reír - Sabes que soy algo tonto.

- Esta bien, habla Takemitchy.

El chico sonrió desenredando sus brazos de la cintura de Mikey y mostrando los múltiples folletos turísticos.

- ¡Vámonos de viaje, Mikey-kun!

El mayor abrió los ojos sorprendido después apretó los labios mirando hacia otro lado. El entusiasmo del Hanagaki disminuyó al ver la estoica expresión de Sano.

- ¿No te gusta la idea?

- No es que no me guste... - él se veía indeciso - No creo que sea bueno exponerse ahora.

- ¿Exponerse?

- ¿Que tiene de malo quedarse aquí? - Mikey hizó una pausa - Acaso..¿deseas irte?

- ¡¿Qué?! ¡N-no es eso solo...quiero salir con Mikey-kun para cumplir su deseo y crear bonitos recuerdos juntos.

Manjiro relajó su expresión, la presión que se había colocado en sus hombros por unos cortos instantes desapareció así que intentó relajarse y lo mejor que podía hacer era molestar a Takemichi.

Sano abultó los labios en un puchero e inflando las mejillas se cruzó de brazos - Quería tenerte solo para mí, pero Mitchy quiere salir de aquí y arruinar nuestro tiempo juntos.

Un terrible futuro || Mikey x Takemichi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora